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Dicen que el amor es lo mejor que puede haber en éste mundo.

Enamorarte es lo más mágico que te puede pasar, y a la vez, lo más desastroso.

Sólo una vez me he enamorado. Y sí, me terminaron rompiendo el corazón. En realidad no sé si sea así.

Mi primer amor lo tuve a los 10 años.

Se llamaba David, y era un año mayor que yo. Cuando estaba con él, todo era hermoso y divertido, me hacía sentir en las nubes. Cuando me miraba, mis mejillas se tornaban rojas y bajaba la mirada. Que él se fijara en mí, era mi mayor deseo.

Pero éramos niños. Él sólo me buscaba para jugar, y es normal a esa edad. Él me miraba, pero como su compañera de juegos, y yo lo miraba como el amor de mi vida. Era un amor no correspondido.

Un día estábamos jugando la pelota, y al patearla no me fijé hacia dónde iría a parar, y ese lugar, desgraciadamente, era en la cara de mi hermoso y bello príncipe.

Corrí hacia él ya que se había caído de espalda, y me dí cuenta de que se había desmayado.

¿Tanta fuerza tenía en el pie?

Así que rápidamente me dispuse a hacer lo que había visto en películas de princesas, en donde la princesa estaba a punto de morir y el príncipe le daba un beso de amor con el que despertaba. Sólo que ahora él era la princesa y yo el príncipe.

Me incliné, e hice lo que había estado soñando por meses. Junté mis labios con los suyos en un tierno beso y los dejé reposar ahí, según yo, para que el efecto mágico surgiera y él despertara más rápido.

Pero no todo salió como esperaba. Él abrió los ojos, y al ver mis labios encima de los suyos, me empujó fuertemente haciendo que mi trasero se estampara en el suelo.

Me miró horrorizado, y nunca olvidaré las palabras que me dijo.

"Me das asco"

Salió corriendo y yo me quedé ahí, en el suelo, llorando y pensando que el amor de mi vida se había ido, y que jamás me volvería a hablar.

Me la pasé mal por mucho tiempo, David ya no me hablaba, no iba a mi casa a buscarme para que saliéramos a jugar, ni siquiera me miraba. Hasta el día en que se mudó, segundos antes de subirse a su auto e irse para siempre, me miró, sin decir nada, sin despedirse, subió a su auto y se fue.

No volví a saber nada de él.

Esa fue la primera y última vez que me rompieron el corazón.

Después de eso me volví insegura, tenía miedo de que algo así me pasara de nuevo, por lo que hasta hoy, ahora con 17 años, he rechazado muchas propuestas de amor.

Sé que algún día me enamoraré de nuevo, y sera inevitable, pero hasta que ese día llegue, seguiré evitando el amor.

Mi novio es un IdolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora