Temblores

Capítulo 23: Solo los dos

Sinai:

Iba dispuesta todo, pero lo que no imaginaba es que las armas desde que estuve encerrada en la isla habían cambiado mucho.

El ejército empezó a atacarme, pero sus balas me rebotaban, sus bombas no me hacían ningún daño. El cruel comandante ordenó a su ejército traer artillería pesada, sin importar si salían herido su propio ejército o hasta el mismo.

Luego de unos minutos llegaron lanzacohetes múltiples guiados (GMLRS); El sistema GMLRS puede lanzar cada minuto, 12 cohetes de largo alcance y de alta precisión. Fueron lanzados los cohetes y estos si me hirieron y me enojó aún más.

Tenía heridas en las piernas y brazos pero esto no me impediría seguir luchando.

Leonardo y Sinai:

La batalla estaba muy dura, Sinai era muy fuerte pero los misiles comenzaban a quemar su piel y lastimarla mucho. Leonardo corría peligro ya que bastaría una sola bala para asesinarlo y Sinai no permitiría eso.

El comandante se preparó para acabar con eso de una vez, así que alistó una Bomba nuclear que tenía la fuerza suficiente como para acabar con todo.

Sinai sabía lo que se venía ya que Leonardo se lo había advertido, pero ella no estaba dispuesta a dejar que el muriera por su sed venganza. Dispararon la bomba que se encontraba adherida a un misil que era imposible de esquivar, ella tomó a Leonardo y se puso de espaldas cubriéndolo a él con todo su cuerpo.

La bomba impactó en su espalda y la explosión cubrió por completo a Sinai destruyendo todo a su alrededor. Cuando la explosión se disipo no quedó rastro de nada, ni de Sinai o Leonardo.

El mundo por primera vez sintió un miedo que no podía describir, por primera vez los grandes gobernantes que acostumbraban pisotear a los más indefensos sintieron que podían ser pisoteados y hasta devorados por una gigante que no sentiría piedad por ellos. Nadie sabe de dónde salió pero esperaban que fuera la única de su especie. Sino estarían acabados. Años después... En la isla de los gigantes, un más adulto Leonardo recolectaba comida cuando una hormiga gigante lo atacaba y este fue salvado por una gigante Sinai quien luego de salvarlo se quitó su collar y lo abrazó contenta de que estaban bien. Luego de la explosión Sinai sobrevivió y muy lastimada se quitó el collar y Leonardo se encargó de cuidarla e ir a su isla para vivir una vida tranquila. A lo lejos un extraño científico que no se convencía de que Sinai se haya desintegrado con la explosión juró que demostraría que ella había escapado. Fin.