Por órdenes de Namjoon hyung nos tuvimos que separar quedándose conmigo Hoseok hyung, con sigilo nos alejábamos nos alejábamos lo más que podíamos del antiguo "refugio", ambos armados por las dudas. Ya no me asustaba, me hartaba todo esto, tener que escondernos como ratas por algo tan estúpido.
-Lo siento- Susurré a hyung y este negó sonriente como siempre. –Desde que estoy con ustedes yo...-Mi voz se quebró levemente.
-Desde que llegaste, nuestras vidas no son aburridas como la mierda, me gusta tu presencia Jungkookie.- Acarició mi cabello- Ahora bien ¿ves aquella tienda de allá?- Asentí dudoso.- Lo que harás es ir hasta allá y fingir que estás viendo cosas para comprar, sin ser tan sospechoso, las personas se asustarían y pensarían que vas a robarlos.
-Hyung, pero-No dejó que preguntara nada.
-¡Ahora!.
Sin más, corrí hasta estar cerca y así entrar en la tienda, tragué pesado al sentir algunas miradas curiosas sobre mí así que decidí cubrir mi cabeza con la capucha de mi suéter. ¿ Ahora cuál sería el plan? Caminé por el pasillo de galletas fingiendo mirar precios. "Una vida normal como un adolescente normal", eso fue lo que dijo Seokjin hyung, sin tener que esconderse y sólo salir con amigos, ir a fiestas, al colegio... tener una pareja y...
-Hey- Una voz femenina me sacó de mis pensamientos- ¿Comprarás eso?- Negué y se lo di.-¿Seguro? Parecías muy seguro de comprarlo- Sonrió, era muy linda, tenía hoyuelo . Ah claro...
-N..no-Reí algo incomodo.-Puedes tenerlo, sólo me sorprendió que se vendiera tan bien el... eh...-Leí rápidamente- Las galletas sabor maní.
-Son deliciosas, me sorprende que no sepas ¿Has estado encerrado estos últimos meses?-Preguntó graciosa.
-N..no ¿Qué? Es sólo que
-Es una broma.- Decía mientras tomaba otros dulces.- Eres algo raro, chico. Suerte que eres lindo.
-Gr..gracias.- rasqué mi nuca disimulando mi notable sonrojo.- ¿Te ayudo?- Ella asintió agradecida.
-¿De dónde eres? Nunca había visto a alguien tan lindo como tú.-Tenía que mentir sobre todo
-Soy de Jeju.- Ella abrió los ojos como platos, contenta.
-¿De verdad? Yo también, me llamo Kang Mina ¿Tú eres?.
-Oh, soy... Im Kwang hee- Ella me vio dudosa.
-Mucho gusto Kwang hee.-Sonreí aliviado -Ahora que me ayudarás, necesito unas cosas que no puedo alcanzar.
Tal vez esta es la vida normal de un adolescente, conocer a personas jóvenes y ser un poco torpe al hacerlo, comer dulces... Aunque eso es algo que los hyungs hacen siempre. La ayudé con sus compras. Había algo extraño, había pasado un rato y Hoseok hyung no aparecía por ningún lado, eso era algo que me angustiaba de sobremanera, trataba de no hacerme tan notorio con Mina cerca.
-Bien iré a llevar esto a casa-La vi sostener las bolsas con dificultad.-Compré muchas cosas.-Rió de nuevo, recordándome otra vez a Hoseok hyung.
-Te ayudaré- Me ofrecí de nuevo.
-No, no, no, no-Se negó, luciendo tierna.-No quiero molestarte tanto, nos acabamos de conocer, pensarás que estoy tratando de aprovecharme de ti y..-Tomé las bolsas.
-No es la gran cosa, créeme.-sus ojos desaparecieron al sonreír. Jimin hyung.
-Muchas gracias Kwang hee.-No sé si reír o llorar por tan horroroso nombre y por ser un mentiroso. Di unas rápidas observadas al lugar en donde se encontraba Hoseok pero no había nada.
-Mierda.-Dije para mi.
-¿Qué?-Negué rápidamente.
-Suerte que mi casa no es tan lejos, así no tienes que esforzarte tanto.
-¿Para qué es todo esto? No quiero ser algo entrometido pero es mucho.
-No te preocupes, es para una pequeña reunión que haré con amigas. Amhh... puedes venir si eso quieres-Observé sus mejillas enrojecer.
-Muchas gracias.
Llegamos a su hogar, la ayudé con sus cosas y me despedí de ella.
-Suerte en tu fiesta
-Una reunión-Me corrigió.
-Claro, eso.-me despedí por última vez y caminé sin rumbo.
Pasando una solitaria esquina alguien jaló mi capucha, dejándome sin visión por la tela que cubría mis ojos. Mi corazón se agitó ferozmente.
Me tenían.
