Al fin es la hora de salida, el tiempo que, creo, que todos mas ansiamos en nuestra aburrida rutina escolar.
Veo tus ojos carmesí, me alma tiene ese fulgor dentro suyo y mi corazón empieza a acelerarse.
Voy hacia ti, y noto las ojeras bajo tus ojos, mis ojos se quieren humedecer en ese momento pero contengo las ganas de llorar, gracias a la preocupación que tu causas en mi.
- ¿Que paso? Se nota que no has dormido bien, ¿hay algo que te moleste?
- S-Solo...-Pude notar como tus ojos se humedecían levemente en ese momento.-... toma, te veré mañana.
Me besaste en los labios, impidiéndome reaccionar o hablar. Así que solamente me dejo llevar, pongo mis brazos al rededor de tu cuello y sigo con el vaivén lento cono el que empezaste el beso. Y me siento en el paraíso, sin preocupaciones, pasando con la persona que amo.
Siento como una de tus manos va al bolsillo de la chaqueta del colegio y deja una especie de papel ahí. Nos separamos a los segundos que pusiste eso. Te despides con un simple "Adiós" y yo, al ver que te habías ido sin dejarme despedir, me pongo a leer sin preocupación.
Meg y Bon decían que aun tenían cosas que hacer, así que decidimos reunirnos ahí después de que ellos acabaran lo que sea tuvieran que acabar. Después de todo, ellos siempre iban conmigo a casa... no se el porque, siempre ah sido así desde que nos hicimos amigos.
En fin, mejor ponerse a leer antes de que ellos lleguen, ¿no?
Después de todo, no puede ser algo muy grave.
