Capítulo 3.

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Entró a la casa en silencio, Dios, ni había pensado que el tiempo pasaría tan rápido y cuando se dio cuenta el reloj ya marcaba las dos de la mañana, lo que le recordó que él le había dicho a su esposo que iría a recogerlo, lo cual no lo hizo a la hora que ofreció.

Había conducido rápido después de una corta despedida en la que su amigo modelo quiso convencerlo de quedarse más tiempo y por mucho que se hubiera divertido él no podía hacerlo, no cuando Taemin apareció en su mente.

Se aseguró de no ser ruidoso, no quería despertar a su esposo, no lo creía justo si éste debería de estar durmiendo, lo sabía no sólo porque el reloj marcase las tres de la mañana, sino porque con el embarazo cada vez se cansaba más rápido.

Él había estado agradecido con su suegro no sólo por abrir la puerta de su casa a esa hora que él fue a buscar a Taemin, sino también por haberlo llevado de regreso a su casa cuando la obligación no era suya, porque el señor Lee le había dicho que hace horas que Taemin se fue porque estaba cansado, y aunque no había reproche en su voz sabía que esa no era la obligación del papá de su esposo, no cuando él debió de ir a recogerlo a la hora que ofreció, más si su esposo había confiado en él tanto como para inventar mentiras a sus padres y él pudiera asistir a la fiesta de Chang Hyun.

Al entrar en la habitación ni siquiera encendió la luz y pudo ver por la poca luz que se colaba desde la calle que había un cuerpo sobre la cama, y él intentó no despertar a Taemin, moviéndose con cuidado porque se había excedido un poco en el alcohol, claro que no hasta el punto de no poder caminar o conducir por sí mismo.

Pasó al baño y cerró la puerta de éste para poder encender la luz, se miró en el espejo dándose cuenta que su rostro lo delataba que había bebido y esperaba que su suegro no lo hubiera notado, no quería que se sintieran ofendidos porque había abandonado la cena con ellos para irse a una fiesta con Chang Hyun.

Cepilló sus dientes y regresó a la habitación, buscando en la obscuridad su pijama y con el mismo cuidado que había tenido desde que llegó a su casa se cambió y se acostó al lado de Taemin, manteniendo un poco de distancia porque no quería despertarlo, además que con el embarazo su esposo estaba en constante búsqueda de posiciones que le permitiera dormir, y parecía esa ser una noche en la que lo había logrado, o eso fue lo que creyó él, porque si hubiese colocado más atención a su alrededor habría notado que la respiración no era relajada, o que cuando él se estaba por dormir Taemin se había girado mirándolo con el ceño un poco fruncido, porque el que su esposo no lo hubiera llamado para avisarle que no pasaría por él a la hora acordada lo había lastimado, además de que todas esas horas estuvo preocupado porque Min Ho no era así, y no le había llamado siquiera ni respondió ninguna de las dos llamadas que le hizo para asegurarse que estaba bien.

***

Taemin había sido el primero en levantarse y no despertó a su esposo ya que recordaba que la noche anterior éste había llegado tarde, pero él no había podido dormir cómodo, y por eso en cuánto los primeros rayos de sol salieron él se levantó de la cama, preparando el desayuno con tranquilidad, aunque no podía evitar seguir sintiendo esa molestia porque su esposo llegó en la madrugada y sin avisar.

Sabía que Min Ho merecía divertirse un poco, porque desde años atrás cuando lo conoció siempre fue alguien muy dedicado a su trabajo y ahora seguía siéndolo, aunque la faceta que más le gustaba era la de esposo mimoso, cuando ellos podían quedarse en la sala de estar viendo películas o sólo tomar esa excusa para acurrucarse toda la mañana uno al lado del otro compartiendo mimos, aunque ciertamente ahora tenía una ligera molestia con su esposo y prefería mantener algunos metros de distancia.

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