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No. Eso no había pasado, había estado soñando, lo de la cocina sí paso pero lo demás no y ¡oh mierda! Estaba tan exitado, maldito sueño.

Me desperté luego de una siesta de tarde y me dirigui a la cocina por comida. Tome un bol de palomitas que había en la mesada y me fui al comedor a mirar unas películas, para mi sorpresa, la buenota de mi hermana estaba tumbada en el sillón con una mano en sus shorts de dormir.
Me le quedé mirando un rato y escuchando como gemía, eso ya era una película para mí. La deseaba, por todos los cielos, necesitaba a esa niña en mí.

No esperé a que acabara y me acerque al sillon para hablarle al oido mintras ella seguía masturbandose con los ojos cerrados y mordiemdo su labio inferior.

-¡Boo! - susurre en su oido. Ella se sentó rapidamente y se puso colorada de vergüenza.
-Mierda, James.
-Parece que estas cachonda hermanita.
-Callate idiota. Ah - suspiro y pasó su mano por su cabello - ¡te odio! - me pego en el brazo.
-No parece, me hiciste un buen show. Mira hasta me acabe las palomitas mirandote - le mostre el bol casi vacio - ahora correte, nena. Quiero mirar un pelí.
-Ash - se levanto y se fue corriendo a su habitación.
-Oye pequeña - dije.
-¿Qué? - dijo furiosa a mitad de la escalera.
-Si vas a hacer eso, haslo en tu cuarto... o en el mío - reí y ella siguió su camino.

La tarde paso tranquila, sin papás en casa por dos días y sin clases. Lidia no bajo luego de lo que paso así que pedí unas pizzas y la llame a comer.

-Gracias - le dije al repartidor y le dí su propina cerrando la puerta.

Deje las pizzas en la mesa y subí a sacar a mi hermana de la cueva; obviamente entre sin tocar, me encantaba molestarla.

-Oye tonta - dije entrando con la cabeza baja. Cuando la levante no había nadie pero sentí que estaba en su baño duchandose así que entré a este sabiendo que la ducha es transparente y se ve literalmente todo - hola - dije entrando.
-Ah. Ya basta James. Deja de hacer eso - intento taparse pero no lo logro.
-No te tapes preciosa. Hace tiempo quiero ver cada parte de tu cuerpo - lamí mi labio inferior - te iba a decir que había pizzas pero creo que hay algo mejor que hacer - entre y cerre la puerta.
-Te odio - dijo bajando sus manos y dejandome ver todo su cuerpo mejor.
-Y por eso acabas de bajar las manos y no te importa que entré a tu ducha contigo - me saque lo único que llevaba puesto, el pantalon pijama y entrando con ella a la ducha.
-No quiero hacer nada contigo, HERMANO. Pero si no lo hago me vas a acabar violando - una lágrima cayo por su mejilla derecha.
-Puede ser - la agarre en mi upa haciendo que ella rodeara mi cintura con sus piernas - aunque tal vez te viole ahora - le bese.
-Ah - um gemido salió de ella al sentir mi pene erecto en su caliente vagina totalmente depilada - no... quiero. Que me sueltes James - forcejeaba.
-¿Eres virgen hermanita?
-Sí... bajame - me pegaba con sus puños en la espalda pero la separé de la pared y eso hizo que se agarrara a mi cuello.
-Así me gusta linda - comencé a besar su cuello.
-James... ya por favoooor - gemía pero lloraba.
-Sabes... no quiero sexo en la ducha. Vamos a mojar tu cama.

Su cama era grande como para dormir cuatro personas.
La saqué de su cuarto de baño y la lleve hasta su cama acostandola desnuda allí. Ella tiro los brazos atrás y sus piernas seguian enrrolladas en mí.

-Te haré sentir placer, pequeña.
-Eres un maldito abusador.
-Pero te gusta este abusador y no digas que no - me fui subiendo rozando su cuerpo al mío hasta llegar a su cabeza.
-N-no... - giro la cabeza para evitar mi mirada.
Le tome la barbilla y la gire para volver a mirarnos - ¿no?
-No - aclaro.
-Te masturbaste con mi foto hermana.
-¿Tú como coño sabes eso imbécil?
-Te he espiado y me sorprendí al ver eso. Si te mansturbas pensando en tu hermano, no creo que te importe que meta mi polla en ti...¿verdad bonita? - besé su cuello mientras bajaba hasta llegar a los pechos para morderlos y tirar hacia arriba.
-¡AAAH! ¡PUTA MIERDA JAMES!
-Dime algo, ¿quieres a alguien dentro de ti? ¿quieres sentir placer al fin? - volvi a morder y a tocar su muslo derecho - ¿eh? Responde.
-Aaah... sí - grito.
-Bien. Pues sólo quiero que grites mi nombre... ¿si preciosa? Aunque... si gritas hermano, seria más exitante - baje mi mano del muslo a la vagina y aprete.
-Aah sí, sí. Está bien - dijo gritando.

Le mire a los ojos pervertidamente y baje mi cabeza hasta su vagina y comencé a chupar suavemente. Lidia tiro un gemido y me agarro la cabeza con las manos en forma de exitación.
Comencé a succionar más fuerte y hacer círculos en su clitorís.

-¡AAAAH! ¡HERMANO ME CORRO! - grito. La mire fijamente y salí de su vagina para ir a besarla.
-Me harás la mejor noche de mi vida... y no será la última vez, niña.
-Mmmh - dijo respirando.

Sin pensarlo más agarre mi polla con la mano y la puse en su vagina entrando lentamente provocando un gran gemido de parte de ell y de mí uno pequeño.

-¡AH! - gemí.
-¡¡AAAH!! MMMMH ¡VERGA! - gemió y echo su cabeza hacia adelante.

Metí más el pene hasta el fondo y sentí el dolor de Lidia cuando calleron sus lágrimas.
Lo saque hasta la mitad lentamente y di una gran embestida. Hice eso tres veces y luego sólo entraba y salia de ella provocando grandes gemidos de su parte.

-¡AAHH! PUTA MADRE - se tapo la cara con un almohadon.
-No, no. Sacate eso y ¡GRITA HERNANO, MIERDA! - le saqué con fuerza la almohada y la bese gimiendo.
-¡HERMANO.... AHAAAHAHHAH ME VENGO DIOS!
-Oh... oh... yo también hermanita.

Me vine dentro de ella y vi el semen salir de su linda vagina. Gran error.

Terminamos y me fui a mi habitación dejandola toda exitada allí.

DOS DÍAS DESPUÉS
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He visto que Lidia se ha estado sintiendo mal, cosa que no me importo mucho. Sólo, como todo hermano caballeroso que se acaba de follar a su buenota hermana, fui por medicamentos a la farmacia. Faltaba poco para que llegaran mis padres.

-Y ya. Sólo eso - dijo señalando la lista.
-¿Test de embarazo? - dije señalando lo último de la lista con los ojos hechos platos.
-Sí... - me miro fijo.
-No estarás insinuando que... - ella asintió - oh mierda. ¡Lidia! - grite.
-No es mi culpa. Tú fuiste a mi cuarto y me follaste sin condon. Paracticamente me violaste.
-Ah - gruñí - niña tonta. Ahora vengo.

Salí rápido de la casa y me diriguí en mi Toyota rojo a la farmacia lo más rápido que pude pues sólo faltaban tres horas para que nuestoros padres se fueran.

Llegue a casa con las cosas y grite a mi hermana. No la encontré así que subí y entré a su cuarto.

-Lidia, ¿estas aquí? - dije entrando.
-En el bañuu - grito. Parecia estar vomitado y así era.
-Oh mierda... que asco. Toma y apurate sí - le deje el test en la pileta.

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-¿Y? - grite caminando de lado a lado.
-Espera. En la caja dice que hay que esperar 30 minutos máximo. Sólo falta uno - dijo ella sentada en la punta de la cama cuando sono el artefacto.
-¿Y? - dije frotando mis manos nervioso. Ella tapo su boca y comenzó a llorar - ¡LIDIA! ¿QUÉ PASA MIERDA?
-Estoy embarazada... - grito y ambos comenzamos a llorar.

Salí de su habitación y fui directo a la mía a llorar como una niñita estúpida.
Al poco tiempo oí gritar a mi padre "¡LLEGAMOS!". Lidia y yo salimos de nuestros cuartos y nos dirigimos a la baranda del segundo piso viendo a nuestros padre. Ellos nos saludaron.

-¿Qué haremos ahora? - dijo ella nerviosa.
-Yo me encargo, nena. No me arrepiento de nada y si pudiera volver a hacerlo lo haria. Lo haremos mejor dicho.
-Ash. ¿Sólo piensas en sexo no?
-Sí pero de cualquier manera me encargaré de esto. Vamos - estiré mi mano y ella me la cogio. Bajamos juntos.

Saludamos a nuestros padres con amor, nos dieron regalos y yo proseguí a hablar.

-Papá... mamá... debemos hablar seriamente con ustedes.
-Diganos - dijo papá.
-El día que ustedes se fueron... Lidia y yo tomamos unas cervezas - mentí - y quedamos muy borrachos... - Lidia me miro asustada.
-Sí... ¿qué pasó niños?
-Paso que tuvimos sexo y que deje embarazada a Lidia - grite cerrando los ojos con fuerza y Lidia hizo lo mismo colocado su cabeza tras mi esplada esperando los gritos de mis padres.
-Oh por dios, James. ¿En que mierda pensabas? - dijo mi padre pero increiblemente no gritaron.
-¿No estan enojados? - dije.
-Mierda. Claro que lo estamos, pero no podemos juzgarlos... - dijo mamá. Lidia y yo nos miramos confusos y luego los miramos a ellos.
-Hijos - suspiro papá - su madre y yo tenemos que contrales algo...
-¿Qué? - dijimos en coro.
-Su madre y yo somos... hermanos .... y de sangre - dijo.

¿Qué mierda? ¿son hermanos de sangre?

》Hermana《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora