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Debo admitir que nunca me lleve del todo bien con mi hermana, sí bien pero no genial. Ella tenia su propio circulo social el cual, no era muy bueno.

Era una chica estudiosa pero muy zorra. Tremendas tetas y un buen culo. Nada alta, 1.56, rubia y de ojos azul claro y pesaba 47kg. Lo sé porque es mi maldita hermana menor y maldita sea, ¡la niña está super buena!
Nos llevamos sólo tres años pues mi madre estaba tan exitada que tuvo que cojer de nuevo para tener a la pequeña Lidia.

En cambio yo; el más popular de la uni, midiendo 1.80 y pesando 56kg (por mis musculos), con millones de chicas atrás, acostandome con una y con la otra. Son geniales en la cama pero a quien necesito desde hace tiempo es a mi pequeñita, Lidia.
Desde que cumplió los 15 se puso más buena aún, sus senos crecieron y su culo también. Se comenzó a maquillar y su rostro quedo más bonito de lo que era. Es íronico, estoy hablando de mi propia hermana menor, pero no puedo evitarlo.

Sin mensionar la ropa que usa la desgraciada. Corop tops con escote en "V", minifaldas y pantalones super ajustados que marcan bien su culo. Los días de fiestas o salidas... uff. Esos vestiditos ajustados con escote me vuelan la cabeza.

Acaba de cumplir 16 y yo no puedo recistirme más, en algún monento Lidia será mía.

***

Me desperté a mitad de la noche, no sé porque pero lo hice. Miré la hora y eran exactamente las 03:22am. ¡Mierda!
Intenté seguir durmiendo pero no pude así que me decidí a levantarme y tomar un bazo de agua.

Baje las escaleras sin hacer mucho ruido ya que eran de madra y rechinahan un poco. Todo estaba a oscuras, sólo podía ver la cocina un poco iluminada por la luz de la luna pero nada más.

Entré a la cocina y me toropecé con mi torpe hermana haciendo que se derramara todo el agua que tenia su vaso encima de ella dejando su buzo de pijama casi transparente y haciendo que sus pezones se marcasen.

-Oh, lo siento bonita. No sabia que estabas aquí y no quise asustarte - dije pasando mi mano por mi cuello. Estaba desnudo de la cintura para arriba y pude sentir su vista en mi pecho.
-Mi culpa - dijo en murmullo bajo mientras sus pechos se le hinchaban, pude notarlo.
-Te has mojado - dije sensualmente.

Di un paso al frente y ella instintivamente dio un paso atrás hasta que su espalda quedó contra el frío metal del refrigerador. Busque sus ojos y cuando los suyos se encontraron con los míos tembló.

-¿Por qué estas tan nerviosa, hermana? - dije recorriendo el borde de la tela mojada una y otra vez.
-N-no estoy nerviosa - su voz tembló.
-Siempre te pones nerviosa y colorada cuando hablamos - ella abrió los ojos como platos - ¿crees que no me he dado cuenta? ¿por qué me tienes miedo, nena?
-No te tengo miedo James - dijo en susurro.
-¿Entonces? Lo que veo en este momento en tus ojos sólo puede ser dos cosas: miedo o exitación... y si no es miedo... ¿qué es? - noté como se estremeció al notar mi mano en su pezón - responde cariño, ¿qué es?
-No lo sé - quiso irse pero la tome del brazo con fuerza - sueltame James.
-¿Ves? Tienes miedo.
-¡No! Pero dejame. Me lastimas idiota. Si no me sueltas gritaré - la solté y se fue corriendo.

***

Al despertar a la mañana sigueiente baje a desayunar y ella se encontraba allí. Hice como si nada hubiese pasado y sólo la mire serio.
Acabamos de comer y mis padres tuvieron que irse a trabajar así que nos quedamos solos y obviamente iba a aprovechar. Será mía al fin.

Subió a su habitación corriendo y y cerro la puerta pero no con llave. Miré por la cerradura y se había comenzado a cambiar, gran espectaculo pero queria verlo desde dentro así que esperé a que se sacara el sosten y entre para luego cerrar con llave la puerta y la oculte.

-¿¡Qué haces tarado!? - grito tapando sus senos al darse cuenta que yo estaba allí. Caminé rápido a ella y de un tiron saque sus manos de los senos dejandolos al descubierto.
-Voy a follarte, cariño. No aguanto más - ella comenzó a forcejear.
-No... James dejame. Oh basta por dios - la tumbe en la cama y baje sus shorts pijama dandome cuenta que dormia sin bragas - basta James - comenzó a llorar levemente.
-Te va a gustar niñata - dije en tono abusador.

Ella forcejeó mucho hasta que el deseo le gano.

-Dime algo... ¿eres virgen?
-Define virgen, hermano.
-Vamos, es simple. ¿Alguien ha estado dentro de ti ya? ¿ya has follado?
-No... - bajoneo la cabeza.
-Me alegra saber que seré el primero en entrar en ti. Te haré gozar pequeña.


》Hermana《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora