11. Te Necesito

1.3K 87 14
                                    

este capitulo contiene lemon  +18


=== INUYASHA===

La herida cerro rápido, lástima que la sentía en mi corazón el médico real no la podía curar, claro que estaba molesto por haber echado de aquella forma tan descortés a Kikyo ella era mi consorte y por esa simple razón debía de haber sido más considerada, pero cuando hable con ella, posiblemente por costumbre, me sentí culpable de su mirada, de su fría forma de tratarme, de que aquella sonrisa que me regalo en aquel inhóspito lugar, desapareció para mí en cuanto arribamos a casa.

El rey en persona vino a verme y hasta una fiesta a nivel nación se realizó por mi resucitación, aunque no pude festejar de manera completa, pues Kagome alegando sentirse mal, no se presentó a ninguno de ellos. Todos mencionaban la forma en que se arriesgó en mi búsqueda sin embargo ella seguía sin aparecerse a ningún evento.

A Kouga lo veía con cara de querer decirme algo, pero siempre se quedaba callado.

Pasaron varias semanas en las que se perdió de mi vista, volvió a recluirse a sí misma en su cuarto no dejando que ningún contacto humano la visitara, llegue a escuchar a los criados llamar a su ala, los aposentos del terror, pues no les gustaba ir.

Pero llego la gota que derramo el vaso, cuando me avisaron que Kagome había lastimado a Kikyo, quise no creerlo pero era cierto, de hecho tuvo que ser sostenidas por las sirvientas para que no atentara más contra mi hijo.

Kikyo me conto que recibió una invitación de voz de Ayame para tomar el té y limar asperezas pero al llegar como es su costumbre Kagome la insulto, se dijeron de palabras, Kagome nos corrió a todos y la golpeo azotándola contra las paredes.

Por primera vez la enfrente sin miramientos, y llevo mi furia al punto culminante cuando negó absolutamente todo, alego que no había hecho nada cuando tanto Kana como las sirvientas escucharon todo lo que ella dijo y oyeron los gritos de Kikyo cuando la estaba golpeando.

Por primera vez la vi suplicar cuando le dije que me iba de su casa llevándome a mi hija, pero no cedí, tome todo lo que era mío y esa misma tarde abandone el palacio de jade.

Me mude a la cabaña donde se había quedado Kikyo cuando fue echada por Kagome, a palacio no tardo la noticia y pronto mi padre vino a verme para suplicarme que volviera a mi hogar y no pusiera en vergüenza a la princesa, pero no le obedecí.

No importaba si con aquella acción me enfrentaba al mismo rey, esa decisión la había tomado cansado de tantas estupideces por parte de su hija y si era preciso sacar a la luz toda "la felicidad" que hubo en mi hogar por todo este tiempo, lo haría para que la gente que la compadecía conociera a la princesa Kagome, que solo era una cara bonita, una especie de ángel con corazón de demonio.

Sin embargo la dureza del rey no llego, quizás estaba de acuerdo en que lo mejor para su nieta era estar lejos de su madre, aunque me cuestionaba si hice lo correcto cada vez que la escuchaba llorar en su cuarto por su mamá, cuando pedía ir a verla y tenía que negárselo, pues lo correcto era que si quería a su hija Kagome tratara de saber de ella.

Fue en un día de consejo con el rey para ver todo lo referente a la seguridad, pues la boda de la princesa Sango se haría en palacio y después ambos recién casados tenían que ser llevados a los campos del sur , donde quedaba la residencia del príncipe Miroku, hasta donde debían irse grandes cantidades de oro, plata, marfil y telas preciosas como parte de la dote, cuando entrando a palacio ministros y generales , algunos mirándome con desaprobación por la situación en la que me encontraba, la delicada princesa Sango si saber de dónde salió, llego a mí y me dio tremenda bofetada que mi rostro fue volteado por ello, jamás pensé que pegara tan fuerte, el príncipe Miroku la atrapo para que no me golpeara nuevamente.

Cicatrices...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora