05: La tormenta

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Sin pegar el ojo por más de un minuto, logró ver como la noche pasaba a una mañana despejada

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Sin pegar el ojo por más de un minuto, logró ver como la noche pasaba a una mañana despejada.

Minhyun no logró dormir esa noche. Miraba el techo como si éste le fuese a dar la solución a sus problemas. Pensó en esto y en lo otro.

Los labios dulces de Jaehwan y los labios suaves de Boa.

Los hombros fuertes del cantante y los delgados de su mujer.

Miró su reloj y se dio cuenta que eran pasadas las ocho de la mañana. Boa seguía dormida así que no le molestaría que él se levantase a hacer cualquier cosa que se le ocurriera. Séntandose en la cama, pasó las manos por su cara, tratando de despertar de aquel sueño que estaba teniendo pero las manos pequeñas de Boa se apretaron en su pecho.

No podía mirarla, extrañamente. —¿A dónde vas?—; No dijo nada tampoco. —Quédate un ratito más conmigo ¿sí?

Se sentía un poco mal. Muy mal. Su pareja logró empujarlo a la cama y se abrazó a él con tal fuerza que le hizo sentir miserable por un momento. Sentía el aliento de Boa en su cuello y como las manos delgadas se paseaban por su pecho. Realmente quería escapar de ahí.

—Ah...

Cerró los ojos un momento. Boa estaba besándole el cuello. Debía intentarlo, un poco. La mujer se sentó sobre él, besándole la boca con desesperación, sumergida en las sensaciones, ojos cerrados y esperando que él tomase algo de iniciativa. Sus labios se movían veloces, tratando de marcar la carne, impregnar su sabor en la de Minhyun pero él no hacía nada.

Y le ponía nerviosa.

La mujer alzó la camiseta con la que Minhyun durmió, no queriendo sacarla por completo y se inclinó a besarle el pecho, poniendo empeño en los besos mariposas que no causaba efecto en el tenso hombre. Pero no se rendiría fácil; tomó las manos de su pareja y las posó en sus muslos desnudos, haciendo mociones para que las deslizara bajo el baby doll color crema que usaba. Estaba recién empezando a disfrutar algo para cuando notó que los ojos de Minhyun divagaban en cualquier lado menos en ella.

Y su corazón se rompió un poco.

Tomó el rostro serio del actor y trató de hacer que le mirara. —¿No me estás mirando?—, murmuró con voz quebrada. —Yah, Minhyunnie... mírame.

Realmente quería hacerlo pero no podía. Minhyun amaba a Boa, no quería hacerle más daño. No pudo dirigirle la mirada ni por un segundo. Estaba terrible y tampoco se inmutó en consolarla cuando rompió en sollozos y se abrazó a él con dolor.

¿A qué dirección se estaban dirigiendo ambos?

—Estoy al borde del edificio—, sollozó ella. —No me empujes más por favor...

















El sol estaba en el tope para cuando decidió salir a correr. Pero debió prepararse un poco.

Minhyun trotaba porque estaba tan distraído que olvidó colocarse la ropa deportiva y fue en ropa casual hasta donde le llevasen sus pies.

Method | MinHwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora