Si después de 6 años no he vuelto...

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Guatemala, 13 de noviembre del 2017
Querido:

Sé que pasamos una vida bastante feliz juntos, siempre estuviste para mí cuando te necesité y siempre me apoyaste en lo que mi corazón anhelaba hacer, me amaste como cualquier mujer hubiera deseado ser amada...
Pero si después de 6 años no vuelvo, quiero agradecerte todas las palabras claras y fuertes que me dijiste a lo largo de estos 35 años. Quiero agradecerte por esa vez... en donde tus puños golpearon mi cuerpo muy fuerte... Quiero agradecerte porque después de ese día, después de ese 27 de diciembre, te volviste alguien que nunca desee para mí... Te lo agradezco porque me hiciste volver a mi lugar de origen, en donde me sentía aterrada porque alguien me podía hacer daño, no solo físicamente, si no emocionalmente...

Te agradezco por esos 6 años que pasé junto a ti en donde lloré, sufrí y me sentí impotente.

Porque después de eso, no he vuelto de nuevo a mi niñez, porque después de esos 6 años tomé la decisión de dejar mi pasado atrás, mis errores, y tu enfermizo amor, a tus puños secos sobre mi piel y tus palabras hirientes...

Y es que sigo sin entender como alguien puede cambiar de la noche a la mañana por otra mujer que no lo acompañó en sus malos momentos, y en sus logros. Sigo sin entender como una mujer que ni siquiera sabe tus gustos y tus disgustos, pudo hacerte cambiar de tan mala manera. Pero te agradezco, porque después de 41 años, pude soltar mi pasado y pude soltarte a ti, y ahora que me dices que me extrañas, puedo decirte que te mando saludos desde el cielo. Porque querido amor, he muerto después de 6 años...
PD: Te esperaré, con brazos abiertos y un corazón dispuesto.

Cuando Nicolás tuvo la oportunidad de leer esta carta, era muy tarde para sentirse culpable del suicido del amor de su vida, a quien había lastimado y herido sin ninguna razón, pues, la mujer por la que él había cambiado de manera negativa, lo había dejado sin siquiera poder moverse, sin siquiera un vaso de agua, pues esa mujer, no lo amaba como Isabella lo hacía...
El arrepentimiento corría por sus venas, y mientras pedía limosna en una calle del centro de la ciudad, pensaba una y otra vez: "¿Por qué nunca sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos?"

- Isabella, en donde quiera que te encuentres, quiero que sepas que te amo y me arrepiento por haberte hecho pasar cosas que nunca mereciste...

Te lo digo de corazón...

Te lo digo de corazónWhere stories live. Discover now