prologo

34 3 0
                                    


La vi, no vi su cuerpo no vi su cara, vi su alma. Saben lo complicado que es que alguien refleje tan bien su espíritu, pero mas complicado es mantener ese espirito. Hoy les voy a contar mi historia, en realidad, nuestra historia, y posiblemente la historia de tantos más. Es triste decirles lo corto que es este relato. Pero a pesar de todo es ese recuerdo corto que te va a acompañar tantos años, pero eso es lo único, un recuerdo, porque donde hubo fuego no siempre cenizas quedan, hay gente que arde con tanta fuerza, que cuando se va, se lleva todo consigo. Les voy a contar esta historia porque merece ser recordada y merece que más gente viva con su recuerdo en la mente.

Ella, la del alma perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora