5

43 2 0
                                    

Jimin POV•

Estaba teniendo un día de mierda. Habíamos viajado a la ciudad donde daríamos un concierto y ahora teníamos que ensayar.

Me dolía la cabeza, pero no podía no presentarme ante las Armys. Ellas son el motivo que hace que estemos aquí.

—Hey Jimin —Miré a Tae, quién me hablaba.

—¿Qué pasa? —Caminé hacia su lado.

—Estamos muy aburridos, y se nos ocurrió una idea divertida. —Noté un poco de malicia en su mirada.

—Suéltalo ya.

Tae miró a J-hope y entre ellos sonrieron misteriosamente.

—Mañana es el concierto, ¿verdad? —preguntó J-hope.

—Así es. —contesté mientras hacia una mueca de aburrimiento. Ya conocía a ese par, lo que sea que estuviesen haciendo, no era bueno.

—Subiremos a Army al escenario, cada quien elegirá a una chica. —Bueno, quizá los juzgué mal. Eso era muy común en los conciertos.

—Está bien. —Me di la vuelta para irme a mi recámara en el hotel.

—No es todo. Queremos hacer una apuesta contigo. —Me giré y ambos me miraban divertidos. Sabían que hacer apuestas conmigo era perder.

—¿De qué se trata?

—Cuando sea el momento y las chicas ya estén en el escenario junto a nosotros, tienes que cantar la canción que elijamos y mirar a la chica a la que escojas mientras cantamos la canción completa. No puedes apartar la mirada ni un momento.

Era una apuesta estúpida. Lo sabía. No era nada complicado, pero para mi sí. Yo era una persona tímida.

Aún así, no perdería contra ellos. Nunca lo había echo.

—De acuerdo. Pero, ¿y si gano? —Ambos chicos rieron.

—Te prepararemos el desayuno por dos semanas. —Mire a Tae.

—Un mes. —Me cruce de brazos y sonreí.

—Bien, un mes. Pero si pierdes, tendrás que usar un traje ridículo y te grabaremos para subirlo a internet.

—Echo. —Estaba seguro de mí mismo. Cantaba frente a miles de personas, ¿por qué me afectaría cantar frente a una chica?

Durante las siguientes horas ensayamos sin parar. Siempre que nos íbamos de gira nos esforzábamos para dar un buen show.

Ya era de noche, por lo que me dirigí a mi habitación del hotel. Ya estando ahí, me lave la cara y me puse una mascarilla. Me gustaba cuidar mi piel tanto como pudiera.

Esperé un rato, y me fui a dormir.

Hoy era sábado, día del concierto. Estaba preparado mental y físicamente. Aunque a decir verdad, todo esto me agotaba. Era el precio a pagar.

Me duche y baje a desayunar con mis amigos.

—...Y no hagan nada estúpido. —Entre al comedor y todos voltearon a verme.

—Buenos días. —Hablé y me dirigí a mi lugar.

—Buen día, ¿por fin despertó blancanieves? —Miré divertido a Hoseok.

—Ese es Tae, idiota. —Todos en la mesa rieron menos el antes mencionado.

—¿Están listos para la presentación de hoy? —Levanté la vista y miré a Namjoon.

—Yo nací listo. —Habló Jin.

—Chicos, es enserio lo que les dije. —Volvió a hablar Namjoon —Nada de apuestas estúpidas. Tenemos que dar un buen show. Army nos espera.

Todos asentimos con la cabeza. Nadie dijo nada, puesto que ninguno se atrevía a llevarle la contraria a RM. Él era el más sabio y maduro de todos nosotros.

La comida se pasó muy rápido. Después de hablar sobre algunos temas de las canciones que cantaríamos, las coreografías y el show en general, nos levantamos y nos dirigimos nuevamente a nuestras habitaciones.

Tomé el elevador y marqué el número del piso en el que se encontraba mi habitación. Las puertas se abrieron delante de mí, indicándome que había llegado a mi destino. Estaba por abrir la puerta de mi cuarto, cuando escucho una voz detrás de mí.

—Hey Jimin.

Me giré y observé a Suga. Su habitación estaba alado del mío, el cual íbamos a compartir pero se negó. Él siempre ha sido muy distante. Prefiere mantener su espacio y su privacidad, y lo entendemos perfectamente.

—Hey Suga. ¿Qué pasa?

—Escuché que hicieron una apuesta. Otra vez. —Habló con tono irritado.

—Ya sabes. Los chicos y sus apuestas. —Giré los ojos.

—¿Y lo harás? —Me miró serio.

—Pues, sí. No es algo malo. Simplemente tengo que cantarle a una chica sin dejar de mirarla.

—No deberían jugar con eso. Army es importante.

—Relájate. —Contesté.

La expresión de Yoongi cambió. Se notaba molesto. Y yo no entendía por qué, es decir, era una tonta apuesta y no lastimábamos a Army. Jamás haríamos algo que les afectara.

—Bien. —Soltó sin más. Apretó los labios y se giró, caminando hacia su habitación.

No le dije nada. Sentía que se lo estaba tomando todo muy personal. Me giré nuevamente y abrí la puerta de mi habitación. Entré, me quité los zapatos y me acosté en mi cama. Sólo tenía 20 minutos para descansar, después debía levantarme para ir a hacer un último ensayo general con los chicos.

Cerré los ojos, y me dormí.

Desperté por el sonido de mi celular cuando me están llamando.

—¿Hola? —Contesté sin antes haber leído quién me llamaba.

—Te estamos esperando. Vas tarde.

Sentí la sangre helarse dentro de mí. Era RM.

—Lo siento, me quedé dormido. En cinco llego.

Colgué y me levanté de un brinco. Me puse los zapatos, fui al baño y me arreglé. En menos de lo que pensaba ya estaba llegando al lugar del concierto.

Después de que Nam me hablara sobre lo importante que es la responsabilidad, ensayamos. Todo salió bien. Me sentía cansado, pero animado. Estaba muy emocionado por ver a Army. Ellas son el motivo por el cual estamos aquí.

Regresamos al hotel, y nos dispusimos a arreglarnos, pues faltaba poco tiempo para que el concierto iniciara.

Iba a ser una noche larga. Lo presentía. Algo dentro de mí lo decía. Y era un sentimiento extraño.

Mi novio es un IdolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora