no sé que me ha hecho, creo que me embrujó #28

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  – Jungkook , ¿qué rayos haces aquí? – exclamé atemorizada levantándome de la cama.
– Comprobando si eres capaz de cumplir con tu promesa – respondió en tono serio acostándose de lado y poniendo su cabeza sobre su mano cerrada.
– Estás loco, ¿cómo entras así nada más?, Kai puede estar en el baño.
– No te preocupes por él, salió a correr hace quince minutos.
– De todas maneras vete, Lisa sí está en la casa.
– Esa niña no se despierta antes de las once y apenas son las nueve de la mañana – dijo hincándose en la cama.
– Por favor, Jungkook, no me hagas las cosas más difíciles.
– ¿Tú?, ¿difíciles?, ¿y yo cómo califico que no tienes voluntad para impedir que él te acaricie? – exclamó acercándose a mí que seguía de pie cerca de la cama.
– Jungkook, estaba dormida, perdón si no tengo mucho control bajo ese estado.
– Sentí cuando te despertaste y no me detuviste – me tomó por la cintura y me hizo caer en la cama colocándose encima de mí – no quiero imaginarte entre sus brazos.
– Tonto, yo sabía perfectamente que eras tú, mi cuerpo te reconoce.

Me sonrió encantadoramente, mientras sus ojos analizaban mi cara y me quitaba un mechón, para luego besarme apasionadamente, mientras su mano doblaba una de mis piernas y acariciaba la pantorrilla debajo del pantalón.

– Buenos días ___ – dijo sonriente en mis labios rozando su nariz con la mía.
– En serio que sí estás loco, ¿te caíste de niño y te golpeaste la cabeza?
– No, me la golpeó una hermosa desconocida la noche de un martes y ella fue la que me hizo enloquecer – respondió mientras besaba mi cuello.
– ¿Así que estás loco por una desconocida? – pregunté sonriendo con los ojos cerrados, siguiéndole el juego.
Sí, no sé que me ha hecho, creo que me embrujó – respondió lengüeteando el lóbulo de mi oreja mientras se abría paso para que nuestros sexos se rozaran.
– Deberías hacerte una limpia para librarte del hechizo – dije acariciándole lentamente la espalda.
– No se me había ocurrido, gracias por el consejo.

Volvió a besarme en los labios mientras mis manos jugaban con su cabello y movía mi pelvis acompasadamente con la suya. Bajó dando pequeños besos a mi cuello, yo jadeé acariciando el suyo.

– jungkook, ya basta – dije con un hilo de voz sintiendo como se elevaba mi temperatura – no podemos continuar con esto y menos aquí.
– Vamos a mi habitacion, entonces.
– Por supuesto que no, Kai no tarda en regresar.
– Tenías que recordármelo – dijo molesto – está bien, por ahora lo dejaremos así.

Me dio un pequeño beso en los labios y con dificultad se levantó de la cama, mientras yo le sonreía. Me levanté después que él y camine hacia el baño, cuando puse la mano en el picaporte sentí que me agarraba, me dio la vuelta y volvió a besarme apasionadamente, le correspondí unos instantes y después rompí el beso.

– Junkook, por favor, detente – dije seria poniendo mis manos sobre su pecho alejándolo.
– Es que no puedo evitarlo, me encantas ___ – dijo mirándome a los ojos – pero, ganas otra vez, ya me debes dos.
– Anoche te cobraste una, ¿ya se te olvido tu amenaza?, me hiciste entrar en pánico.
– Discúlpame, estaba cegado y fue lo único que se me ocurrió para verte a solas.
– Lo pensaré, claro que si te vas ahora ayudará a aclarar mi mente.
– Chantajista.
– ¿Yo?, el ladron cree que todos son de su condición.

Me sonrió y me dio otro pequeño en los labios, me quedé ahí parada para asegurarme que salía de la habitacion, cuando lo hizo y cerró la puerta, entré al baño. Me metí a bañar y cuando termine de vestirme Kai entro a la habitación, me saludó a lo lejos y me dijo que se daría un baño.

Bajé a la cocina para preparar algo de desayunar y Lisa estaba ahí tomando café y hojeando una revista.

– Buenos días, Lisa.
– Hola ___, buenos días – respondió y se levanto para saludarme de beso en la mejilla – justo estaba pensando en ti, estoy viendo un anuncio de la ropa de Eun – agregó enseñándome la revista y la miré unos segundos.
– Por cierto, ahora que lo mencionas, tengo duda de algo que me dijiste el día de la presentación – dije sirviéndome una taza de café.
– Adelante, con confianza.  

– Cuando te dije que Kai estaba de viaje, me dijiste que él no cambiaba, ¿por qué?

– Ah, es que el día que firmó el contrato con Jungkook yo fui a la cena y estuvieron hablando de negocios toda la noche y mencionó que viajaba mucho y luego Jungkook me ha contado que le llama y siempre está en juntas, por eso lo dije, ¿pensaste que yo y él nos veíamos clandestinamente?

– No, para nada, no te creo capaz de engañar a Jungkook – dije para ver su reacción.
– Jamás lo haría, lo adoro – aseguró.
– Buenos días, señoritas – exclamó Jungkook entrando a la cocina.
– Hola baby, buenos días – respondió ella y lo abrazó efusivamente.

Yo no respondí y le corrí la mirada con enfado, que amigos tan cariñosos eran, alguno de los dos me estaba mintiendo y dudaba que ella tuviera alguna razón para hacerlo. Abrí el frigorifico para no mirarlos y escuché que kai los saludaba, me abrazó por la cintura, yo volteé y nos dimos un beso en los labios. Jungkook carraspeó y nos sugirió ir a desayunar a un pequeño restaurante que estaba a un par de calles. Todos estuvimos de acuerdo y salimos los cuatro.

Kaiy yo íbamos tomados de la mano y  Lisa sostenía del brazo a Jungkook , después él la cargó sobre sus hombros y tuve ganas de golpearlo y de paso yo darme de topes en un árbol, ¿cómo era posible que me dejara envolver por ese embaucador de oficio? Sólo era un hermoso mentiroso, como dice una canción y, muy a mi pesar, me tenía vuelta loca sin remedio, jamás me imaginé perder así la cabeza por alguien, quizá debía recurrir a la ayuda de un psiquiatra.

Llegamos al restaurante y nos sentamos en una pequeña mesa, Lisa frente a Kai y Jungkook frente a mí. La camarera nos llevó los menús, la verdad yo no tenía mucha hambre, así que sólo ordené un zumo de naranja y fruta con yogurt, en un recipiente por separado. Lisa me miró de forma extraña y Kai empezó a explicarle lo rara que soy para comer mientras ella se reía, luego se pusieron a intercambiar anécdotas curiosas.

Yo sentía las miradas de Jungkook y trataba de evitarlas lo más posible. Minutos después nos dejaron los platillos y al llevarme un pedazo de piña a la boca sentí que Jungkook puso su pie sobre el mío y lo subió un poco. Yo retiré el mío bruscamente mientras lo miré frunciendo el seño, él sonrió divertido, miré a Kai, nerviosa y seguía hablando animadamente con Lisa, al parecer ninguno de los dos se había dado cuenta. Jungkook lo notó y siguió con su jueguito, yo ya no sabía para donde moverme y tuve que ir al baño para tranquilizarme, ese hombre quería destrozarme los nervios. Al regresar ya habían pedido la cuenta y suspiré aliviada.

Lisa propuso ir a algún hotel de Las Vegas a jugar un poco y de paso ver algún espectáculo, así que regresamos a la casa y Jungkook sacó del garaje un Audi que había alquilado. kai y yo nos subimos en la parte de atrás y Lisa encendió la radio después de subir. Kai me abrazó y noté la mirada seria de Jungkook a través del espejo retrovisor, pero me volteé y recargué mi cabeza en el hombro de kai no sé porque Jungkook ponía esas miradas cuando él jugaba con Lisa en los altos.

Llegamos a un hermoso hotel y entramos al casino, donde  kai despues de ganar  me abrazó emocionado, me cargó y me dio vueltas porque ganó dos mil, cuando me dejó en el suelo jungkook nos miraba con el ceño fruncido, pero yo lo ignore y tomé a mi novio de la mano.

Comimos en el restaurante del hotel y ahora opté por sentarme frente a Lisa, lo cual provocó que Jungkook se riera divertido, nuevamente. Al terminar, compramos las entradas para un espectáculo musical y mientras esperábamos recorrimos las tiendas de suvenir y me sorprendió que Kai comprara un oso de peluche que en la camisa decía I love Las Vegas, me dijo que era para la sobrina de Suho que iba a cumplir años próximamente, no recordaba que él tuviera una sobrina y Kai  me explicó que era hija de un primo que acababa de mudarse a Seul y que también trabajaba en la casa de bolsa.

Regresamos a la casa pasadas las once de la noche. Kai se puso de inmediato la pijama y se metió a la cama, yo decidí darme una ducha, me sentía muy cansada y esperaba que él se durmiera para evitar que se pusiera "romántico", no lo hacía por Jungkook , sino por mí, aunque estuviera engañando a mi novio, tampoco era una cualquiera que se iba a revolcar con los dos en la misma casa.  

Eres mi tentación » J.jkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora