Ligera Preocupación

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Ya habían pasado unas cuantas horas desde que Andrew había caído inconsciente en frente de las tres yeguas y el dragón que lo acompañaban en ese momento, lo cual provocaba que su preocupación continuara al no saber que es lo que le había sucedido a aquel extraño que acababa de llegar apenas momentos atrás. Pero a pesar de todo, esto no impidió que Twilight les comentara a las dos princesas lo que estaba sucediendo y de lo que le acababa de decir aquel pony que yacía en la cama al otro lado de la habitación donde se encontraban.

—Entonces, ¿estás segura de que él no es proveniente de ningún lado de Equestria?
—Completamente segura, princesa —respondió Twilight— todo lo que me dijo, lo dijo con una seguridad total, sin titubear ni pensar lo que decía.
—Hermana, ¿conoces algún hechizo para confirmar de donde viene, o de si es, como el dice, de otra dimensión? —Cuestionó Celestia, volteando a ver a la princesa Luna, la cual seguía observando con detenimiento al pony que estaba arropado en la cama.
—No estoy segura de que funcione, pero tal vez pueda usar uno de los antiguos hechizos que estuvo investigando Star Swirl.
—¿Las escrituras antiguas de Star Swirl el Barbado? No estoy segura de que pueda encontrar mucho ahí Princesa Luna...
—Puedes confiar de que encontraré algo, pequeña Twilight —añadió Luna— tú, mejor que la mayoría de unicornios, sabes que Star Swirl fue uno de los mejores magos e investigadores que Equestria pudo tener, estoy convencida que estará lo que busco.
—Tiene razón... —comentó la pony de pelaje morado, agachando su cabeza.

Ambas princesas se miraron mutuamente tras su pequeña conversación, la mayor de ellas en un momento desapareció de la escena, dejando a su hermana junto a la joven yegua que se encontraba ahí mismo observando.

—Uhh, oye Twilight, ¿no tenías libros con algunas de los hechizos de Star Swirl en alguna de las estanterías de la biblioteca?
—¡Cierto! Eres un genio Spike —respondió Twilight ante lo que su compañero dragón había comentado— Princesa, ¿no creé que le pueda ayudar un poco alguno de los libros que tengo sobre Star Swirl aquí, en la biblioteca? ¡Si no recuerdo mal, algunos tenían escrituras antiguas de él mismo! Yo no logré descifrar lo que decían algunas, pero seguramente usted si podrá.
—Posiblemente... De acuerdo, vayamos a revisar que es lo que tienes.
—Si, Spike, ¿nos podrías hacer el favor de cuidar de él en lo que estamos investigando? Además, si regresa la Princesa Celestia, podrías decirle que estaremos en la planta inferior.
—¡Seguro Twi! —Anunció el pequeño dragón, poniéndose en posición de guardia y haciendo un saludo militar— ¡Esperaré a que la princesa vuelva, y cuidaré de... uh... Andrew!

Ambas yeguas que ya se estaban dirigiendo a la puerta de la habitación solamente soltaron una ligera risa al escuchar el error, y ver las acciones del dragón. Finalmente salieron del cuarto, cerrando la puerta de éste detrás de ellas, dejando al dragón solo con aquel pony que a duras penas conocían de horas antes, el cuál aún seguía descansando acostado en la cama donde lo habían dejado.

—Pfff, esto va a ser sencillo —pronunció Spike con mucha seguridad en sus palabras, relajando su postura y recargándose en una de las paredes que tuvo más cerca, sin quitar un ojo del invitado que tenían— ... ¿Qué te habrá traído aquí?

El pequeño dragón solamente se limitó a observarlo, esperando a la princesa, y a que Twilight y Luna encontraran algo de utilidad en la planta baja de la biblioteca, donde se encontraban todos los libros e investigaciones que fueron encontrando los elementos de la harmonía a lo largo de un par de largos años.

Andrew, que aún se encontraba recostado, comenzó a sudar mientras empezaba a moverse, retorciéndose entre las sábanas y llamando la atención del dragón que le tenía un ojo clavado desde momentos atrás, haciendo que éste se acercara lo más rápido que sus cortas patas se lo permitían.

El dragón, ya cerca del pony, pudo notar como estaba sudando al por mayor, y que aquellos movimientos bruscos que hacía no paraban, volviéndose cada vez más violentos. No sabía que hacer, si simplemente dejarlo seguir retorciéndose, o intentar llamar a Twilight. Finalmente optó por dejarlo ahí, esperando hasta que finalmente se calmara, cosa que pasó a los pocos minutos, pero aún estaba sudando y respirando con mucha agitación y dificultad.

—Está bien, todo está bien... —repitió para si mismo el dragón mientras no paraba de ver al equino— Solo espero que no tarden mucho... no vaya a ser que se lastime...

Terminando precisamente esa oración, detrás de él apareció la mayor de las hermanas alicornio, rodeada de bastantes pergaminos, todos de diferentes tamaños, pero igualmente de gran volumen, todos y cada uno con un sello rojo de gran tamaño, debajo de una herradura dorada con un grabado que decía "Conocimiento arcano, propiedad de la realeza de Equestria".

—Spike, ¿Dónde están mi hermana y Twilight? —preguntó Celestia con un notorio cansancio en su voz.
—Claro, están en la planta baja, me encargaron cuidar de él mientras la esperaba, ¿quiere que vaya por ellas?
—Si, por favor, necesito descansar un poco... Los sistemas de seguridad del palacio consumen más magia de lo que recordaba...
—Tenga princesa, siéntese un poco, ya iré yo por ellas.

En eso Spike le propuso un vaso con agua que se encontraba en el buró al lado de la cama, observando como la princesa sacaba ligeramente la lengua jadeando ligeramente de cansancio.

—Gracias Spike —pronunció Celestia, tomando el vaso lleno de agua con su magia, dispuesta a tomárselo.
—Lo que necesite —respondió el pequeño, dirigiéndose a la puerta, para posteriormente salir y bajar las escaleras, llamando a su amiga y a la princesa.

MLP: Nuevo En EquestriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora