Causaron tanto daño
que soy quien soy.
No aquella de hace años,
sino la chica de hoy.
Los veo en los pasillos
y me parecen extraños.
Entonces recuerdo el dolor,
el llanto,
la pena y la desolación.
Me quiebro y,
mientras tanto,
ellos no saben
ni cuándo ni cuánto
marchitaron mi corazón.
