CAPÍTULO 6: Estadía en el hospital

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Matías

Abro los ojos pesadamente y veo el techo blanco y un suero conectado a mí. Estoy en un hos...

Nah, no sirvo para el dramatismo. Sigo montado en mi moto y con la expresión papel.

Pero todavía no sé si frené a tiempo.

El impacto lo sufrió mi hermosa y preciada motocicleta Yamaha Tracer 900. Y la verdad no quiero pararme a ver el daño ocasionado, pues el choque fue fuerte. Si preguntan que contra qué fue donde choqué, fue en una acera previa a una peligrosa curva.

En lo que a mí respecta y exceptuando que estoy asustado por mi moto, estoy bien, casi quedo inconsciente, pero soy muy fuerte y resistente; es más, de verdad creo que hubo emoción.

-¿Viste eso Sofía? -le pregunto agitado, al fin reaccionando del shock-. Creo que estas son las emociones que te fal... ¿Sofía? Ay no -creo que en lo que respecta a Sofía tal vez sí despierte en un hospital, pues sí se quedó inconsciente y aún abrazada a mí-. Sofía no... no me hagas esto -me doy vuelta como puedo, procurando no moverla e intento despertarla con palmaditas en el rostro llamándola repetidas veces. Sí, cero romántico, pero la borrachera creo que se me fue de golpe.

Ella no reacciona.

Y yo me asusto más.

Aunque no entiendo, ella y yo no sufrimos daños físicos que yo sepa, tal vez solo se desmayó del susto. Aún así, tengo una última alternativa y si no funciona, mi próxima parada será el hospital más cercano.

No puedo hacer ningún movimiento brusco, tal vez se dislocó o fracturó algo, así que sostengo su rostro con ambas manos y la beso.

Comienzo a asustarme, ella no me corresponde, sus labios siguen igual de dulces y carnosos, pero no es lo mismo besarla estando ella inconsciente que cuando consciente, pero lo hago para que reaccione.

«Espero que funcione...»

Y cuando estoy a punto de perder las esperanzas y mentalizarme por dónde queda el hospital más cercano, es cuando siento su lengua reanimarse poco a poco y así el beso se intensifica más, luego siento sus brazos abrazando mi cuello.

Sí, Sofía ya despertó.

-Hey, me asustaste -le confieso con el susto evidente en las palabras y ya no puedo resistir, la abrazo, ella me corresponde con la misma ansiedad, parece que también despertó asustada y aturdida-. ¿Estás bien, te duele algo? -la inspecciono preocupado.

Y no es para menos.

-El cuello -responde con dificultad, tocándose el área afectada, así ya tengo una hipótesis de lo sucedido. Al chocar la moto parece que el cuerpo de Sofía hizo un movimiento muy brusco debido a la gravedad y se fue con violencia hacia mí, además del susto-. Ay Matías, tuve tanto miedo de morir...

-Tranquila, ya pasó, más bien perdóname a mí por imbécil -la tranquilizo con suavidad en mi voz, volviendo a abrazarla con cuidado, pues a Sofía apenas le sale la voz y está bastante pálida, parece que también la embriaguez se le fue de golpe.

Todo esto me lleva a deducir tres cosas:

Uno, soy un torpe gusano idiota como me dice Sofía, creo que exageré un poco con eso de la emoción... Nah, qué va, es la primera vez que me sucede, solamente tengo que tener más cuidado cuando estoy ebrio y bruto. Segundo, creo que además de cantante, debo estudiar para detective, pues soy muy rápido para hipótesis y teorías, la mayoría acertadas y tercero, debo dirigirme al hospital, ya.

***

Sofía

Abro los ojos con pesadez, una suma pesadez, además siento que me explota la cabeza. Intento parpadear pero me es casi imposible, al segundo intento lo logro apenas, al tercero poco a poco y al cuarto ya lo consigo. Poco antes siento un movimiento brusco cerca mío pero lo ignoro, este dolor me aturde.

No se busca, llega #EndlessAwards2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora