CAPÍTULO 3

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El edificio donde vivía Dominic era una elegante estructura. Hecha de un material muy parecido al cristal. Desde afuera solo se veía el reflejo de la ciudad en ellos de un tono azulado, mientras que desde adentro podía verse todo el exterior. Para fortuna de Dominic, el balcon de Lien se veía perfectamente desde la biblioteca donde pasaba la mayor parte del tiempo, cuando no estaba en su empresa.

Desde que Lien había llegado a esa casa, Dominic comenzo a darse cuenta, que pasaba más tiempo en aquella biblioteca solo para observarla. Y cada vez que ella entraba al interior de la casa, él se apresuraba a salir a la calle para ver si tenía la suerte de cruzarse con la muchacha. Cuando no tenia esa suerte, sonreía por lo cursi que se vería a los ojos de los demás, si supieran el motivo por el cual bajaba a la calle por lo menos seis o siete veces.

Los dias pasaban y no habia tenido oportunidad siquiera de poder hablar con ella. Las veces que se cruzaban, Lien evitaba cualquier contacto con el, evadia cualquier conversacion y eso lo lleno de incertidumbre.

<Quizá el beso no le haya gustado y pensara que soy un acosador...> Penso Dominic con cierto sarcasmo. Y aunque estaba en lo cierto de lo segundo, la nota que había escrito para Lien, lo había hecho con el corazón.

No le cabia la menor duda que era ella la persona que quería a su lado, aunque no la conociera del todo, aunque no supiera casi nada de ella, en cierto modo, sabia de su existencia, pero temia sacar ventaja de ello. Lo que no se espero en ningún momento, fue tener que usar aquella carta que tenía bajo la manga, por algo tan inoportuno.

Lien se levantaba todos los dias muy temprano y salía casi todo el dia. Volvía cayendo la noche, se sentaba en una silla con los pies sobre el balcón o simplemente apoyada mirando la calle, con una lata o una taza en mano. Habían pasado siete dias desde su llegada, y esa noche Dominic noto un semblante muy diferente al de cada dia, a pesar de la distancia entre su ventana y el balcon podia notarlo claramente.

Lien habia viajado a Nottingham, aunque aquella ciudad estaba a dos horas de Birmingham, el clima no era del todo favorable, la temperatura habia bajado notablemente y habia comenzado a llover. Durante todo el dia, recorrió la ciudad bajo la lluvia, pero eso no la detuvo, no volvió a la casa hasta conocer lo mejor de Nottingham. Su estado de ánimo habia cambiado, se sentía cansada, dolorida y luego de un baño se llevó una almohada y una taza de té al balcón. Se sentia debil y habia comenzado a levantar temperatura y sin darse cuenta, se quedó dormida en la silla.

A las tres de la mañana Dominic se levanto por agua e involuntariamente fue a la biblioteca. Un frio le recorrió la espina dorsal al ver a Lien dormida en la misma posición en la que estaba cuando él se había ido a dormir. Sin dudarlo un segundo, hizo una llamada tomó unas llaves y corrió hacia las casa donde estaba Lien.

Ingreso al lugar y fue hacia el balcón. Estaba asustado y respiraba aceleradamente. Se paro unos segundos frente a ella contemplandola profundamente dormida, y sonrió con alivio al ver como respiraba. No quiso despertarla pero debia llevarla a la cama para que no se levantara con dolores a la mañana. Pero cuando quiso tomarla en brazos, el roce de su piel alarmó sus sentidos, Lien estaba volando de fiebre. No dejo que el miedo le arrebatara los sentidos, por lo tanto la levanto sin el menor esfuerzo y la llevo a la cama. Mientras caminaba con lentitud, Lien habia dicho algo que no entendio muy bien, balbuseaba incoherencias y se abrazaba a el como queriendo llorar.

- Do not talk honey... (Ya no hables cariño)- Susurro Dominic en su oido.

-No Leo. Vete...- Fue la respuesta de Lien y aquel nombre estremecio el cuerpo de Dominic.

Con mano experta, despojo a Lien de sus prendas dejándola en ropa interior. Humedeciendo con agua fría todo su cuerpo mientras esperaba a emergencias. Lien seguia hablando incoherencias, por lo que Dominic trato de prestarle atencion pero solo escuchaba claramente el nombre de Leo y Brenda.

Éste loco que te mira.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora