Cicatrices...

5. CON LIMÓN Y SAL

=== KAGOME ===

Qué demonios estaba pasando de la noche a la mañana mi mundo estaba dando un giro brusco a lo que conocía, y todo por la presencia de la tal Kikyo , una tipeja sin ningún linaje que estaba quitándome mi lugar como señora de mi propia casa y ... estúpidamente me sentía celosa de que la atención que tanto Inuyasha como la bastarda me daban a mí, ahora solo es para ella.

La chiquilla ni siquiera ha llamado a mi puerta en una semana y lo peor, mi marido a osado ensuciar mi casa, revolcándose con esa maldita zorra. La primera vez que vi su engaño fue cuando como idiota fui a ver como seguía y lo único que presencie fue encontrarlo felizmente besándose con ella en su habitación, desde entonces súper que era una mosca muerta, inmoral y no me equivoque, Inuyasha se recuperó rápidamente y para festejarlo anoche estuvo retozando en su alcoba con esa pútrida.

****

Me desperté a media noche, sentía calor e insomnio, de pronto me vi caminando por los corredores y no tardo para que Ayame me acompañara, de pronto ambas no quedamos quietas, cierto sonidos extraños provenían de la alcoba de Inuyasha, no tenía idea como habíamos llegado precisamente ahí, pero como siempre mi maldita curiosidad me llevo a acercarme aunque Ayame me dijo que no lo hiciera, posiblemente ella ya tenía idea de lo que sucedía, empuje un poco una de las puertas y a través de ella pude ver, las siluetas desnudas sobre la cama, la malnacida gemía como loca sobre él , mientras él acariciaba con sus manos sus pechos y caderas, la besaba, la tocaba, era un acto asqueroso, que no quise seguir viendo y me retire asqueada, Ayame me siguió hasta mi cuarto donde fue tanto mi coraje que rompí mi tarro de polvo para maquillarme.

****

Ayame trato de calmarme pero estaba que reventaba, esas imágenes se repiten en mi cabeza y quiero asesinarlos, como osaron burlarse de mí en mi cara.

Ella con su cara de mustia hace parecerse tan pura cuando en realidad es una cualquiera que se mete con hombres casados.

Podría acusarlos con la corte pero sería avergonzarme como mujer así que he decidido hablarlo con Inuyasha, él debe darme una explicación y terminar esa aventurilla que tiene con ella, porque no permitiré más deshonra en mi casa, más cuando la vejeta de Kana se la pasa consultándole todo como si fuera la señora de la casa y no la amante que se revuelca con el señor.

Hasta la escuincla juega con ella y la alaba como un ángel , si supiera la clase de demonio que es en realidad

- Contigo quiero hablar - le dije a Inuyasha quien conversaba con uno de sus tenientes

- Señora, quizás no deba...- dijo Ayame

- Cállate, he dicho que quiero hablar contigo

- Estoy ocupado, mi señora será en otro momento - contesto

- Pues lo siento mi señor, pero esto es urgente

- Señor si gusta puedo irme y después volver...- menciono el subordinado

- Si vete - le ordene

- No des ordenes que no te corresponde - me contesto molesto

- Necesitamos hablar - vuelvo a insistir

- Ve adentro, voy enseguida - me contesto y entre a la casa

- Se puede saber que te sucede

- Necesito...

- Sí , si ya lo dijiste quieres hablar conmigo, pero como osas ordenar a uno de mis hombres, serás la princesa de la nación, pero en esta casa te guste o no soy el señor de ella y eso fue demasiado osado de tu parte