Volví a mojar mi rostro, odiaba esa sensación de no poder dormir, sabía que todo estaba mal conmigo, que no podía solo aparentar ser un chico fuerte, y olvidar todo, esto me dañaba de alguna u otra forma. Cerré la llave del lavamanos y miré mi reflejo en el espejo, mis ojos lucían tristes.
-¿Por qué no estas durmiendo?- Me sorprendí al escuchar la gruesa voz de Nam hyung.-Ven- Tomó mi mano y me dirigió junto a él a la habitación en la cual se estaba quedando.
-Hyung- Lo llamé pero este no respondía.
Se sentó en la gran cama, dando palmaditas a su lado para que me sentara junto a él.
-No puedes perder horas de sueño Kook, no sabes lo que podría suceder en cualquier instante- Me dijo serio... Buen punto.
-Lo siento- Dije rendido acomodándome a su lado.
-¿Me diras por que no puedes dormir?, son las dos de la mañana.
-Pienso que es por... esto- El asintió.
-Sé lo mal que la debes estar pasando, y no es algo que "puedas superar", pero intenta no pensar en eso.
-Yo... lo estoy intentando, pero-Suspiré frustrado- De verdad que quiero olvidar todo.-Su mano se posó en mi cabello acariciándolo suavemente.
-Estoy para ayudarte, todos estamos para ayudarte.-Asentí, claro que sabía muy bien eso.- Si se te ocurre algo para estar mejor, solo dilo y lo haremos realidad.-Lo miré con la poca luz que daba la luna a la oscura habitación.-Ahora intenta dormir.
Nam hyung se acostó en el suave colchón esperando por mi, cosa que hice al instante. Pasaron unos cuantos minutos y ya el roncaba como un oso, dormido profundamente, mi mirada posada en el techo, intentaba no pensar mucho pero todas las cosas malas que he pasado se me venían a la mente. Los brazos de Nam hyung me rodearon, me sorprendí un poco pero no me moví, no lo quería molestar, lucía muy tranquilo sus ronquidos pararon.
Una gran tranquilidad me invadió al tener junto a mi a Nam, era algo extraño, el sueño me vencía poco a poco hasta que caí dormido.
