Presas de la noche

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Diego rápidamente fué a donde estaban su amigos, pero intentando a la vez no hacer tanto ruido, y pasar desapercibido.
—miren, ahí está Diego. Dijo Ximena al ver que se acercaba, y cuando el llegó todos lo notaron muy raro, muy apagado, muy depresivo, por lo que las preguntas no se hicieron esperar:
—¿Que te pasa Diego? Le preguntó Fernanda, pero Diego no respondió y solo veía a la pared que estaba detrás de los demás, y todos se le quedaron viendo hasta que vieron cómo su ojo se llenaba de agua y escurrió una lágrima y lentamente se deslizó en su mejilla.
—Diego, ¿Estás bien? Le preguntaron todos
Diego reaccionó, y dijo:
—mmmm....mmataron....mataron a Manuel...
—¡¿Que?! Zazil dijo en un tono fuerte, por lo que Diego en seguida dijo:
—¡shhhhhhh!, Hay que actuar normales, como si no supiéramos nada, y cuando logremos rescatar a Pamela y a Luisa les diré con más calma, y no...escuchen bien esto...por lo que más quieran no confíen en el squad, ¿Entendido?
—okay...todos respondieron muy serios, y muy extrañados de todo esto, ya que aún no digerían bien lo que les había contado Diego. Todos actuaban como si no supiéran nada, e inmediatamente cuando se acercó Mafer Diego le preguntó
—¿Dónde están nuestras amigas?
—están en el auditorio, vamos a recatarlas, Diego al saber que ahí fué donde asesinaron a su amigo, y que no había nada más que velas en el auditorio, inmediatamente supó las intenciones de Mafer, por lo que pensó en una excusa:
—ehhh, no...no...al decir esto, todos lo miraron extrañados, incluyendo Mafer.
—es que...tengo sed, y...y quería una botella de agua, y mis amigos quieren igual algo de tomar.
—ahh, ¿Quieren que los acompañe? Preguntó Mafer
—no, no, no.... ehhh...así estamos...bien... si quieres puedes venir en unos....10 minutos...y rescatamos a nuestras amigas, ¿Vale?
—ooookay, está bien, los veo en 10 minutos. Dijo Mafer algo extrañada, y se fué, y todos empezaron a caminar a la cafetería. Cuando iban más alejados Alan le preguntó en voz baja:
—Diego, ¿Que chingados sucede?
—es que en el auditorio asesinaron a Manuel, y piensan hacer lo mismo con nosotros. Al escuchar esto a todos se les heló la sangre, y continuaron caminando a la cafetería, al llegar, Diego agarró una botella de agua, y los demás agarraron latas de refresco, las destaparon y se sentaron
—miren, tengo un plan. Dijo Diego en voz baja:
—ahorita que venga Mafer, hacemos como que vamos al auditorio, pero cuando estemos algo cerca del edificio B la tiramos, y nos vamos corriendo al edificio B, nos pasamos al edificio C, llegamos al edificio E y bajamos a la biblioteca, para perderlas en caso de que nos persigan.
—¿Porque no solo pasamos a la biblioteca? Preguntó Ximena
—porque si corremos a biblioteca por el patio somos blancos fáciles, en cambio en los edificios no, y hay más probabilidad de que las perdamos, y tengamos tiempo de ver dónde están Luisa y Pamela.
—okay, okay. Dijo Ximena
—si, ahora ya saben el plan, yo les aviso con un "ahora" cuando sea el momento de derribar a Mafer.
—vale. Respondieron todos.
Mafer ya iba a la cafetería, pero estaba acompañada con Andrea y Jimena, al ver esto, Diego alcanza a decir en voz baja,
—Ximena y Alan derriben a Mafer, Zazil y Fernanda derriben a jurado y yo derribo a Andrea. Finalmente llegan y Mafer les dice:
—ya es hora de rescatarlas
—okay, pues vamos. Dice Diego y empiezan a caminar al auditorio, mientras más se acercan más nerviosos están, y en lo único que piensan es en el plan que les dijo Diego, se acercan más y más, y conforme más cerca están, todos se ponen aún más nerviosos, Mafer, Andrea y jurado están atrás de ellos y todos se percatan de ello.
Diego no deja pasar más tiempo y grita:
—¡AHORA!, Rápidamente Ximena y Alan se voltean y empujan a Mafer, y está cae ya que no se esperaba eso, y Ximena y Alan salen corriendo al edificio B, Fernanda al voltear le dió una patada en la rodilla derecha de Jimena, y está cayó al suelo por la inestabilidad de su rodilla derecha. Pero Jimena aún así se apoyó en su otra rodilla e intentó ponerse de pie, y Zazil la empujó cuando está se iba a parar, y la tiró fácilmente, Diego por su parte, se volteó y empujó a Andrea, pero esta no se cayó, por lo que Andrea se abalanzó contra Diego y Zazil y Fernanda rápidamente fueron a ayudar a Diego, cuando llegaron, donde Diego estaba forcejeando con Andrea, Fernanda le soltó una patada en el estómago a Andrea, y está por el dolor dejó de forcejear, y Diego que la quitó de encima, Diego se paró y fué corriendo al edificio B, pero Mafer y Jimena se habían puesto de pie otra vez, y empezaron a perseguir a Diego y a Fernanda. Cuando llegaron al edificio B, Fernanda entró y cerró la puerta con seguro, Mafer ya no puedo entrar y rápidamente se fué a buscar otra manera de alcanzarlos.
Rápidamente, todos corrieron por las escaleras del edificio B para después correr al edificio E como acordaron en el plan, pero al pasar al edificio C, se encontraron con Lariza, quien los estaba esperando, pero ellos no se detuvieron, y siguieron corriendo a donde estaba Lariza, Diego sacó su pistola y apuntó a Lariza:
—Lariza, no me obligues a disparar y apartate de nuestro camino. Lariza al ver que Diego la apuntó con su arma, ella solo se le quedó mirándo y sin decir nada se apartó lentamente.
—¡rapido, dime dónde están nuestras amigas!
—...en el auditorio...
—Yo sé que ahí hay una trampa, ¡Dime la verdad! ¡¿En donde están?!
Se alcanzaron a escuchar unos pasos, desde la planta baja del edificio C
—no, dirá nada, ¡vámonos antes de que nos alcancen! Dijo Fernanda, y entonces Diego se volteó y justo cuando iban a empezar a correr, Lariza dice con una voz inocente:
—en biblioteca...están en biblioteca...ahora váyanse antes de que suban las escaleras. Al escuchar esto todos siguen corriendo al edificio E
—¿Vamos a confiar en Lariza? ¡No podemos! ¡Estoy casi seguro que es una trampa! Dijo Alan mientras corría
—de todas maneras esa es nuestra parada final, para perder de vista al squad, y con lo que nos dijo Lariza no perdemos nada en comprobar si lo que nos dijo es verdad. Respondió Diego.
Finalmente llegan al edificio E y bajan a la planta baja, donde está biblioteca, entran lo más rápido que pueden pero a la vez con precaución, ya que no saben si Lariza les dijo la verdad, entran e inmediatamente empiezan a buscar toda la biblioteca, hasta que van al almacén de la biblioteca, abren la puerta y ahí estában, Pamela, Luisa junto con otra persona, los tres estaban atados de las manos, con un trapo en sus bocas para que no hablarán, y Luisa era la única que estaba atada de los pies.
—aquí están Pamela y Luisa, pero no sabemos quién es el
—es el novio de Giuliana, se llama París, hay que desatarlos antes de que el squad sepa dónde estamos. Dice Alan. Todos proceden a liberar a Pamela, Luisa y Paris, y al ser liberadas Luisa y Pamela abrazan al crowd (o lo que queda de el)
—muchas, muchas gracias amiguitos. Dice Pamela
—no mamen, ya no soportaba estar ahí. Dijo Luisa
—ni yo. Intervinó Paris
—¿Tu que hacías secuestrado? Preguntó Alan
—pues, nos hicieron una emboscada, y a mi me secuestraron
—¿Y porque no tienes tu atuendo de revolucionario? Preguntó Fernanda
—estos pendejos me lo quitaron, y no sé dónde lo pusieron
—weyes, lamento interrumpir, pero no se les olvide que venimos a rescatar a nuestras amigas, y creo que el squad viene a revisar la biblioteca. Dijo Diego
—salgamos de aquí y hablamos con más calma. Le dijo Alan a Paris.
—¡Verga!, Jimena y Andrea ya entraron a la biblioteca, y tienen cuchillos. Dijo Fernanda en voz baja
—hay que dar vueltas en la biblioteca para que sigamos sin ser vistos. Dijo Paris
—vale, vale. Dijeron todos. Todos estában avanzando cuando escuchan que Andrea dice:
—¡Ya los vi! Todos se alteran y empiezan a correr entre los pasillos de la biblioteca, pero no sirve de nada, ya que Andrea no los pierde de vista, y Jimena ya está apunto de acorralarlos, pero Diego se le ocurre algo, cuando Jimena va pasando en el pasillo para acorralar al crowd, Diego está empujando el librero, y al ver que necesitaba ayuda, Fernanda también lo empuja, y finalmente logramos tirar el librero y este cae sobre Jimena, se escucho un crujido de huesos, como cuando te truenas los huesos, pero aumentado a diez o aún más, todos supieron lo que aquello significaba, el librero había roto la columna de Jimena y también le había roto el craneo, y quitandole la vida.
—rapido, ¡salten el librero y salgamos de aquí! Dice Diego, y todos uno por uno saltan el librero caído y corren a la salida de la biblioteca, y Andra ya no los persigue ya que se quedó a ayudar a Jimena.
—Bien, ahora tenemos que salir de la escuela. Dijo Ximena
—¿Tienes una idea, Diego? Preguntó Luisa
—no tenemos de otra más que luchar hasta la salida. Responde Diego
—¿Bromeas? Es casi una muerte segura, tiene que haber otra opción. Dice Zazil
—¿Cual otra opción ves para salir?
—tenemos que pensar en un plan.
Mientras todos estaban tratando de idear un plan para salir, empiezan a escuchar disparos que vienen de afuera.
—¿Que vergas está pasando allá afuera? Preguntó Luisa
—no se, pero concéntrate en pensar un plan. Respondió Diego. Los disparos se fueron haciendo más y más intensos, y a lo lejos vieron que el novio de Mafer estaba defendiendo la escuela, disparando a quien fuera que estaba atacando.
—podemos aprovechar que se están peleando para escapar. Dijo Fernanda.
—pero estaríamos en fuego cruzado. Dijo Alan.
En eso ven como los revolucionarios logran entrar por la puerta principal de la escuela, y empiezan a disparar a diestra y siniestra.
—supongo que vienen a rescatarte. Le dijo Zazil a Paris.
—yo también supongo eso. Respondió Paris.
—pues ve con ellos, para que le evites el trabajo de andar buscándote en toda escuela. Dijo Diego
—vale, iré con ellos y nosotros siganme para que los cubramos y salgamos ustedes y nosotros. Dijo Paris
—me parece buena idea, a las 3...1...2...¡3!, Todos empezaron a correr (de nuevo) a donde estaban los revolucionarios y ellos a lo lejos los vieron.
—¡Miren! Es Paris! Dijo Ximena Delgado mientras lo señalaba. Y al escuchar esto, los revolucionarios   vieron a donde señaló Ximena Delgado, ya que ellos venían a rescatarlo, pero por el descuido una bala le dió a un revolucionario.
—¡Mierda! Dijo Paris mientras corría, ya que el vió como cayó uno de sus amigos al suelo.
—¡sigan corriendo!, ¡Ya casi llegamos! Gritó Diego a los demás. Todos siguieron corriendo y los revolucionarios los estaban esperando, mientras seguían defendiéndose a punta de disparos.
Paris fué el primero en llegar con los revolucionarios, puesto que era el que estaba más adelantado de todos, y cuando llegó, los revolucionarios empezaron a retroceder, pero Alex arrastraba a su amigo que estaba herido, mientras los demás seguían disparando sus ballestas y una que otra arma de fuego, el crowd siguió corriendo y salieron de la escuela primero que los revolucionarios, ya que ellos iban más lento por estar defendiéndose y ayudando a su compañero. El crowd corrió hasta llegar al Seven, y ahí se detuvieron.
—¡Vámonos a otro lado weyes! ¡Ya no hay que detenernos hasta estar lejos de aquí! Dijo Luisa.
—hay que ayudar a los revolucionarios. Dijo Fernanda
—¿A los que?. Preguntó Pamela
—los que van saliendo de la escuela, vestidos con horongos y sombreros se hacen llamar "los revolucionarios" y van en nuestro mismo salón.
—¿En qué los vas a ayudar?, si ya están afuera. Dijo Alan
—wey, uno de los suyos está herido, y aún les siguen disparando, a pesar de que ya están afuera de la escuela.
—Fer, hay que irnos. Dijo Zazil
—adelantense ustedes. Dijo Fernanda y salió corriendo con los revolucionarios, y cuando llegó con ellos les dijo:
—vayan para el Seven, ahí no llegan tantas balas.
—¡Entonces, vamos! Dijo Giuliana, y los revolucionarios empezaron a ir para el Seven, Fernanda ayudó a Alex a arrastrar al revolucionario herido, hasta que llegaron al Seven y lo pusieron en el piso, y Fernanda rápidamente le quitó el sombrero que le estaba cubriendo el rostro, a aquel revolucionario mal herido, que no paraba de derramar sangre, al quitarle el sombrero vió que era Hugo, y ella se quedó en shock, no sabía que decir ni qué hacer, Hugo estaba muy mal, había perdido mucha sangre y los demás revolucionarios se pararon alrededor de él, y empezaron a querer ayudar a Hugo con gasas, y alcohol que habían recogido antes, pero no paraba de sangrar, ya que había recibido un disparo cerca del hígado. En eso, el crowd se acerca para ver quién era el revolucionario herido, y ellos solo se quedan viendo, ya que saben que no había mucho que hacer por él...
—¡Hugo!, ¡Hugo!, ¡No te mueras!. Decía Alex a punto de llorar.
—Hugo, por favor dinos algo. Dijo Vania, apunto de llorar al igual que Alex, y poco a poco todos los revolucionarios empezaron a llorar en silencio.
—al menos....rescatamos....a Paris....y...mi muerte...mi muerte no fué en vano.... Dijo Hugo.
—no, no, no, ¡tú vas a salir de esta! Dijo Majo con esperanza de que aún pidiera vivir Hugo.
—los siento chicos....son los.... mejores
....esas fueron las últimas palabras de Hugo, quien después de decirlas cerró sus ojos, y simplemente murió.
—weyes, hay que irnos, porque nos van a salir a buscar el squad. Dijo Diego en voz baja. Y el crowd sin decir ningúna palabra se fueron de ahí.
Después de haber caminado, y estar cerca en la glorieta de insurgentes el crowd paró, ya que Luisa quería hablar.
—oigan, quiero decirles algo.
—¿Que sucede Luisa? Preguntó Diego
—Pamela y yo les agradecemos mucho por habernos rescatado, realmente son los mejores, ustedes no nos abandonaron, anpesar de que parecía una misión suicida rescatarnos...los queremos....el crowd hace un abrazo grupal que para ellos fué loas hermoso de ese día, después de muchas batallas, les hacía falta sentirse queridos, al menos una vez.
—saben, que el crowd es como una segunda familia. Dijo Diego
—jaja, eso sí, es muy cierto. Dijo Ximena
—oigan...pero falta Manuel...¿Dónde está? Preguntó Luisa. Diego al escuchar esto, se le borró la sonrisa del rostro, y su mirada se volvió a perder.
—¿Diego? ¿Estás bien? Preguntó Pamela.
—Es que el... murió.. dijo Alan muy seco.
—¡¿Que?!, ¡¿Cómo pasó eso?!. Preguntaron Luisa y Pamela.
—Nosotros no sabemos bien, Diego fué el que vió como lo asesinaron.
—¡¿Lo asesinaron?!, ¡¿Y quién fue el hijo de su puta madre?!. Preguntó Luisa con voz quebrada, ya que también le dieron ganas de llorar.
—fué Andrea...ella engañó a Manuel, y lo llevó al auditorio, yo como estaba saliendo del baño, los ví a los dos, pero vi que Andrea tenía un cuchillo en el pantalón...y decidí ir a ver, por si Manuel necesitaría ayuda, pero cuando ví, Andrea le clavó un cuchillo muy fuerte y muy rápido...no puede hacer nada para salvarlo...Dijo Diego, mientras le salía una lágrima de su ojo derecho.
—no entiendo que les pasa a todos...nunca creí que el squad fuera hacer cosas tan horribles. Dijo Pamela.
—¿Para que las secuestraron? Preguntó Zazil.
Pamela y Luisa se miraron y fue Luisa la que contestó la pregunta de Zazil.
-Cuando se fueron, escuchamos ruido en el departamento de Daniela, decidimos ir a ver que pasaba, al estar bajando las escaleras, nos dimos cuenta de que Jimena, Mafer y Lariza estaban saliendo del departamento, dejando a Daniela, Julio, Andrea y Francia en el departamento, nos acercamos a la puerta y pegué el oido para escuchar que decían, estaban hablando sobre traicionar a las que habían salido, y entonces no sé que pasó, tal vez respire demasiado fuerte, di un mal paso, pero oí pasos acercarse a la puerta y abrirla, Daniela nos miró con cara de amargada y nos preguntó que hacíamos ahí, le respondí que estabamos buscando armas en todos los pisos para deferdernos, pero mientras nos ibamos, nos emboscaron, nos tomaron a Pamela y a mi.
Todos fruncimos el ceño, ¿por qué habrían de traicionarse?
Nadie hizo la pregunta en voz alta, pues sabían que ninguno tendría la respuesta.
Siguieron caminando, pero al llegar a Álvaro Obregón, llego una respuesta que nadie se había planteado.
-¿A dónde vamos? Preguntó Pamela.
-Esa es, en efecto, lo mismo que iba a preguntar yo. Dijo Diego.
-no lo sé, pero sigamos avanzando. Dijo Alan, mirando nerviosamente a su espalda.
-¿Por qué? Preguntó Zazil
-Bueno, acabamos de fugarnos de su fortaleza, si fuera ellos, en el instante en que estuvieran todos listos, vendría a por nosotros.
Todos se pusieron nerviosos ante las palabras de Alan, las cuales eran ciertas.
-Ok, ok. Entonces avancemos rápido, en el camino veremos hacia donde irnos. Dijo Ximenita mientras apresuraba el paso, igual que los demás.
Entonces y solo entonces, a Fernanda se le prendió el foco.
-¡Podemos ir a mi casa! Dijo acelerando el paso aún más para tomar la delantera
Todos parecieron de acuerdo.
-¿Dónde es? Preguntó Pamela.
-Bueno, no es tan lejos, son tan solo unas cuantas cuadras. Pero deberiamos de tener cuidado, cuando llegamos, me di cuenta de que Diego (el novio de Mafer) tenía una camioneta, lista para partir cuando quisiera, tenemos suerte de que esta calle sea sentido contrario, pero sugiero que estemos atentos, podrían estar a la vuelta de la esquina.
-Gracias por las palabras de confianza. Dijo Alan con sarcasmo.
Al llegar, Fernanda sacó un cuchillo de su mochila y se puso a trabajar en la puerta, hasta que escuchó un pequeño "click" y empujó la puerta, abriéndola.
Entraron y se toparon con cajas y cajas en el pasillo.
-¿Qué es todo esto? Pregunto Ximena.
-Material de laboratorio. Pasen a la oficina y siéntense, ahora vengo, dijo mientras seguía por el pasillo, adentrándose en una de las habitaciones. Regresó en menos de cinco minutos.
-Bueno, ahora que estamos todos reunidos, necesitamos un plan. Dijo Diego mientras se levantaba de su asiento, llamando la atención de todos.
-¿Un plan para que?, los vemos y los matamos a la verga. Dijo Fernanda.
Diego rodó los ojos ante su comentario.
-Bueno, eso no funciono muy bien las otras veces, ¿o sí? Dijo recordando a los amigos que habían perdido.
-Touché.
-Pero, ¿qué plan podemos tener? Casi siempre andamos corriendo. Dijo Ximena
-Bueno, si nos encuentran, tenemos que tener un plan. Dijo Luisa
-Oh, nos van a encontrar. Dijo Fernanda, mientras veía que tenía en su mochila.
-Gracias por el optimismo. Dijo Alan, rodando los ojos.
-No, lo digo en serio, Julio sabe donde vivo. Al escuchar esto, todos entraron en pánico.
-¡¿Entonces por qué vinimos aquí?!
Fernanda los miró con cara de "no mamen"
-Porque soy la verga y tengo un plan. Lo pensó durante unos instantes para después mirarnos. Bueeeeno, más o menos.
-¡¿Y por que estabas renegando de mi idea de tener un plan?! Le preguntó Diego enojado.
-¡Porque aún no tenía el plan hecho!
Ahora todos la miraron a ella con cara de "no mames"
-Bueno, volvamos a sentarnos y discutamos esto, yo creo que aún tenemos alrededor de veinte minutos, puede que media hora.
Todos se volvieron a sentar y era Fernanda quien ahora estaba de pie.
-Miren, dejé mis llaver caer en la escuela frente a Julio, y estoy segura de que no es lo suficientemente estupido como para no haberlas recogido, lo bueno es que la puerta sigue caliente por el sol de la tarde, por lo tanto está hinchada, tenemos al rededor de un minuto para irnos, cuando escuchemos que abren la puerta, les va a costar. En fin, ahora, cuando oigamos ese sonido, me seguirán, iremos a la puerta blanca de acá al lado, es la entrada de los empleados al restaurante, cuando estemos ahí, iremos a la parte de atrás, donde se lavan los trastes, saldremos por la puerta negra y cerraré la puerta por si tratan seguirnos, tendrán que volver a dar la vuelta, y mientras tanto, nosotros los estaremos esperando, listos para partirles la jeta, alguien se encargara de pinchar las llantas de la camioneta, haciendoles imposible seguirnos, estoy casi segura de que se van a dividir en dos, unos van a subir a la azotea y otros van a regresar para intentar salir por la otra puerta, los que tengan armas de fuego, se van a esconder detrás de los carros, la camioneta, y los que tenemos armas blancas, lucharemos cuerpo a cuerpo. Y al final, para que no nos sigan, tengo preparado un gran cierre.
Todos se quedaron estaticos y como no, había planeado todo de pies a cabeza, claro, excepto la batalla, ahí cada quien trendá que tomar la rienda de sus propias acciones.
Fernanda se fue de ahí, seguida de Alan y Ximena, quienes tenían sus dudas.
La encontraron en el pasillo, abriendo una de las tantas cajas, y sacando una garrafa color ambar de cuatro litros de un liquido indefinido, lo dejó en el suelo y fue a abrir otra caja, sacando un bote de un polvo también indefinido. Al final, tomó el bote y la garrafa y abrió la puerta de la cocina, se dirigió a la cocina y comenzó a preparar su "gran final"
-¿Que pitos haces? Dijo Alan, sacando a Fernanda de sus pensamientos.
-Hmm, no sé como llamarle, es un experimento que ví por ahí.
-¿Qué es lo que va a hacer? Preguntó Ximena, Fernanda solo sonrió.
-Te diré que el clorato de potasio se usa en la pirotecnia, y el acido sulfurico es un reactivo con el que se lleva bien.
Mientras ellos tres estaban en la cocina, en la oficina se escuchó el grito de Luisa llamando a Alan, se despidió con la mano y dejó a las dos chicas solas.
-¿Qué pasó? Preguntó cuando llegó a la oficina.
-Tu traes un arma para mi, ¿no, wey?
-Ah, si. Alan abrió au mochila y comenzó a buscar en ella, hasta que sacó el arma que habían escodigo para ella, una Uzi.
-Gracias. Dijo Luisa guardandose su arma.
-Y, oye Luisa, ¿nos enseñas a recargar esto? Preguntó Zazil levantando su arma.
-No mamen, están bien mecos. Dijo Luisa mientras tomaba el arma de Zazil y les enseñaba como recargarla.
Diego y Alan siguieron sus pasos mientras lo hacia con la de Zazil.
-Woaaah. Dijeron al final todos, y no era para más, Luisa era la verga.
Pamela se acercó a la ventana, corrió un lado de la ventana y miró hacia fuera, le habían dado el tubo con el que antes cargaba Manuel, y un cuchillo, por si se encontraba suficientemente cerca de su enemigo. No sabía cuánto tiempo había pasado, hasta que vió una figura acercarse por la calle, era una camioneta, volteó a ver a sus amigos y justos se dirigeron a la cocina, donde estaban Fernanda y Ximena hablando de vanalidades.
Al final se quedó con tres bolsas llenas de clorato de potasio y un poco de azucar, había tomado también unos cuantos tuvos de ensayo y los había llenado de acido sulfurico, estos ultimos los atoro a su pantalon, sabiendo que si el acido sulfurico reaccionaba con el clorato de potasio y el azucar, no iba a terminar bien para ella.
-Ya están aquí. Dijo Pamela entrando donde estaban ellas.
Al momento de que lo dijo, se escucho el sonido de las campanas de viento en la puerta, ahora empezaba a correr su tiempo.
Todos tenían una mirada de miedo en sus ojos, pero también había confianza, si iban a morir, iban a dar lucha.
Fernanda fué primero, abrió la puerta mientras los demás la seguían, escuchaba los latidos de su corazón, pero también la puerta, tenían veinte segundos y contando.
Cuando dio la ultima vuelta a la llave, empujo la puerta y dio paso a sus amigos, tomó la llave de la puerta y la cerró.
Tenían diez segundos.
Fernanda comenzó a darle todas las vueltas posibles a la llave. Cinco segundos.
Al terminar, escondió la llave por ahí, se reunió con sus amigos en la otra puerta.
Ya no había tiempo, escucharon como la puerta se abría ya después de un rato, Diego alzó la mano e hizo una cuenta regresiva desde el cinco, cuando todos sus dedos estaban abajo, salimos a la calle, los que tenían armas de fuego, al instante se fueron a sus posiciones, los que tenían armas blancas se pegaron a la pared, para que al salir no los vieran tan fácilmente, en ese mismo instante se escucho también como se ponchaban dos llantas a la vez, escucharon unos pasos aproximarse de nuevo a la entrada y todos aguantaron la respiración mientras se preparaban, esto iba a ser un baño de sangre.
Por la puerta salieron Daniela, Lariza, Andrea y el novio de Mafer.
El primer disparo que uno de nosotros dió fue a dar directo al estómago de Daniela, quien se sujeto la herida y cayó de rodillas, sus demás compañeros se pusieron a la defensiva de inmediato, solo dos de ellos llevaban armas de fuego, y uno de ellos era Daniela, el novio de Mafer comenzó a disparar hacia donde quiera que veía movimiento, podría jurar que le dió a una paloma al otro lado de la calle, aún no habían visto a las chicas escondidas.
Cuando los disparos dejaron de sonar, dandole paso a el sonido de un arma vacía, saltaron a la acción, Pamela reunió toda la fuerza que tenía, y le dió un golpe a el novio de Mafer en una sien, dejandolo inconsciente. Ximena usó su lanza, y trató de herir a Lariza, pero ella se salió del camino, cuando Fernanda vió a Andrea, la sangre empezó a hervir en sus venas, tenía la sangre de uno de sus amigos en sus manos, la iba a hacer sufrir bien y bonito.
Tomo una de las bolsas que había llenado antes, y con un clavo de su bate la desgarro de un lado, Andrea venía hacia ella, con un cuchillo en una mano, y en la otra un palo de escoba con punta al final de este. Tomó su bate, para ayudar a desviar los golpes que podría dar con esa lanza, quería que acercara un poco más. Y cuando vió la oportunidad, le lanzó la bolsa encima, dejando que todo su contenido cayera en ella, Andrea no se preocupo ni un poco, no sentía dolor alguno, solo una pequeña molestia cuando un poco de polvo se metió en su ojo.
Pamela estaba por ir a ayudar a Ximena a acabar con Lariza, y Fernanda estaba por sacar la otra bolsa de su mochila cuando algo las distrajo a ambas, disparos desde el techo, y también Mafer saliendo por la puerta, lo cual llevo la atención de Pamela, pero al igual que Lariza, Mafer no regresaba los golpes, solo los esquivaba, mientras que de vez en cuando le daba una mirada preocupada a su novio en el suelo.
Los que tenían las armas de fuego estaban por comenzar a dispararle a Julio, quien era el que disparaba desde arriba, pero tan rápido como los disparos comenzaron, se detuvieron, vieron con asombro como Francia peleaba con Julio por la pistola, cerca del borde del edificio.
Entonces sonó un disparo, y Julio cayó del edificio llevándose a Francia con él, pero Francia no tuvo que lidiar con un disparo en la pierna, así que en un acto para sobrevivir, se agarró de un cable de la luz, que por poco y la electrocuta, se soltó a los segundos y cayó en el árbol que estaba bajo ella, esperando que amortiguara su caída, pero no vió la rama partida que había, la cual la esperaba con una punta lista para atravesarla, quitándole la vida.
Fernanda tomó la distracción de Andrea al ver como se le quedaba viendo al cuerpo sin vida de Francia en el árbol, tomó la otra bolsa y la vació encima de ella, trayendo a Andrea de vuelta a la realidad.
-¡¿Qué mierda es esto?! Preguntó Andrea, acercándose otra vez a Fernanda, lista para atacar.
-Sabía que no siempre tenías ese vocabulario de princesita buena, todos te creyeron tu teatro, pero eres demasiado recta para ser normal. Fernanda hizo una mueca mientras la barria con la mirada, para después regalarle una sonrisa burlona. Supongo que esas clases de teatro si funcionan después de todo.
Andrea abrió la boca para responder, pero no tuvo la oportunidad, Fernanda se acerco a ella, con un tubo de ensayo en su mano, lleno de ácido sulfúrico. Lo metió a su boca antes de que reaccionara, tomó su mandíbula y la cerró con fuerza, causando que el tubo se rompiera y el ácido corriera por su garganta y comenzara a hacer estragos en su interior, Fernanda tomó otros dos tubos de ensayo y se los lanzó con fuera suficiente para que cuando impactaran con su cuerpo se rompiera, produciendo lo que quería desde un principio, una reacción exotermica, al momento en el que el ácido sulfúrico entro en reacción con el clorato de potasio y el azúcar, las llamas comenzaron a ser presentes, danzando sobre la piel de Andrea, y comiendosela de poco a poco.
Fernanda lanzó los tubos restantes, solo se quedo con uno, por si las moscas.
Todos pararon de hacer lo que hacían, y observaron como Andrea rodaba y hacia lo posible para apagar las llamas, pero era demasiado tarde, el fuego habia tomado su propia fuerza y no pensaba extinguirse hasta acabar con su vida.
No se oyó ningún grito, el ácido sulfúrico que se trago debió de haber terminado con sus cuerdas vocales.
El tiempo se detuvo durante ese momento, nadie se movió de donde estaba, Mafer volteó al suelo, donde esperaba encontrar el cuerpo de su novio, pero se asustó ya que no era así, levantó la mirada y lo buscó por todos lados, pero no lo vió.
Quien lo vió fue Zazil, ya que lo tenía a un lado, apuntandole con su pistola.
Zazil miró a todos por ayuda, y el primero en reaccionar fué Diego, quien tomo su propia arma y apuntó a la cabeza de su tocayo.
-No te conviene hacer eso, amigo. Un movimiento y le vuelo los sesos a tu amiga.
Tomó a Zazil del brazo y la jalo con él, mientras iba avanzando hacia la calle, miro a Lariza y a Mafer.
-¿Qué esperan? ¿Una invitación? ¡SÍGANME!
Ambas chicas se miraron, el miedo desbordando de sus ojos, Pamela al darse cuenta de eso, se acercó a ellas y las tomó de la mano. Todos la miraron sorprendida, pero entonces algo hizo click en la mente del Crowd, aquellas dos chicas nunca atacaron, solo esquivaban, no querían dañarlos.
-¡Como quieran!, de todos modos solo son un estorbo. Dijo Diego al ver que su novia y Lariza no lo estaban acompañado.
Comenzó a alejarse por la calle, y cuando el creyó que estaba a una distancia considerable, les dió la espalda, y arrastrando a Zazil junto a él, a la cual ya le estaban saliendo lágrimas de sus ojos.
Ximena miró su lanza y después a el novio de Mafer, y tuvo una idea, se acercó a la calle, era pequeña y escurridiza, pero solo una apariencia, también era alguien fuerte, y estaba segura de que podría hacer lo que tenía pensado.
Los siguió entre las sombras y cuando estuvo a una distancia considerable y también a un buen angulo, lanzó la lanza, la cual se clavó con un crujido, en el craneo de Diego, quien cayó hacia delante, soltando a Zazil.
Ximena se acercó a ella y la abrazó, Zazil también la abrazó, estaba agradecida después de todo, quien sabe que hubiera hecho él con ella cuando ya no la necesitase.
Regresaron con los demás, los cuales habían visto todo desde lejos. El crowd rápidamente las atrapo a las dos en un abrazo grupal.
-¿Todos están bien? Preguntó Pamela
-si, al parecer si. Contestó Diego
Al separarse de aquel abrazo grupal, recordaron que estaban Mafer y Lariza con ellos, e inmediatamente las voltearon a ver, solo para darse cuenta que ellas estaban muy asustadas, y con un gesto de culpabilidad en sus rostros que no se podía ocultar. Mafer y Lariza al percatarse que todas las miradas del Crowd estaban concentradas en ellas, Mafer dijo sus primeras palabras con voz quebrada:
-oigan, sé que actuamos muy mal con ustedes, los engañamos y lo peor es que intentamos matarlos, pero era porque mi novio nos tenía amenazadas, realmente nosotras nos arrepentimos al luchar con ustedes a último momento, y entiendo que nos odien, y si gustan, están en todo el derecho de querer vengarse de nosotras por lo...Mafer empezó a hablar muy rápido y con un tono de tristeza, tal que ya iba a soltar el llanto, pero Diego la interrumpió:
-Mafer, tranquila, el ya no está más aquí para obligarlas a hacer cosas que ustedes no quieren, no te sientas mal, te perdonamos.
-¿Es enserio?, ¿No están molestos por lo que hicimos?
-puuueeeees....dijo Alan en voz baja.
-no, en lo absoluto, y si quieren, pueden venir con nosotros. Al escuchar esto, Alan, Fernanda, Luisa, y Ximena fruncieron el seño, como queriendo decir, "qué pedo con este pendejo".
-¿enserio?, ¿Confiarían en nosotras después de todo? Preguntó Lariza.
-si, sin rencores.
-Diego, no tenemos suficientes provisiones para más personas. Dijo Fernanda
-luego conseguimos más. Respondió Pamela.
-oigan, vengan tantito conmigo. Dijo Alan a Fernanda y a Luisa en voz baja y muy discreto, y todos se acercaron con el.
-¿Ustedes confían en Lariza y Mafer?
-la verdad no tanto, es decir, no nos atacaron, pero ¿Que podemos esperar de ellas? Más mentiras. Dijo Fernanda
-exacto, aparte como matamos a la mitad de su squad, yo creo que van a querer vengarse de una o de otra manera.
-si, hay que decirle a Diego que no haga pendejas y que así estamos bien
Dijo Alan
-okay, deja lo llamo. Dijo Luisa mientras se dirigía con Diego y lo llevaba donde Alan y Fernanda.
-Diego, no es por nada, pero no hagas pendejadas, ¿Cómo vas a confiar en ellas?
Diego frunció el seño y repudió:
-ay, no mames Luisa, todos tenemos derecho a una segunda oportunidad, aparte a ellas las obligaban.
-¡¿En qué mundo vives pinche tiburón pendejo?!, ¡Despierta!, Eso mismo nos dijeron el squad cuando ya las teníamos arrinconadas. Dijo Alan
-wey, ¿Entonces cómo explicas que no nos atacaron? ¿Y solo esquivaban sus ataques?
-porque a lo mejor no veían que podían ganar. Dijo Fernanda.
-¿Y como explicas que estaban aterradas cuando el novio de Mafer les habló?
-puede que sea otro plan, ¡no mames!
-¿Pero y si no?, ¿Y si es verdad lo que dicen?
-Después de todo lo sucedido, no podemos confiar en ellas. Respondió Luisa.
-pues yo si pienso darles una oportunidad, y no soy el único, ya que Ximena, Zazil y Pamela piensan igual que yo
-¡pues están mal!, ¡Muy mal! Dijo Fernanda
-no, ustedes están mal, y ellas vendrán con nosotros. Dijo Diego mientras se iba con Pamela, Ximena y Zazil, quienes estaban platicando con Mafer y Lariza.
-¡Es increíble que la muerte de Manuel fué en vano!, ¡Tanta sangre derramada para que este pendejo las vuelva a perdonar! Dijo Alan quejándose de la situación.
-no se ustedes, pero no pienso viajar con personas que nos piensan matar en cualquier momento. Dijo Luisa
-no, ni yo. Contestó Fernanda y Alan.
-pues vámonos, ésto es como una mentada de madre para los que murieron. Dijo Fernanda
-¿Pero a donde iríamos? Preguntó Luisa
-ahhh, mierda...tenemos que hablar con los demás y hacerlos reaccionar.
-vale, hay que intentarlo. Dijo Alan
Los tres fueron a donde estaban los demás y Luisa dijo:
-oigan necesitamos que encuentren unas llaves que están adentro de la casa de Fernanda, pero nosotros estamos recolectando armas tiradas de aquí, ¿Creen que Lariza y Mafer puedan ir a buscarlas?
-claro que si, ¿Cómo son las llaves? Preguntó Mafer
-solo hay un juego de llaves, busquen ese juego.
-vale. Contestó Mafer mientras se metía a la casa con Lariza. Ellas al estar adentro Luisa dijo:
-¡¿Están pendejos o que les pasa?!
-¡¿Que?!, ¿Porque lo dices? Preguntó Zazil
-¡¿Porque chingados van a confiar en Mafer y Lariza otra vez?!, ¡¿De nuevo van a caer en la misma trampa?!. Dijo Alan
-cálmense, ellas necesitan una oportunidad, ya no hay nadie que las obligue a nada, y ellas ahora son buenas personas. Dijo Ximena
-¡¿Que les asegura que no los van a traicionar?!, ¡Y que cuando lo hagan no corran con la misma suerte de salir vivos de su trampa!. Dijo Fernanda
-ellas ya no intentaron hacerles daño, eso es muestra de que cambiaron, aparte, ¿No vieron a Francia?, Nos ayudó. Dijo Diego
-wey, no mames, matamos a la mitad de su squad, ¿Creen que no van a querer vengarse?, Aparte ¿Qué tal si Francia quería  quitarle  la pistola  a julio ya que ella era la que quería mataranos?
-pero ellas son las que se sienten mal, y no nos van a reclamar por lo que le hicimos a su squad por defensa propia.
-wey, esto es una mentada de madre para Manuel. Dijo Alan
-¡Fernanda ya tomó venganza por Manuel contra Andrea!, Con eso basta. Dijo Zazil.
-deberas que ustedes están grave, después de los errores, ustedes siguen sin aprender una mierda. Dijo Fernanda
-si esto va a ser así nos tendremos que separar de ustedes.
-¡¿Netas que se van a separar de nosotros solo por una estupidez?! Preguntó Pamela indignada.
-no es cualquier estupidez, esas personas nos intentaron hacer daño una vez, y estoy segura que lo harán de nuevo. Respondió Luisa.
-¡es que ustedes no quieren entender que ellas ya no intentan hacernos daño! Dijo Pamela alzando la voz
-¡no!, ¡ustedes al parecer no aprenden de sus errores! ¡¿Cuantos más tienen que morir para que reaccionen?! Dijo Fernanda alzando la voz igual que Pamela, y al decir eso a todos les impactó y nadie habló, ni su quiera hacian ni el más mínimo ruido y mirándose unos a otros, hasta que Diego decidió hablar.
-miren, sé que ya pasamos por cosas muy duras este día, y no hay que dejar que todo esto nos quite la razón de ser personas "civilizadas", aún que sea un poco, nosotros no somos como las otra persona, que matan y hacen cosas horribles sin razón... nosotros somos chicos buenos, los cuales no decidimos estar aquí afuera por elección propia, si no que mucha situaciones nos obligaron a salir aquí y a luchar por nuestras vidas, creo que sí aún somos esas personas buenas, tenemos que saber perdonar ¿No creen?
Todos se quedaron por un momento callados y Luisa decidió hablar:
-..está bien Diego, pero créeme que nosotros no confiamos mucho en ellas que digamos, vamos a mantenernos alertas, y no nos pidas que confiemos en ellas porque eso ya es imposible, ¿Entiendes?
-okay, pero ¿Al menos puedes lidiar con ella sin pelear?
-pues intentaré, ya que recuerda que ellas fueron complices de la muerte de nuestro amigo, y eso no es algo que les voy a perdonar tan fácil.
-ni yo. Dijo Alan
-entiendo que les duela esto, y no solo a ustedes les duele, a mi también me duele mucho eso, y no es que las perdoné por dicho acto, ya que ellas no fueron las que asesinaron a Manuel, fué Lima...
-chicos, mejor hay que irnos a un lugar seguro. Dijo Zazil
-si, Zazil tiene razón, ya está empezando a anochecer. Dijo Ximena
-vale, ¿Pero a dónde?, Todos los lugares "seguros" los han destrozado por completo. Dijo Alan
-vayamos al negocio de mi madre, descansamos y después vamos a mi departamento, ¿Les parece?. Dijo Luisa
-esa es una buena idea, pero enserio hay que evitarnos problemas, a donde quiera que vayamos, unos weyes quieren matarnos y nos terminan sacando de nuestro lugar seguro. Dijo Ximena
-pues no perdamos más el tiempo, y vámonos. Dijo Fernanda
-espera, faltan Mafer y Lariza, voy a entrar a decirles que olviden las llaves y que nos vayamos. dijo Diego
-ey, ch, ch, ch, ch, ch...tu no vas a entrar solo, te acompaño. Dijo Luisa
-y yo me quedaré acá en la puerta esperando, y si cualquier cosa pasa me gritan. Dijo Alan
-no mamen, no exageren. Dijo Diego
-ya te dije que no confiamos en ellas, y no cambiaremos de opinión. Dijo Fernanda.
-si, ya...entremos por ellas. Dijo Luisa. Ambos entraron y Alan se quedó resguardado la puerta como había dicho, y un minuto después salieron del edificio, primero salió Diego, después Mafer, después Lariza y por último Luisa.
-vale, ¿Todos listos?
-si, vámonos.
Todos empezaron a caminar, y no dijeron ni una sola palabra durante un buen tramo, solo caminaban en silencio, y de fondo se podía escuchar los sonidos de aquellas batallas que se estaban librando cerca de ellos, pero que no les afectaban en lo absoluto, y así caminaron durante media hora, y estaban cerca del negocio de la madre de Luisa, estaban pasando la avenida Álvaro Obregón, sobre la calle de Mérida, y estaban por pasar la calle de Tabasco, pero Diego se detuvo repentinamente, y jaló a Luisa y a Fernanda hacia atrás, ya que un carro sentra a toda velocidad, y si Diego no las jalaba, las atropellaba a las dos.
-¡Verga!. Gritó Fernanda.
El sentra se detuvo bruscamente, y del carro se bajaron 5 tipos con armas de alto calibre, quienes les empezaron a disparar, y el crowd rápidamente corrió a dirección a Álvaro Obregón, pero justamente en Álvaro Obregón, se detuvo un Mustang del cual se bajaron 4 tipos más, y de igual manera comenzaron a dispararles, el crowd estaba acorralado, pero a Zazil se le ocurrió una idea, que era saltarse la barda del centro cultural que estaba enfrente de ellos, y nadie dijo que no, ya que no tenían otra opción, todos rápidamente corrieron a la barda entre ráfagas de balas.
-¡no se detengan!. Dijo Diego mientras corría y a la vez disparaba a donde veía movimiento ajeno a ellos. Todos llegaron a la barda y la empezaron a escalar como podían, no era una barda muy grande, de igual manera a ellos les costaba un poco de trabajo, pero tampoco era algo imposible. El primero en saltar el muro fué Diego, después fué Luisa, siguió, Mafer, y junto con ella Ximena, después Zazil y Lariza, Fernanda prácticamente ya estaba del otro lado, solo faltaba brincar, y caer para que estuviera a salvo, pero se detuvo en medio de la acción, ya que a Alan le había dado en el brazo derecho.
-¡Puta madre! Gritó Alan casi al instante que sintió la bala en su brazo, y después cayó al suelo, Fernanda vió como cayó, y como los tipos se iban acercando a Alan, pero sin dejar de dispararle a Fernada, quien estaba encima dela barda.
-¡¿Que chingados pasó?! Gritó Diego.
-¡le dieron a Alan!, ¡Y voy a rescatarlo!
-¡Mierda! Gritó Zazil.
-¡te cubro! dijo Diego, para posteriormente brincar de nuevo la barda, y quedarse encima de ella para empezar a dispararle a los tipos con máscara, quienes inmediatamente empezaron a defenderse de Diego, a su vez se unió Luisa, quien hizo lo mismo que Diego y empezó a disparar con su Uzi, mientras que Fernanda se regresó para levantar a Alan.
-¡Wey!, ¡Toma mi mano! Gritó fernanda dandole la mano a Alan para que se levantará, y Alan rápidamente se agarró de su mano, y se levantó del suelo con algo de esfuerzo, y con un brazo intentó escalar la barda, pero aún le faltaba ayuda, por lo que Fernanda lo empujó desde atrás y Alan cayó del otro lado de la barda.
-¡VERGAAA!. Gritó Alan mientras se retorcía en el  suelo, ya que al caer, esté cayó sobre su herida.
Después Fernanda cruzó, Diego y Luisa dejaron de disparar para bajarse, pero antes de que intentaran algo a Luisa le dieron en el hombro izquierdo.
-¡Mierda! gritó Luisa mientras se agarraba el hombro, el cual estaba sangrando mucho.
Los demás del Crowd fueron a donde estaban Luisa y Alan y empezaron a ver las heridas de los dos, pero en eso se escuchó un golpe demasiado fuerte en la puerta de metal que los mantenía a salvo en aquel lugar, los tipos enmascarados estaban intentado entrar, chocando sus autos contra la puerta, por lo que Diego, y Zazil llevaron arrastrándo a Luisa. Fernanda y Ximena a Alan, pero para ellos aún era mucho peso, por lo que después Pamela ayudó a Diego y Zazil, y Lariza ayudó a Fernanda y a Ximena. Todos empezaron a arrastrar a los heridos y Mafer quien era la más adelantada por no llevar heridos, intentó abrirles la puerta para que entraran los más rápido posible, pero no pudo hacerlo:
-¡chicos!, ¡las puertas están cerradas!
-¡Verga!, ¡¿Qué hacemos?!. Dijo Diego
-¡Toma mi pistola Diego y dispara a la manija de la puerta a ver si funciona!. Dijo Luisa. Diego agarró el arma de Luisa y Diego apuntó a la manija y jaló gatillo pero no disparó, Diego frunció el seño y jalo el gatillo dos veces más para ver si funcionaba, pero el arma no funcionó.
-¡Luisa!, ¡¿Qué pedo con tu arma?!
-¡En la parte de arriba hay como una palanca, tienes que jalarla hasta donde llegue!
Diego empezó a buscar por aquella palanca.
-¡Wey apúrate qué van a entrar estos weyes! Dijo Fernanda.
-¡Chicos, no hay tiempo, tendremos que pelar! Dijo Mafer
-¡Pero tenemos dos heridos!, ¡¿Cómo los vamos a cubrir?! Dijo Zazil
-¡hay que esconderlos mientras nosotros peleamos! Dijo Lariza
-pero tu, ni Mafer tienen armas.
-¡Yo tengo cuchillos en mi mochila!, ¡Tomen! Dijo Fernanda mientras les daba los cuchillos.
-¡okay!, ¡entonces hay que esconder a Alan y a Luisa atrás de los arbustos!, ¡solo que no hagan ruido!, ¿okay? Dijo Mafer, Alan y Luisa afirmaron con la cabeza. Al estar escondidos, Diego llego y le dió la uzi a Luisa.
-Alan, ¿Tienes tu pistola?
-si
-vale, no usen las armas a menos que sea muy necesario, ¿Vale?. Ambos dijeron que sí.
