III

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"78"

Año 2077

Los 5 ancianos se encontraban esa noche sentados alrededor de una mesa redonda, con una copa de vino tinto cada uno y un plato grande en el medio con pequeños cubos de queso azul, parmesano, cheddar, provolone y manchego.

-¿Fue un buen cumpleaños al final?- Preguntó Carlos a Mal.

-Sí, pensé que no iba a ser Bueno, o al menos como antes. Bah, como antes no volverá a ser -Respondió ella con un sutil tono melancólico, mirando en una de las paredes del salón de su hogar, una foto de su amado. Lo extrañaba.

-Fue una gran persona, y estoy segura de que si le preguntas a cualquier persona que lo conoció te dirá eso.- La consoló Jane.

-Una gran persona, gran hombre, gran esposo y excelente padre. Ben fue lo mejor que me pasó en la vida.

Una lágrima corrió por la mejilla derecha de la pelimorada ya no pelimorada, porque su cabello estaba cubierto de canas grises, y si en toda su vida no se preocupó demasiado por su apariencia, no lo haría a sus 78 años recién cumplidos.

Los 5 amigos -Mal, Evie, Doug, Carlos y Jane- ya tenían entre 77 y 79 años, Y estaban bastante bien físicamente para tener esa edad. El menos cuidado era Carlos, pues su esposa, luego de jubilarse del trabajo que heredó de su madre (la dirección de la Preparatoria Auradon) había empezado un curso de pastelería y le iba muy bien.

Evie y Doug se habían casado unos 4 años después de hacerse novios, y ahora estaban viviendo en el castillo que ella siempre quiso. Él había seguido el ejemplo de todos sus tíos y se había dejado la barba, pero no tan larga como sus antecesores, y su mujer se hacía tratamientos "antiarrugas" casi todos los días y se teñía el cabello de vez en cuando para que no se le noten los cabellos blancos.

Mal había comenzado a usar lentes a los 40, en ese momento sólo cuando forzaba la vista, y con el tiempo se convirtieron en permanentes. Ella desde que se casó con Ben fue la Reina de los Estados Unidos de Auradon, hasta que cumplió los 65, que le cedió el trono al mayor de sus 6 hijos. Sí, habían tenido 6. Ya con 4 hijos su esposo insistió a que tengan el quinto, y resultaron ser unos mellizos hermosos.

-Mal, ¿Ya apagaste las velas?- Preguntó Evie, dudando en llevar el pastel o todavía no.

-No. Bueno, sí, pero las apagaron Ámber y Benny, así que no pude pedir mi deseo de cumpleaños.

Al escuchar esos nombres, su mejor amiga sonrió y Jane se levantó a buscar el hermoso pastel color morado.

-Es increíble que nuestros hijos se casaron y tuvieron hijos...

-Lo que nosotras queríamos, ¿no?

Ellas rieron y se abrazaron. Doug encendió las velas que indicaban el número "7" y el "8".

-Bueno...- Empezó a hablar Mal- De nosotros quedamos pocos. Se nos fueron muchas personas en estos últimos años...

-El nieto de Chico, Jay...- Pronunció Carlos.

-Audrey.- Le siguió Jane.

-Lonnie.- Continuó Doug.

-Chad...

-Y Ben, el año pasado.- Terminó por fin la cumpleañera- Pero como vemos, la vida sigue, y cada vez nos falta menos para irnos con ellos. Mi deseo de cumpleaños es que sigamos estando juntos lo más que podamos. Pasemos tiempo con nuestros nietos, porque sabemos que pronto nuestra vida se va a acabar. Seamos esos adolescentes que siempre fuimos. Los adoro chicos. Gracias por estar siempre.

Ella sopló las velas y los 5 se fundieron en un tierno abrazo. Mal cerró los ojos.

"Y gracias, muchas gracias a ti", pensó Mal. "Gracias por darme todo tu amor, y una familia grande y hermosa. Te amo Ben. Ya nos vamos a volver a ver"

Y como solía pasar cuando hablaba de esa manera con su amado, su anillo de Bestia desprendía tenues gotas de luz Blanca, en señal de que él, donde quiera que esté, la estaba escuchando.

One-Shots: DescendientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora