¿Qué Pasa Si Jugamos Un Poco? (Escribiendo)

Capítulo N°2

Después de salir del parque, acompañe a Adam a casa ya que ambos íbamos por la misma vía.

-Y dime Miguel, ¿Cómo estás? - Dijo Adam rompiendo el silencio.

-Bueno, estoy bien, supongo que... bien.

-¿Sucede algo? - Preguntó al escuchar mi tono de voz desganado.

-No, nada - Dije cambiando la expresión en mi rostro - No te preocupes, ¿Qué me cuentas?, ¿Cómo ha ido tu vida? - Pregunté con una sonrisa de el rostro.

Adam no siguió pensando en mi estado, o al menos eso quiso aparentar al darse cuenta de que no le diría nada.

-Pues... La verdad estoy muy feliz - Dijo mirando al frente con una gran sonrisa.

-¿Y eso? - Pregunté con entusiasmo ante el estado y la expresión en el rostro de Angel.

-Es que ayer estuve hablando con una chica que conocí en "Los próceres" - Dijo con alegría - La conocí cuando salí con Erick y Thomas el fin de semana.

-Vaya, que buena suerte - Dije con un tono alegre.

•Salieron, ¿Y no me invitaron?, vale, esta bien, que buenos "amigo" te gastas Miguel• - Pensé en ese momento.

-Si, esta bella, nos vamos a ver este viernes en el mismo lugar - Dijo deteniéndose en el límite de mi compañía.

-¿En el mismo lugar?, ¿Por qué? - Pregunté extrañado, no me parecía un lugar para tener una cita.

-Porque vive cerca del lugar, y sus padres no le permiten salir mucho, solo a ese lugar, es por eso que nos reuniremos ahí, de todas maneras es un lugar amplio, caminaremos hasta las estatuas de los próceres y después nos quedaremos cerca de las fuentes - Dijo sentándose en un muro que estaba cerca de la esquina en donde estábamos.

-Ya veo... ¿Y si tienes posibilidad? - Pregunté con picardia.

Adam soltó una carcajada al escuchar mi pregunta.

Mi relación con Adam tenia la suficiente confianza como para conversar de esa manera, e incluso, Angel tenia historia de buscar solo una cosa en las relaciones, tenia novias como gotas la lluvia.

-La verdad, no lo creo - Dijo aún con la sonrisa en el rostro, pero no me dirigía la mirada.

-¿Cómo que no lo crees? - Pregunté confundido.

-Ya estuvimos hablando de eso - Comenzó a decir pero lo interrumpi.

-¡¿Con tan sólo una semana de conocerla?! - Dije alzando un poco la voz, no me importo que las demás personas me vieran extrañados, este tema era mucho más interesante.

-Sabes que yo soy rápido - Dijo con voz pícara y una gran sonrisa en el rostro - Yo voy directo al grano.

-¿Y que te dijo? - Pregunté con interés.

-Ya te lo dije, no creo tener oportunidad con ella en esta ocasión - Dijo haciendo una pausa - La verdad, siento que esta es la indicada.

Mis ojos se abrieron por unos instantes, pero luego volvieron a la normalidad al pensar en la realidad, Adam no se caracteriza por enamorarse de alguien, la mayoría de sus relaciones no duraban por un gran problema, Angel no era ageno a ninguna chica atractiva, era capaz de conseguir novia, o mejor dicho, pasatiempo, fácilmente; no podía culparlo, Adam era atractivo, su cabello era negro y liso, pero era liso porque se había hecho un tratamiento, sus ojos eran marrón oscuro, su piel era blanca, no completamente pálida como la de Thomas, era un poco bronceada pero no lo suficiente como para ser piel morena, en resumen, no podía culparlo por aprovechar sus virtudes.