Puedo oírte mientras duermo, cada vez que despierto, perdida de la noción del tiempo, puedo escuchar tus gritos ahogados en mis oídos tapados, no me has visto nunca, ni yo he podido escuchar tu voz, pero debo sacarte de aquí, debo llevarte lejos de este lugar.
Cada puerta que cruzamos se vuelve una menos para salir, solo debemos seguir, tú no puedes sola.
No puedes sola.
No puedes sola.
No puedes sola.
No puedes sola.
Me necesitas.
No puedes sin mí.
No puedes ver lo que hay frente a ti, si algo te quiere hacer daño, ellos quieren hacerte daño, ellos quieren verte lastimada, quieren lastimarnos, es lo que quiere, siempre que nos ven, siempre que te ven, incapaz de correr por ti misma, incapaz de defenderte, rodeada de enfermos mentales y de abominaciones degeneradas, solo puedes confiar en mí, solo yo puedo sacarte de aquí.
Sujete su mano fuertemente, mis pensamientos guiaban mi camino.
—Te sacare de aquí Eie, tu solo—Le decía a ella.
Me gire para verle, para asegurarme de que no hubiera nada atrás.
—Estoy bien Lori, ¿Por qué te detienes? —replico ella.
—No es nada, solo quería asegurarme de que estuvieras bien.
—¿Por qué estaría mal? ¿Crees que no soy nada sin ti?
Los ojos de Eie empezaron a emerger de la piel que los cubría.
—Eie...
—Ahora que puedo ver no te necesito. Eres inútil, siempre has sido inútil, no dejaras de ser inútil, cuando tocas eres inútil, cuando estas conmigo eres inútil, sola eres inútil. No te necesito... No tengo porque necesitarte ¿Tan desesperada estas por no encerrarte tu misma? ¿Crees que así podrás salir de aquí?
— ¿Qué estas diciendo? Tus ojos... tu...
—Puedo oír, cosa que tu no, puedo, ver, cosa que tú no...
—E-Eie... Déjate de bromas... yo aun puedo ver, yo...
Eie empezó a caminar hacia mí, mis nervios hicieron que mi cuerpo caminara hacia atrás por sí solo, siendo detenido por algo extraño.
Gire lentamente mi cabeza hacia atrás, deteniendo mi vista hacia al suelo, viendo el cuerpo de un ciempiés humano retorcerse, sujetando mi cuerpo, enrollándose en mí.
— Tu ya no necesitas tus ojos Lori... ya no te necesito...
Empecé a agitarme, tratando de soltarme, Eie estiraba sus brazos hacia mi cara, apuntándole a mis ojos con sus pulgares, con uñas largas y crecidas.
—¡Espera! Puedo serte útil, puedo... puedo ser la carnada de los cazadores, puedo ayudarte con las puertas... Yo... Yo...
—Solo necesito tus ojos... tus redondos, brillantes y húmedos ojos...
Sus uñas empezaron a entrar en mis cuencas, mancándose de sangre mientras el dolor empezaba a estremecer mi cuerpo, sus dedo empezaba a entrar en el orificio mientras mis ojos se movían frenéticamente, un dolor pulsante me indicaba como mis ojos empezaban a salir hacia afuera, como eran llevados con todo y nervios oculares, mi visión se volvía borrosa a medida que aquellos ligamentos empezaban lentamente a desgarrarse, como cuerdas que se rompían poco a poco por la tensión, rompiéndose uno por uno, todo empezaba a nublarse hasta llevarme al mundo que ella ve, oscuridad.
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Ciego en el silencio.
Mystery / ThrillerEquipos de dos personas entran desarmadas en este laberinto subterráneo de piedra, contra su voluntad y sometiéndose a la extracción de alguna parte de su cuerpo que es compensada con su compañero, deben escapar sin guía alguna y siendo perseguidos...