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Por fin vuelvo a tener a Jimin en mis brazos, mi camiseta está mojada con sus lágrimas e intercambio miradas con Hoseok que está en frente de nosotros sonriendo.
-Está bien, bebé, te quedarás en mi casa no te preocupes.- Su padre no le permitiría estar conmigo, que estupidez.
Como su propio padre puede echarlo de la casa solo por querer ser feliz, me molesta de verdad, pero no hay nada que pueda hacer.
Jimin debe volver a su casa esta tarde y buscar sus cosas. Por ahora prefiero tenerlo conmigo para calmarlo.
Hoseok se va haciéndome una seña con la cabeza y camino hacia la silla detrás del mostrador. Jimin se sienta en mis piernas y se acurruca en mi pecho.
Que sorpresa se llevará mi madre cuando le diga que traje a mi novio a vivir con nosotros, está claro que no tendrá problemas, adora a los niños y Jimin es prácticamente uno.
Elimino todos los pensamientos de mi cabeza y me centro en mi novio que me está mirando desde su lugar haciendo pucheros.
Le sonrio y pongo mis labios sobre los suyos.
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