Capítulo 7.

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Sintió el sabor metálico de la sangre, alejándose por el dolor que le produjo su esposo al morderlo, quien no parecía muy feliz, ni preocupado si le había hecho daño, sino que lucía molesto, su ceño fruncido lo decía todo, aunque también parecía un niño pequeño haciendo una rabieta y quizás debería de enojase por haber sido mordido sin razón alguna pero su esposo terminó por enternecerlo.

—Me mordiste —dijo un poco sorprendido.

—Sí, y no me vuelvas a besar Choi, porque yo no soy tu juguete al que recuerdas cuando el modelo ese no...

No pudo continuar, no cuando Min Ho volvió a besarlo y aunque en un principio se resistió porque estaba molesto, terminó correspondiendo aquel beso, gimiendo cuando la lengua de su esposo se abrió paso en su boca y, se olvidó todos los pensamientos que llegaron a su cabeza cuando se descubrió solo en la cama de esa mañana, porque no se suponía que debería de ser así, que si las cosas se habían arreglado entre ellos, que su esposo debía de estar a su lado, pero parecía sólo ser una mañana más en la que Choi iba detrás de Chang Hyun.

—Te dije que no volvieras a besarme —murmuró.

Las manos de Taemin estaban sobre el pecho de su esposo pero no parecía que tuviera intenciones de alejarlo, era como si Min Ho hubiera sabido qué botones tocar para tranquilizarlo y aquello le parecía tan injusto, porque le hubiera gustado poder permanecer enojado y que su esposo se diera cuenta que podía perderlo si seguía corriendo detrás de Chang Hyun cada vez que éste lo llamaba.

—Creo que puedo quedarme sin trabajo —habló Min Ho en voz baja.

—¿Qué? —ahora Taemin lucía preocupado.

—Fui a ver a Chang Hyun.

Taemin dio un paso hacia atrás con aquella información, porque había sido muy ingenuo al creer que su esposo tan sólo había salido al supermercado, cuando a esa hora ni siquiera estaba abierto, pero no quería que doliera como estaba haciéndolo saber que una vez más, Min Ho fue detrás del modelo.

—Iré a la cocina —se giró en dirección a ésta.

—Taemin —Min Ho lo sujetó de su brazo antes de que se fuera —no es lo que crees, fui a verlo porque tenía que decirle que dejaré de ir a él cada vez que llame.

—¿Y tenías que ir a verlo? Pudiste llamarlo.

—Lo sé —volvió a acercarse a su esposo —pero creí que era lo mejor, quizás así no tendré muchos problemas en el trabajo.

Taemin miró por un momento a su esposo, recordando como éste le había dicho minutos antes que podía existir la posibilidad de que se quedara sin trabajo, y se sintió egoísta por no preocuparse por eso cuando sabía lo importante que era y el esfuerzo que Min Ho hizo para llegar al puesto que ahora tenía, pero no era su culpa, sino de la revista, porque ellos habían colocado a su pareja como niñera del modelo, y se dijo que tal vez debería de volver a ser aquel esposo comprensivo del principio, pero no podía, porque cada vez que pensaba a Choi cerca del modelo se sentía celoso.

—Min Ho, yo..., ¿es mi culpa?

—No —Min Ho tomó su rostro entre sus manos —creo que lo mejor es que me aleje de Chang Hyun.

—¿Pero lo haces porque yo...?

—No, lo hago porque es lo mejor, no lo quiero a él pretendiendo arruinar nuestro matrimonio —tomó la mano de su esposo —ven, vamos a desayunar.

Llevó a Taemin a la cocina y lo sentó en una de las sillas de la barra de desayuno, mientras le preguntaba acerca de lo que quería comer en esa mañana, porque Min Ho quería complacer a su esposo, así como también había decidido que no quería trabajar en ese día, ya que iba a ser echado, prefería que la noticia llegara después, y aunque su esposo no estaba nada de acuerdo, lo reportó otro día como enfermo en el trabajo, sólo para poder quedarse en casa, escuchando las quejas de Taemin, porque éste le había dicho que podían esperar al fin de semana para quedarse todo el día en casa.

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