-¿Cual es el plan? Preguntó Ximena
-miren, los que tenemos armas cuerpo a cuerpo hay que escondernos en la pared que acabamos de brincar, cuando ellos abran la puerta nos van a estar dando la espalda, y los que tengan armas que se pongan apuntado a la puerta, pero desde una distancia lejana, y que encuanto entren estos tipos, les empiecen a disparar. Dijo Mafer
-¡vale, ¡entonces todos a sus posiciones! Dijo Diego. Quien corrió a esconderse junto con Zazil en un  árbol ya que los dos eran los únicos que tenían armas.
Todos se pusieron en el lugar correcto de acuerdo al plan, en lo que estos tipos aún intentaban entrar, chocando sus coches repetidas veces contra la puerta, pero al parecer les costaba mucho trabajo. Todos esperaron más o menos un minuto, pero aún no podían entrar, y todos comenzaban a desesperarse.
-oigan, ¿Cuanto más van a tardar? Preguntó Fernanda
-no lo sé, pero sigan en sus posiciones
Dijo Mafer
-amigas, estoy muy nerviosa. Dijo Pamela
-tranquilas chicas, nosotras podemos contro esos tipos, ni si quiera pueden abrir la puerta. Al escuchar esto todas querían soltar una carcajada, pero sabían que si la soltaban iban a echar a perder el plan, por lo que todas se contuvieron. Pasaron 15 segundos más, después de aquel tiempo, los tipos puedieron abrir un espacio en la puerta para entrar, para su mala suerte, solo cabía uno, entonces entró el primero, pero en cuento esté entró, Zazil y Diego empezaron a disparar dándole 2 tiros en la pierna izquierda y uno en el la mano, después entró el segundo, entró disparando a ciegas, y entre los disparos que recibía por parte de Diego y Zazil, una bala le dió en el pecho y otro en la cabeza, el primero, que estaba mal herido agarró su arma y empezó a dispararles a Zazil y a Diego desde el suelo, Zazil desvío los disparos que estaba haciendo a la puerta para acabar con ese tipo de una vez, y entre esos disparos Zazil le dió una en el cuello, Diego por su parte no le dió al tercero el cual logró entrar, ya estaba entrando el cuarto, pero Zazil enseguida siguió concentrando su fuego a la puerta, de dónde estaban entrando aquellos tipos, si bien no le daban a los dos tipos que ya estaban a dentro, una bala impactó en el hombro del quinto que iba entrando, pero surgió un problema, Diego y Zazil ahora necesitaban recargar, por lo que se escondieron y comenzaron a recargar, pero eso dió oportunidad al sexto tipo de entrar por la puerta, y ellos estaban acorralados, ya que no podían asomarse, eran tantas balas que estaban recibiendo que no podían ni sacar la mano, por lo que Lariza, Mafer, Ximena, Pamela y Fernanda decidieron entrar en acción.
Fernanda tomó impulso, y tiro a uno de los tipos con una patada de taekwondo en la espalda, y en cuanto esté cayó le dió en la nuca con su bate, al pasar esto, los otros dos se percataron de las chicas, y estos se voltearon e intentaron disparar, pero antes de que pudieran reaccionar, Ximena ya me había clavado su lanza en el estómago a uno, y Pamela lo remató pegándole con el tubo de cañería, en eso un séptimo tipo entra por la puerta, y agarra a Pamela por la espalda para querer abatirla, pero Mafer corre hacia aquel tipo, y le clava su cuchillo en las costillas, y este se arrodilla, Pamela aprovecha para voltearse y apuñalarlo varias veces con su cuchillo en el pecho hasta que el tipo pierde la vida.
-¡muchas gracias! Le dice Pamela a Mafer muy agradecida.
-no hay de que, hay que seguir ayudando. Contestó Mafer, y ambas vuelven a la acción, en eso entra el octavo tipo y seguido de el el noveno (y último), estos al saber que está pasando entrenan disparando a diestra y siniestra, pero no consiguen darle a nadie, Fernanda intenta pegarle en la cara a uno de los tipos con su bate, pero este se agacha y la esquiva, para rápidamente darle un golpe con su pistola en la espalda a Fernanda, y está cae al suelo, Ximena aprovechando que el tipo está distraído apuntándole a Fernanda quien está en el suelo, le clava lanza en las costillas, y este igual cae al suelo, pero el otro tipo empieza a dispararle a Ximena y está empieza a correr para no ser alcanzada por las balas, en eso Pamela le pega con su tubo en la espalda, y este se arodilla del dolor, y después apoya sus brazos en el piso, Mafer no desaprovecha la oportunidad y le da una patada en la cara del tipo, quien estaba viendo hacia el suelo, y por la fuerza de la patada este cae de espalda mirando hacia el cielo, este al sentir tal dolor se enoja y saca una pistola corta que tenía guardada, al parecer de emergencia, levanta un poco su torzo  y apunta a Mafer, quien estaba enfrente de el, peroes de que esté jalara el gatillo, Pamela se agachó lo agarró de barbilla, elevando su rostro y le clavó el cuchillo en el cuello, matándolo al instante.
-¡wow!, ¡Muchas gracias! Dijo Mafer
-no hay de que, ahora estamos a mano.
Por su parte Lariza tenía unos cuantos problema, ya que el último tipo que quedaba en combate, estaba sobre ella, y  estaban forcejeando por la pistola, Fernanda al ver esto, corrió a donde estaban forcejeando y agarró al tipo desde atrás tapándole la boca y la nariz, y quitandosela de encima, el tipo intentaba golpear a Fernanda sin exito, y está al no tener su bate a la mano decide agarrarlo fuerte, y girarle la cabeza los más que puede al lado derecho, hasta que se escucha el sonido muy fuerte de un hueso romperse, y el tipo dejara de tener fuerza alguna.
-¡Wow! ¡¿Quién te enseñó a hacer eso?! Preguntó Lariza sorprendida al ver tal acto.
-iba a clases de defensa personal.
-ya veo, muchas gracias, no sé cómo agradecerte que me hayas salvado la vida.
-no te preocupes, para eso estamos.
-oigan, ¿Son todos?. Preguntó Mafer
-al parecer si. Contestó Ximena
-hay que ver a fuera. Dijo Lariza
-¡No!, ¡Esperen!, Puede que haya alguien más esperando a que salgamos, alguien que se asome a ver qué hay del otro lado. Dijo Fernanda
-yo lo hago. Dijo Lariza, y se trepó a la barda, al ver que había, solo encontró con el auto de aquellos tipos dañado de la parte de adelante, y uno de esos tipos intentando levantarse del suelo, sangrando del hombro.
-¡oigan!, ¡Queda uno vivo! Gritó a las demás chicas
-¡hay que ir por el antes de que escape! Dijo Ximena. Rápidamente las chicas salieron una a una y fueron adónde estaba aquel tipo, que intentaba pararse, que estaba arrodillado, y con una palma de la mano recargada en el suelo y la otra en la herida de su hombro mientras miraba el suelo.
-¡alto ahí hijo de tu puta madre! Gritó Fernanda. El tipo sin decir nada miró a Fernanda y ya que no tenía fuerzas se dejó caer de cara mientras las chicas se acercaban más hasta que llegan a donde está el, y Fernanda con su pie lo empuja de forma que quede boca arriba:
-¿Ustedes son los pendejos que tienen la escuela fortificada?
-¿Que?, ¿De qué hablas niña? Contesta el tipo
-no tiene caso que sigas finjiendo, ¿Quieres que volvamos de vuelta con ustedes? Contesta Lariza
-¡ni si quiera se quienes son ustedes!, solo sé que son una perras mal nacidas que se metieron con nosotros
Fernanda se agacha y rapidamente quita la mano del tipo con la cual estaba cubriendo su herida y le entierra su dedo en ella mientras presionaba.
-¡Ahhhhhhhhhhhhhh!, ¡Maldita pe...el tipo no termino de decir la frase cuando Fernanda lo golpeó con puño cerrado en el rostro, y después sacar los dedos de su herida, el tipo solo estaba retorciéndose en el suelo del dolor, cuando Zazil sale a la calle y les grita a las demás chicas:
-¡oigan!, ¡Dense prisa!, ¡Alan y Luisa están perdiendo mucha sangre! Todas voltearon a ver a Zazil y eso fué su grande error, ya que aquel tipo furioso, tomó fuerzas, se paró y se abalanzó a Fernanda por la espalda mientras gritaba como un loco, y logrando tirarla, y una vez en el suelo la agarró del cabello, y la azotó contra el suelo una vez, pero no duró mucho ya que Ximena le enterró su lanza en la espalda, y Lariza agarró el bate de Fernanda y lo remató pegándole en el rostro matándolo al instante.
-¡¿Estás bien?! Preguntó Ximena mientras ayudaba a levantar a Fernanda.
-si, si, no fué un golpe tan fuerte, vamos con Zazil. Una vez de pie, Ximena y Lariza la estaban agarrando de los brazos por si necesitaba ayuda al caminar, pero Fernanda no tuvo problemas al caminar y se soltó de ellas.
Al llegar a donde estaban Alan y Luisa, vieron que la que más estaba perdiendo sangre era Luisa, y decidieron ayudarla a ella primero.
Diego abrió su mochila, era el que traía más cosas de primeros auxilios que los demás, pero no sabía por dónde empezar.
-No mames, wey. Dijo Fernanda exasperandose por estar esperando a Diego, se arrodilló junto a Luisa y descubrió la herida, como la tela no se quedaba en su lugar, la rompió un poco para que no estorbara.
Movió a Luisa un poco, ella estaba despierta aunque se notaba un poco aturdida.
Se fijó en su espalda y pudo notar que la bala no la atravesó y se quedó ahí, tendría que improvisar algo.
—Pasame unas gasas. Exigió Fernanda mientras extendía su mano vacía y esperaba a que se las pasaran.
Tuvo las gasas en sus manos en menos de lo que canta un gallo.
—Zazil, ¿podrías apoyar a Luisa mientras hago mi trabajo? Zazil asintió al instante y se incó a un lado de Luisa, tomó su mano y le sonrió mientras le daba palabras de apoyo.
Fernanda tomó ambas gasas y las acercó a las heridas de Luisa.
—Luisa, voy a apretar tu herida para que sacar la bala. Luisa asintió en su dirección y Fernanda prosiguió en su labor, cuando apretó la herida de Luisa, ella hizo lo posible por no chillar.
Fernanda apretaba la herida de Luisa como si de un grano se tratase, tratando de sacar la bala, ya que no tenían nada semejante a unas pinzas, la bala comenzó a salir, y cuando estuvo bastante segura de que no se volvería a meter, la sacó con sus dedos. Tomó las gasas que le habían pasado con anterioridad y trató de interrumpir el sangrado de Luisa, agregando más y más gasas cuando se empapaban las otras, al final, cuando estuvo segura de que había parado la hemorragia, tomo una gasa, y le puso alcohol, tenía que limpiar la herida.
Al finalizar, le puso una gasa sobre la herida y buscó por una cinta adhesiva médica en su mochila, sabía que tenía una por ahí, finalizó el vendaje asegurándose de que no se caería. Al observar a Luisa, pudo ver que estaba pálida, pero al notar la mirada de Fernanda, levantó una mano y subió su pulgar, dandole en entender que estaba bien.
Ahora Fernanda se dirigó con Alan.
—Sube tu brazo, wey. Alan obedeció sin chistar, confiaba en Fernanda. Diego se incó esta vez a un lado de Alan, dándole apoyo a él como Zazil hizo con Luisa, Fernanda tomó provecho de la situación.
—Wey, aprietale aquí con tus dos manos. Dijo Fernanda señalándole a Diego el lugar donde tenía que poner sus manos, y así lo hizo mientras Fernanda tomaba gasas y limpiaba la sangre y la herida, para terminar, vendo la herida del mismo modo que con la de Luisa.
—bien, ya todo está listo, ¿Quieren pasar lo que resta de la noche aquí? Dijo Fernanda mientras se levantaba.
—pues creo que no hay otra opción más segura, así que yo voto porque si...Respondió Mafer
—yo también. Dijo zazil
—yo digo que todos estamos de acuerdo, ¿No? Dijo Ximena
—si, puede que la próxima vez reciba un balazo en el culo, y no quiero eso ni de pedo. Respondió Alan
—x2. Dijo Luisa.
—vale, pues vayamos a dentro...Dijo Diego. Al terminar de decir estás palabras, Diego apuntó y disparó a la puerta, pudiendo abrirla con éxito. Todos entraron.
Al entrar se percataron que no había luz, por lo que en seguida todos sacaron sus celulares y prendieron la lámpara que dichos aparatos tienen, al. Encender dicha lámpara, se percataron de que estaban en un teatro, estaban las sillas, el escenario y el telón, por lo que Mafer y Lariza fueron a donde ellas sabían que estaban las luces del escenario, ya que ellas ya tenían experiencia en los teatros, al estar en un taller de teatro. Rápidamente Mafer encendió las luces que iluminaban el escenario y así todos pudieron ver con más claridad en donde estaban pisando, y al ser el escenario donde más luz había todos optaron por sentarse en el escenario a descansar después de un día en donde la muerte los estaba persiguiendo prácticamente casi todo el día.
—¿que hora es? Preguntó Luisa
— 7:39 p. m. Contestó Ximena
—¿Y cuanto hace falta para que acabe este infierno? Preguntó Pamela harta de todo.
— Acaba a las 8:00 a.m, y aquí estamos seguros, una vez que suene la alarma, todo volverá a la normalidad. Dijo Diego
—bien, ¿Podremos dormir? Estoy cansada. Dijo Zazil.
—yo digo que estemos alertas, no sabemos qué pueda suceder. Dijo Fernanda
—¿Por qué no nos turnamos? Dijo Alan.
—buena idea, que Mafer, Lariza,  Diego y Luisa duerman primero, y luego Alan, yo, Fernanda, Ximena y Pamela mientras hacemos guardia. Dijo Zazil
—me agrada la idea. Dijeron todos y se prepararon para hacer lo que se les había asignado. De repente todo se quedó en un silencio, tanto fuera cómo ahí a dentro, todos estaban con una mirada de cansancio y miradas perdidas, en sus propios pensamientos, cuando Pamela rompió el silencio.
—sigo sin poder digerir todo lo que ha pasado, es decir, ya murió Pablo, Manuel, y hemos asesinado personas...¿Esto no es un sueño?
—no, es la vida real, pero si lo quieres ver de esa manera...Si si es una pesadilla, pero hecha realidad, lo bueno es que ya falta menos para que esto acabe...Dijo Fernanda mientras veía la hora en su celular, marcaba las 7:45 p.m.
—¿Mientras que hacemos para que el sueño no nos gane? Preguntó Ximena
—yo digo que mientras platiquemos de algo, ¿No? Respondió Alan
—¿Cómo de que? Dijo Zazil
—hay que inventar un plan de escape por si de nuevo necesitaramos correr...de nuevo. Dijo Fernanda
—no nos eches la sal wey. Dijo Alan
—¿pero que haríamos si llegan más purgadores?
—Fernanda tiene un buen punto...Dijo Pamela dándole la razón a Fernanda.
—bueno, esta bien, ¿Cómo lo haríamos? Preguntó Alan
—pues....miren, Zazil y Alan son los únicos que tienen armas y están despiertos, yo digo que ellos nos cubran mientras vamos a despertar a los demás y cuando ya estén todos despiertos, les gritamos, y que corran a donde estamos todos, que alguien apague las luces del escenario y salimos por la salida de emergencia.
Comenzaron a discutir planes de batalla, por unos dos minutos, hasta que escucharon un ruido afuera, se parecía sospechosamente a la alerta sísmica, pero después de tantos pinches temblores, rápidamente se dieron cuenta de que era fake.
Luisa se asomó por una de las ventanas y llamó a los demás para que vieran con ella.
Afuera habían dos personas en bicicleta, estaban pasando delante del edificio donde estaban y a su paso tiraban unas hojas, esperaron unos segundos hasta que ya no los vieron más rápidamente todos despertaron a los que estaban dormidos y les contaron lo que habían visto. Mafer y Diego salieron a recoger unas hojas.
"¡Vengan a festejar el final del infierno en Plaza Cuahutémoc! Tenemos bebidas, comida, películas, música, y servicio médico."
Al escuchar la parte de comida, todos aceptaron sin chistar, ya habían pasado por mucho.
—Tenemos que ir. Dijo Alan
—Sisisi, ahuevo. Le siguió Fernanda, y así poco a poco todos fueron aceptando.

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