Los hijos de los Vengadores.

21

Guarida de Loki, Siberia.

Isabella se detiene frente las puertas de metal. Sintiendo el frío en sus brazos y piernas, apretando el agarre de su escudo nerviosa.

-Este donde estés, espero que me ayudes tío Bucky, porque eres lo último que tengo para ser valiente.

Sacando el collar de debajo de su ropa, besa la estrella y lo vuelve a guardar, tomando el valor suficiente para entrar.

Una vez dentro, se desliza por una cuerda hasta el último piso, escondiéndose entre las sombras.

Pudiendo después de andar unos minutos encontrar a Loki. Sentando en un trono enorme y dorado.

-Isabella Rogers, la hija del Capitán América.

Empujada por detrás con fuerza, es sacada de su escondite, cayendo al suelo pero levantándose al instante.

-Adiós factor sorpresa. Devuélveme a mi padre Loki.

-¿Devuélveme? Ya lo tienes contigo.

-Sabes a lo que me refiero. -Sin quitar su tono altanero, escucha los pasos tras ella. La están rodeando.

-¿Quieres esto? -Pregunta agarrando su cetro. Levantándose de su trono y acercándose a la rubia. -¿Quieres lo que hay dentro? ¿La vida de tu papá? Mira que bonito este recuerdo, el día que naciste. Oh, y cuando comenzaste a nadar. Que tierno.

-No te atrevas de tocar uno solo de esos recuerdos Loki Laufeyson, porque no respondo a mis actos.

-Uy, que peligrosa. ¿Qué me vas a hacer? ¿Pegarme una patada?

Con una sonrisa socarrona, Bella clava sus uñas en el rostro del Dios, arañando su mejilla derecha de arriba a abajo.

-¡Maldita! ¡Matadla! -Ordena furioso, pasando su mano por su rostro y observando la sangre en sus dedos. -No, mejor aún, atrapadla.

No es excesivamente complicado para los Vengadores agarrarla entre seis, llevándola hasta frente Loki, tirándola de rodillas ante él.

-Vaya, parece que se te han bajado los humos de golpe.

-Eres más feo de cerca. Libéralos, no les quieres a ellos, nos quieres a nosotros.

-¿Para qué os iba a querer a vosotros? Mocosos inútiles, no sois capaces de proteger a vuestra familia, no me vais a derrotar a mí.

-Por eso nos quieres, ellos te pueden derrotar, el Dr. Banner...

-El Dr. Banner no hará nada niña estúpida, está congelado. ¿O es que aún no lo has notado? -Señala la cámara donde lo tiene.

-Bruce... -Susurra al verlo.

-Tranquila, sigue vivo. ¿Te resulta familiar esta escena? ¿Te recuerda a alguien? Tal vez a Bucky.

-¿Porqué nos haces esto? ¿Qué quieres que no haya en Asgard o en Jotunheim? ¿Qué tiene Midgard de especial?

-La muerte, los sentimientos. -El de cabello negro se levanta de su trono.-Los terrestres sufrís, lloráis, odiáis la muerte porque os separa de vuestros seres queridos. Los asgardianos tras la muerte van al Valhalla o al Hel y en Jotunheim estamos condenados al hielo eterno. Midgard tiene humanos con sentimientos que les hacen vulnerables, ¡míralos! ¡Los héroes más poderosos del planeta derrotados como cucarachas! ¡Bajo mi poder! ¿Ellos os protegerán? Si no se pueden proteger a ellos mismos no pueden proteger a nadie.

-Nos protegieron a nosotros.

El Dios ríe con ironía.

-¿Y de qué les ha valido si los demás te han dejado de lado y estas aquí tú sola?

-Esos son errores nuestros. Aubrey nos ha hablado de ti, eres de Jotunheim, Odin te adoptó cuando no eras más que un bebé, creciste al lado de Thor y sus otros hijos, a su sombra como tú dices. Los grandes Dioses y el del engaño. Tú anhelas ser rey de Asgard pero no puedes hasta destruir a Thor. Mi pregunta es la siguiente: ¿Porque aún no has destruido a Thor? Ahora no tiene martillo ni armadura, es un simple mortal, puede morir si tú lo deseas y no lo has echo.

Loki se queda atónito ante las palabras de la rubia.

-¿Y quién te ha dicho que no los vaya a destruir después? Los quiero para destruir la Tierra. Para conseguir mi reino, lo que es mío por nacimiento. Asgard. Y después les mataré de dolor, verán la destrucción que han provocado y que han asesinado a su familia.

-Ese es tu plan, matarnos a nosotros y luego al resto de tu familia. A Balder, a Hermod, a Aldrif y a Laussa.

-Eres una chica muy lista, ¿qué cociente intelectual tiene?

-Mayor a la media. -Responde la rusa bien enterada por su amigo.

-Anda pero si saben hablar, pensé que también les habías cortado las cuerda vocales. -Se burla la menor ganando tiempo.

-No estas en condiciones de ser graciosa.

-No lo soy. ¿Vais a atacarme? ¿Seis contra uno? Eso no es justo.

-La vida no es justa pequeña entrometida. Bienvenida a tu muerte.

Para fortuna de la Rogers, un ruido exterior atrae la atención de todos sus rivales.