Condenada a amarte... (Sesshomaru X Rin)

Capitulo II He regresado...

"...Todos tenemos un destino...pero lo que yo no sabia...es que el mio ya estaba escrito por aquel que desconosco..."

Años despues...

Los años pasaban,  y la niña,  princesa del palacio del norte florecia como en primavera, revelando una hermosa joven, quien  constantemente recibia visitas de terratenientes ofreciendo su mano para compartir su vida con ella, pero  simplemente los rechazaba,   e incluso no alcanzaban ni a conocer su rostro, no por ser una joven mimada o caprichosa, sino por miedo, miedo...a lo que pudiera ocurrirles..., pero lo que no sabia era que habia algo peor aguardando por ella...

-señorita Rin! Señorita Rin!- se escuchaba una llamada por los pasillos del palacio, no era la primera vez que se pronunciaba el nombre de la doncella en señal de busqueda,  los soldados  nuevamente recorrian los territorios tratando de dar con la joven y su padre en el gran salon ignorante de la situacion,  recibia un nuevo pretendiente para su hija

-señorita Rin!- llamaba la nueva nana de la doncella,  Yuzuki, buscando en los jardines, preguntandose mirando al cielo- vaya...¿donde se habra metido esta niña?- mientras en un lugar lejos del palacio...

Una joven  de cabello azabache y una niña  con los ojos vendados, se adentraban a un bosque cercano, lejos de la vigilancia de los soldados, llegando a unas cascadas de aguas cristalinas de color turquesa

-señorita Rin, usted es una experta en escondites para salir del palacio- decia la pequeña entusiasmada siendo guiada de la mano por la doncella

-creo que aprendi de la mejor, pero solo dime Rin,-respondio la joven

-¿y  cual es la sorpresa?- prrgunto de forma curiosa la niña

-pues... lo sabras cuando lo veas o si no, no seria sorpresa- respondio Rin con una enorme sonrisa, luego de  un par de metros de ramas y arbustos, la doncella se detuvo, soltando la mano de la niña, para desatar el nudo del pañuelo que cubria sus ojos, diciendole- bueno...espero que te guste la sorpresa, pues aqui esta!- termino de decir, cayendo la tela lentamente al suelo, para revelar un par de ojos esmeraldas maravillados ante lo que estaba frente a ella

-es hermoso...-susurraba la pequeña, llevandose las manos a su pecho, frente a ella estaban las cascadas que tanto anhelaba ver, pidiendole a la doncella hace un par de dias atras el favor de traerla-es hermoso!!!, muchas gracias Rin!- realizando una reverencia, conmoviendo a la joven

-no me hagas reverencia por favor- contesto ella apenada

-bien! Entonces te abrazare!-grito la pequeña abrazandola con fuerza, aquella niña la conocia desde que nacio, su padre le negaba estar en contacto con la servidumbre, pero se las arreglaba para salirse con la suya,  hasta reunia a los pequeños a escondidas para enseñarles a leer y escribir

-es una lastima de que los demas niños, no puedan venir- menciono la niña mirando el paisaje

-si...es verdad...-contesto algo triste la joven y continuo- fue dificil sacarte a ti, Ayumi del palacio, imaginate a todos- termino de decir con una sonrisa

-si es verdad-respondio la niña con una risita inocente-¿su padre no la regañara?

-¿eh? Bueno...siempre lo hace y siempre me escapo- comento con una carcajada, jugando con su cabello, para luego caer hacia atras en el cesped, mirando las nubes, viendolas pasar cerrando sus ojos completamente serena de sus acciones, sentia la brisa, el sol, la sombra, la humedad y la calidez, sintiendo sensaciones unicas, definitivamente era una vida perfecta y para ella el mundo era de igual manera

-Rin...-la llamo Ayumi

-¿eh? ¿que nesecitas pequeña?- pregunto volviendose a sentar

-ahora yo quiero darte una sorpresa