Cicatrices...

6. Tónico

" Tus besos son miel, son mortaja, son delicia, son calvario, pero también el tónico que arregla mis males que me dan vida, que evitan mi muerte... "

=== KAGOME ===

Estoy enloqueciendo ni siquiera me percate del adiós que según Ayame me hizo Kohaku, mi mirada se centró en mi hermana que prácticamente subió a mi esposo a su litera para hablar con él, será posible que el hombre que dice amar mi hermana sea él.

¿Será él?, Rin se habrá enamorado o siempre lo ha estado de él, y su odio compartido que tenía con él junto a mí, ¿fue por ultrajarme o porque tuvo que casarse conmigo?, no estoy segura pero lo que si se es que no soporte esa escena y peor aún que me ignorara en cuanto la caravana se alejó de casa.

Me encerré de nuevo en el pabellón, ese lugar parecía haberse hecho mi guarida indiscutible. En la tarde se planeó la boda fui llamada para dar la bienvenida a mi casa a esa mujerzuela, pero no lo hice, me quedaba dignidad así que envié a Ayame en mi representación alegando no sentirme bien por la partida de mi hermana, por suerte nadie me obligo a hacerlo.

Al siguiente día todo fue preparativo, se veía hasta mejor que mi propia boda que fue tan sombría. Multicolores se observaban en la casa, seda, flores, la mejor vajilla se usaría en aquello.

Ese día tampoco salí ni nadie me visito, fue el día antes de la boda cuando me aleje al lago a dar un paseo cuando me cruce con aquella tipa, estaba con otras damas cortando "mis rosas" para su boda.

- ¿Quién te ha dado permiso de cortar flores de mi jardín personal?.

- Lo siento no sabía que eran tuyas

- No seas igualada, tengo un linaje que me precede a diferencia de ti, debes dirigirte a mí con respeto - le exigí

- No creí que fuera necesario - me contesto sonriendo

- Lo es, el hecho de que te conviertas en la amante con derechos de mi esposo no significa que nos haga iguales

- Seré su esposa - menciono mientras cortaba una rosa mas

- Solo existe una esposa legítima y esa soy yo querida, te guste o no y deja mis flores, largo de aquí

- Con su permiso excelencia - dijo y se retiró, pero no iba a permitir que se llevara mis flores

- He dicho que dejen mis flores - agregue, las damas dejaron los canastos pero ella no

- Creo que deberíamos tratar de llevarnos bien, viviremos juntas

- Yo vivir junto a ti, jamás, desde el momento en que te conviertas en la amante oficial de mi marido, te pediré que te limites a vivir en el ala que te corresponde.

- Hasta donde tengo entendido tengo deberes que cumplir

- Por la organización de la casa no te preocupes Ayame y Kana lo hacen bien, solo limítate a no presentarte ante mí.

- No crees, que es ridículo lo que pide

- No, y deja de tutearme yo soy una dama, tú una cualquiera

- No le permito que me insulte

- Tú no tienes por qué permitirme lo que hago, digo la verdad, eres la mujerzuela que calentara la cama de mi marido.

- Quizás lo hago porque tu no lo haces, y no voy a tratarte con respeto hasta que tú lo hagas conmigo

- No tengo porque, además recuerda soy una princesa y por ese simple hecho me debes mayor respeto, aunque claro una simple plebeya como tú no ha de saber ni cómo actuar decentemente -