Capítulo 2.

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Sonrió al ver a su bebé en la pantalla, así como podía sentir a su esposo acariciar con su pulgar el dorso de su mano, como había sido desde el primer ultrasonido, cuando la imagen de su bebé no era más que un punto que le costaba mucho diferenciar, muy distinto ahora que podía reconocer partes de su cuerpo como eran su cabeza, brazos, piernas, sus manitos, y cada vez que lo veía más quería poder tenerlo entre sus brazos, pero sabía y el tiempo de gestación parecía eterno, pero también le aterraba la idea de que su hijo pudiera nacer sin que hubiese cumplido los nueve meses, y Taemin pedía a Dios que eso no sucediera que la vida de su bebé no estuviera en peligro.

—El bebé está bien —dijo el doctor.

El hombre le extendió una toallita para que Taemin se limpiara el gel que fue colocado para realizar el ultrasonido, y se levantó invitándolos otra vez a las sillas frente al escritorio, explicándoles en la fase del embarazo en la que estaba y los cuidados que debía tener, aunque Taemin los tenía muy claros, ya que siempre que podía estaba investigando lo que era mejor para cada mes de embarazo y se asegura de fuentes confiables como era su mamá o la de Min Ho, o cualquier persona que tuviera hijos, así como siempre estaba atento a las indicaciones que el médico le decía o cualquier sensación que le pudiera decir que su bebé estaba en peligro.

Su esposo le ayudó a colocarse el abrigo y después a bajar de la camilla para regresar frente al doctor, quien les regaló una pequeña sonrisa como cada vez que iban a consulta, lo que les hacía sentir cómodo, quizás por eso tenía muchos pacientes, porque el hombre de más de cincuenta años, no sólo era un buen médico sino que su trato con los pacientes les hacía sentirse cómodos, y al ser padres primerizos era un ambiente que necesitaban, porque no se imaginaban frente a un obstetra que fuera gruñón, y Taemin tampoco se imaginaba que la persona que siguiera su embarazo fuera una mujer, no le hacía sentirse muy cómodo por el hecho que la anatomía era diferente.

Entrelazó su mano con la de su esposo y apoyó su cabeza en su hombro mientras el doctor seguía dando indicaciones de los cuidados que debía tener, y luego habló de las vitaminas que eran importantes en el embarazo y que habían sido recetadas desde la primera consulta médica, y de aquella manera Taemin comenzaba a sentirse mimoso después de haber perdonado a Min Ho por ignorarlo durante la cena en el restaurante de Baek Hyun, y debería agradecerle mucho a su amigo que le hizo entender que había sido la euforia del momento, que sabía que su esposo no lo quería ignorar, pero no todo el tiempo podía tener a Chang Hyun en su mesa, en realidad esa noche Taemin había sentido que Baek Hyun defendió mucho a Min Ho pero no le enojó.

Además, de que no estaba realmente enojado, sino sólo un poco celoso, pero sus celos se le olvidaron cuando su esposo fue a buscarlo en la oficina de su amigo y lo llevó en sus brazos hasta el auto cuando él ya se había quedado dormido en el diván que Baek Hyun tenía, y aquel gesto le hacía feliz a pesar de que Taemin era consciente de que había subido varios kilos debido al embarazo, pero Min Ho nunca le había sentirse "gordo" sino el hombre más bonito que existía en la tierra, porque después de todo, no podía enojarse por engordar cuando sabía que era necesario su aumento de peso para el buen desarrollo de su bebé.

Cuando la consulta terminó salieron hacia su casa, habían programado la cita para la tarde ya que su trabajo los requería en éste más en la mañana, y a pesar de que Taemin tenía el permiso oficial para no ir a trabajar en la tarde a veces Min Ho aprovechaba el puesto que tenía para poder acompañar a su esposo a sus consultas médicas, porque no le parecía justo que éste fuera solo cuando se trataba de su bebé, un ser muy pequeñito que había robado sus corazones desde que se enteraron de su existencia.

—Min Ho —dijo Taemin viendo a su esposo mientras éste conducía.

—¿Sí?

—Mamá nos invitó a cenar hoy, había olvidado mencionártelo.

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