Prólogo

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Aiko se desplomó sobre la cama con aquel dulce sabor del placer aún metido entre los huesos. A su lado, Jungkook, boca arriba y con los ojos abiertos dejaba escapar jadeos entre los labios curvados en una sonrisa.

Acababan de llegar a Viena después de más de doce horas de viaje en avión, y a pesar de estar cansados y con sueño, Jungkook decidió estrenar la cama como Dios manda.

Así que aquella noche, Jungkook y Aiko se entregaron el uno al otro no por primera vez, y tampoco por última.

Pero aquello marcaba un comienzo lejos de todo el barullo que habían dejado atrás en Seúl, lejos de Taehyung, de sus familias y de las mentiras.

La puerta entreabierta de su cuarto dejaba ver un pequeño trozo del enorme salón. Iluminado por la luz de la calle, el barniz negro de aquel caro piano brillaba en medio de la oscuridad de la noche, y Aiko sonrió para sus adentros, sintiendo al chico moverse al otro lado de la cama.

—Mañana empieza la rutina. Tú en la empresa de tus padres y yo en el conservatorio—susurró el moreno contra la piel de la chica.

Jungkook besó el hombro de la chica con lentitud y la abrazó por la espalda, aspirando lo poco que quedaba en aquella habitación del desahogado sexo que acababan de disfrutar. Se sintió como en casa a pesar de llevar ahí poco más de cinco horas.

—Así es. También deberíamos de ordenar la casa, comprar muebles, comida. Mañana comenzamos muchas cosas, Jungkook. Una vida solos y lejos de nuestros padres va a ser difícil.

Con ciudado, el chico estiró la sábana hasta taparlos a los dos e hizo girar Aiko, mirándola fijamente a los ojos.

—Sé que es difícil separarse de tu rutina en Seúl y venirte conmigo aquí, a estar conmigo mientras yo hago lo que más me gusta y mientras tú te partes el lomo en el banco de tu madre—Jungkook suspiró y acarició el brazo desnudo de la chica—. Solo te pido que te quedes conmigo y que hagas lo que te gusta si lo necesitas. No quiero ser feliz yo y verte a ti trabajar todo el día.

Aiko asintió sonriendo.

Se sintió, en aquel instante y en aquel lugar, feliz y llena de todo lo que alguna vez se imaginó.

Allí, en un lujoso apartamento céntrico de la ciudad de Viena, Jungkook se dejó llevar por sus ideas de una nueva vida feliz al lado de Aiko y tocando el piano en uno de los conservatorios más prestigiosos del mundo.

No se imaginó todo lo que a él se le vendría por delante.

violinist ♨ j.jungkook ※ j.hoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora