Ojeras negras,
tal río cubierto de penas,
tal futuro que aguarda un adiós,
marcas por todo tu cuerpo,
y no son batallas en las que salieras victorioso,
Mirada hacía el suelo,
donde acabarás tarde o temprano,
el cielo es muy alegre para esta soledad acontecida,
encharcado de miedos,
que no son sólo miedos,
toda pesadilla se vuelve realidad en cierto punto,
toda soledad vuelve golpeando tu certidumbre,
con sabor a un nombre,
cada soledad,
tiene esencia de unos ojos,
cada beso,
tiene un destino incisivo con una soledad factible,
quizá no tan hipotética,
quizá una despedida no tan irreal,
los pensamientos me sacuden,
revolviendo mis ideales,
resquebrajando pequeñas salidas de las pesadillas,
pesadillas,
con el corazón a mil,
das una bocanada de aire,
y cae la escarcha en tus mejillas,
al darte cuenta,
que nunca fue una pesadilla..
Ellas corroen cada centímetro de mi cuerpo,
al fin y al cabo,
las pesadillas se vuelven reales,
y cuando lo hacen,
el terror que desprenden no es comparable con nada que jamás hayas experimentado antes.
Dentro de ti sabes que cada sueño, y cada pesadilla no son sólo eso, y describirlos tan inocentemente es engañarse a uno mismo, y no, no hablo de los que tenemos cuando dormimos, si no los que tenemos a las cuatro de la madrugada con los ojos abiertos, mientras vemos una puesta de Sol, o mientras la soledad nos ataca.
ESTÁS LEYENDO
LLAMADAS.
Poetrytu voz es dulce, como el tacto de tu piel, como los orbes de tus ojos castaños. Dejame escucharte una vez más, no cuelgues esta vez, haz esta llamada eterna cariño.
