Capítulo IV

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Llevé agua a la mesa junto a un trozo de carne que sobró hace unos días. No estaba verde ni hablaba así que era comestible.

Entonces eres un alfa de...¿nadie? Eso es muy solitario. ¿Has pensado en alguien para que sea de tu manada?

Es algo complicado. Después de lo de Erica, Boyd e Isaac estoy yendo más tranquilo. Quiero a alguien que sepa de que va esto y no a unos novatos con problemas familiares.- me miró a los ojos, ¿por qué me miraba de esa manera?- Creo que tengo al candidato perfecto.- su línea labial ascendió dejando una clara sonrisa burlona.

—¿En quién? Y no me dejes con la duda, no me gusta que me escondan las cosas. ¡Derek!- grité ya nervioso.

Sus manos fueron directamente a mi cuello, rasgándolo y dejando que toda la sangre-oh dios mío, era sangre- cayese por mi cuerpo. Lo que también provocó que me desmayase con más facilidad.
Tuve tiempo para pensar. Quería buscar a alguien que no tuviese problemas familiares. Yo no los tenía, estaba claro. Ya no tenía familia. Pero aún así tenía otros problemas a los que afrontarme.


Me levanté estrepitosamente de aquel sitio en el que estaba. ¿Una cama? Observé mejor mi alrededor para darme cuenta de que estaba en la de mi amigo Scott, bueno...suponía que ya no éramos amigos. Eso ya no importaba, ¿cómo había llegado hasta allí? Eso tendría que averiguarlo.

Salí de su habitación en cuanto pude. Bajé las escaleras con cuidado, agarrando la barandilla de estas intentando hacer el menor ruido posible. Me asomé a la cocina, no había nadie. Después fui al salón, en donde Derek Hale estaba de pie y con sus fuertes brazos cruzados.

—¿Derek?- pregunté, haciendo que se percatase de mí. Parecía un cachorro abandonado, de lobo, pero un cachorro.

Me acerqué más, un círculo de ceniza de serval le rodeaba. Estaba atrapado y sabía que solo un humano podría separarle de aquel círculo.

Estás tardando.- dijo antes de que le preguntase.

Podía dejarle ahí y sacar toda la información que pudiese. Pero su mirada me hizo retroceder. Derek siempre hacía que fuese mi peor pesadilla, a pesar de los dos últimos días. La quité rápidamente, tuvo un buen acto conmigo al acariciar mi cabeza en cuanto estuvo libre.

Buen chico. Has dormido mucho.

Nada más levantarme me cogió del brazo y me sacó de allí. Mientras seguíamos un camino a oscuras comencé a acosarle con preguntas.

Derek, ¿a dónde vamos? ¿Por qué estábamos en la casa de Scott? ¿Has sido tú el que me ha llevado hasta allí? ¿Por qué no me respondes?- paramos, me empujó contra una pared.

Como sigas hablando te meteré tierra en la boca. Y te dejo un adelanto; no es agradable.- agarró con fuerza mi sudadera.

¿Por qué estaba ahora de mal humor? ¿Acaso le había hecho algo malo? ¿Por qué estaba encerrado en aquel círculo? Maldita sea, tenía para rato.

No tardamos en llegar a su loft. Hacía mucho tiempo que no subía. Estaba limpio, aunque la ausencia de muebles sería una de las razones. Me llevó a su habitación, donde sacó algo cómodo para dormir. Solo me cambie los pantalones ya que eran vaqueros y mi sudadera roja, que recordaba como objeto de mala suerte, se quedó.

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⏰ Última actualización: Jul 25 ⏰

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Del amor al odio, pero al revés. ((STEREK))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora