Peña, un hombre guapo y un copetazo
Jimin, cara de niña y cuerpo de hombre
Una relación normal, o bueno, no tan normal que harán lo posible por estar juntos
Acompañame a leer ésta loca y rara historia
Llegue a mi bella y humilde casa en Los Pinos después de llevar a Jimin a su casa. Me encanto salir con el, aunque es un poco ingenuo, pero la pasamos muy bien.
—Hasta que llegas, me puedes decir ¿en dónde andabas?—
Todo iba bien hasta que la cotorra apareció. —Estaba con un amigo, lo lleve a conocer la ciudad—
—¿Pues de dónde es o qué?—
—Es de Corea, ahora deja de hacerme preguntas— camine hacia la cocina.
—Te gustan chiquitos, que decepción—
—Que Jimin sea menor que yo no significa que sea un niño, el ya el legal—, dije sirviéndome un baso de agua.
—No me refiero a eso. Ah, tu hija dijo que quería salir contigo mañana—
—No voy a poder, mañana saldré con Jimin—, le di un trago a mi agua y subí las escaleras para ir a mi habitación.
Me siguió la loca esta. —Pues te la llevas, puede y le agrade tu amiguito ese—
—No la llevaré. Mejor tu y ella salgan de compras, a un antro con stripers o yo que se—, me adentre al cuarto.
—Lo segundo suena bien—, dijo para ella —Pero ella va a salir contigo y punto—
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NarraJimin
Entre a casa, todo estaba oscuro así que prendí las luces, y un Taehyung detrás de mi me hizo soltar un grito no tan masculino.
—¡Maldita sea Tae, deja de espantar así, me causarás un infarto!—, puse una mano en mi pecho tratando de regular mi respiración.
—Perdon pero solo te estaba esperando para que me contaras tu cita—, me hizo su cara de pervertido al decir la ultima palabra.
—Solo te diré que no hubieron besos de por medio — fui a sentarme a uno de los sillones seguido por mi hermano.
—Es que tu da la iniciativa, recuerda que "elfuturoestaentusmanos"—, lo dijo con el tonito del niño de comercial, creo que ver mucha televisión le afecta. —Pero cuentame, ¿qué tal tu cita?—
—Estuvo bien, me llevo a conocer la ciudad, pero primero fuimos a comer, y hay fue donde me dijo que es el presidente de México—. Tae solo empezó a reírse, obvio no me creía.
—Ay si, y yo soy heterosexual— y siguió riéndose —Aquí cualquier pelele te puede decir lo que sea—, limpio unas pequeñas lágrimas a causa de tanto reírse.
—Tengo pruebas—, le enseñe una foto que nos tomamos.
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Creo que a Tae se le cayeron los calzones de la impresión porque se quedo boquiabierto —Ah, solo que se coló un perrito a la foto—
—¡AAAAAAAAAHHH, SOY EL CUÑADO DEL PRESIDENTE!—
Ese grito se pudo haber escuchado hasta la casa de mamá.
—Callate, deja de gritar, a parte no es mi novio para que le digas cuñado—
—Es que esa noticia esta para miarse en lo calzones, no me lo puedo creer, ahora puede y te compre una casota con el dinero que se roba—, dijo aun con emoción.
—Pero tiene esposa y tal vez hijos, no creo su e fije en mi—
—No eres feo, eres decente, un chico buena onda, y tienes unas nalgotas, claro que se fijaría en ti—
Al instante me sonroje, —¿Tu qué te andas fijando en mi trasero?—
—Es que es inevitable no verlo—
Seguimos discutiendo sobre mi trasero y Enrique como por tres horas, hasta que nos cansamos y nos fuimos a dormir.