Capitulo 20

996 63 12
                                    

Hola! Lamento mucho la tanta espera. Mucho gente me ha escrito los pasados meses preguntándome por esta historia y bueno, se que casi después de un año no tengo excusas pero el pasado año ha sido bastante difícil para mi. Anyways, volviendo a esto, pude escribir un último capítulo. Solo espero que aún haya gente interesada en esta historia. Perdóneme por el pequeño clifhanger del capítulo anterior, espero que este de alguna manera ayude. Comentarios, críticas...todo es bienvenido. Espero hayan tenido un lindo comienzo de año!
Ahora, a lo que se vino...
(Perdonen los errores ortográficos, intenté corregir lo más que pude)
A/N: lo que está en negrillas es lo que sucede luego del capítulo anterior.
—————————————
La mañana llegó y junto con ella el roció de la lluvia que era parte de cada amanecer.
Olivia había despertado mucho más temprano de lo normal. Se sentía rara en su propio cuerpo, aún podía sentir las manos de Elliot recorriendo su espalda y su boca marcando cada espacio en su piel. Cerró los ojos pensando por un segundo en las millones de excusas que Elliot le pudo dar para no quedarse. Pero no, era un cabeza dura, por más que le suplicó que se fuera, por más que quiso correr y escapar *de el* no consiguió la fuerza para hacerlo, no en ese momento, no ahora, no en un futuro; el le dio la voluntad de no hacerlo, de dejar de correr por un maldito momento.

Sus piernas se abrieron, el espacio perfecto que Elliot necesitaba para poder entrar en ella. Ha esperado tanto para tocarla pero también había estado contento solo con tenerla cerca y poder respirar el mismo aire como si fuesen uno. Ella lo mira esperando por unos segundos que poco a poco se hacían eternos para que la tocara. Su respiración se acorta cuando lo siente moverse, cuando siente sus manos tocando suavemente la piel en su estómago y sus manos subiendo por su cuerpo. Aún quedaban esos pequeños impedimentos de telas entre ellos.
"Elliot" su voz estaba llena de deseo y de impaciencia.
Tal vez estuvo mirándola mucho más tiempo de lo que pretendía pero necesitaba hacerlo. Necesita grabar cada toque, cada sonido que salía de su boca, como su piel se sentía junto a la de el.
Sus manos recorrieron su costado hasta llegar al valle de sus senos, sin pensarlo hizo que Olivia se levantara un poco para poder quitar lo que tanto le impedía tener el contacto directo que tanto anhelaba. Hay un pequeño lunar debajo de su seno derecho y le asombra el hecho que aún hay lugares de su cuerpo que aún no conocía.
Sus dedos según su recorrido hasta que roza suave y delicadamente sus pezones sintiendo cómo se endurecían ante su toque.
"Te necesito" ella suplica y el piensa que nunca encontraría la manera de negarla
El engancha dos dedos en lo único que queda de tela separando su piel de la de el y está casi seguro que ese momento lo mataría. Nunca había querido algo con tanta necesidad como lo está haciendo en ese momento y mientras el suavemente baja el pedazo de tela, ella levanta las caderas de encima de la cama. Ahora si, está totalmente desnuda ante el.
Elliot separa las piernas de ella con su rodilla, puede sentir como su bóxer cada vez lo apretaba más y más. Su cabeza cae entre la coyuntura de su cuello y Olivia levanta sus caderas buscando algún tipo de fricción, el agarra sus caderas y la fuerza de su erección hacia presión con la entrepierna de ella dejando salir un pequeño gemido *nada nunca había sonado tan hermoso como ese sonido saliendo de sus labios*
Las manos de Olivia fueron inmediatamente a su bóxer bajándolo ya de una buena vez. Deshaciéndose de lo último que separaba sus pieles.
"Liv" sigue diciendo su nombre y Dios, la manera en que lo hacía. Era todo lo que quería escuchar por el resto de su vida.
Elliot saca el cabello de la cara de ella, lo echa hacia un lado y besa sus labio mientras bajaba si cuerpo sintiendo como sus labios quemaban los suyos.
"Elliot" eso es todo lo que necesita, esa pequeña afirmación. Ya no había nada entre ellos, ya no habían mas excusas, no más resentimientos, no más pensar que todo lo que pasaría entre ellos sería un sueño y que todo terminaría al despertar.
Olivia gime al sentirlo entrar poco a poco en ella, un sonido tan suave que pensó que lo había imaginado. Este no era solo su momento más débil, no era solo su momento más fuerte, eran ambos.
Ella cree que en ese momento que su corazón dejará de latir, y cierra los ojos porque todo está entre ellos, todo estaba allí.
"Abre los ojos, Olivia", susurra, y cuando lo hace, no ve nada más que a él.
Todo se sentía tan bien, tan perfecto. Era como si sus cuerpos estuviesen destinados a estar junto al otro. Este es el momento por el cual había estado esperando tanto, por el cual le había orado al Dios en el cual apenas creía.
Hay tanto dentro de ella en este momento que necesitaba besarlo, necesitaba respirar, lo necesitaba a él, necesitaba su aire para poder finalmente respirar.
Elliot está entrando cada vez más profundo. Por supuesto que hay más de él; más de lo que ella cree cabrá en su interior, más de lo que cree que puede soportar. Claro, la está estirando, llenándola, tomando partes de ella que nunca antes nadie habían alcanzado.
El peso de sus caderas finalmente cae junto a las de ella y sus ojos vuelven nuevamente a cerrarse.
"Te estoy lastimando?" apenas fue un murmuro
"No" *ya no* sabe que ya está al punto de no volver. Puede sentir como su cuerpo cada vez lo va apretando en cada movimiento un poco más.
Elliot la puede sentir alrededor de el, esta en todos lados. La manera en la que su cuerpo está moldeado perfectamente al de él, ni en su más preciado sueño pudo imaginar que así se sentiría cuando estoy finalmente estuviese dentro de ella.
Su pierna está envuelta alrededor de su cadera, y uno de sus brazos se ha enrollado alrededor de su cuello, abrazándolo a ella. Los dedos de su otra mano se están clavando en la parte inferior de su espalda, puede sentir sus uñas cada vez clavando su piel más y más con cada movimiento hasta que la sienta desarmarse a su alrededor, su espalda arqueando hacia el, sus pezones raspando su pecho y los gemidos, todo por el. El cree que esto es más de lo que su cuerpo podía aguantar, sus paredes aún estaban apretándolo imposiblemente, su pierna subió más hasta llegar a su trasero, haciendo que llegara hasta lo más profundo de ella, llenándola al fin por completo.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando sintió la boca de Elliot rozar suavemente ese pequeño espacio que estaba entre su cuello y su hombro.
"Liv?" su nombre en sus labios se escuchaba tan bien, encajaba perfecto entre ellos.
"Olivia" odiaba cuando hacia eso, el sabía que ella lo odiaba; pero aún así lo hacía.
"Se que estás despierta, puedo sentir tu respiración desequilibrada"
*silencio*
El cierra los ojos y deja caer su cabeza nuevamente en la almohada, sabía que la noche anterior todo había cambiado definitivamente entre ellos. No podían seguir siendo los mismos, no podían pretender que nada había pasado. Simplemente no podían pretender ser dos extraños.
Elliot llevó su mano a la cintura de ella, sintiendo como su piel temblaba ante su toque. Aún estaba desnuda, eso no era nada pero de alguna manera lo hacía sentir seguro, seguro de que esta vez no iría a correr. Olivia se sentó en la cama llevándose las sabanas enredadas en su cuerpo. Su piel estaba fría, sedienta de un toque pero no podía, no podía necesitar algo todo el tiempo, antojar algo cada mañana y que el no pudiese dárselo.
La noche anterior había llorado demasiado y de alguna manera aún se sentía capaz de seguir haciéndolo. Tal vez se había aguantado tanta lágrima toda su vida y ahora, justo ahora era que decidían salir. Sus dedos fueron a su cachete como si eso de alguna manera hicieran que ese malestar se fuera.
Detrás de ella las sabanas se mueven y el también se sienta esperando por algún aviso, alguna señal divina bajada del cielo murmurándole las palabras que aún no sabía formar.
"Te arrepientes?" tal vez esa no era la señal que necesitaba pero si algo lo cual ella necesitaba oír.
"Lo único que no me arrepiento es no haberte dado antes la seguridad y la afirmación de que tú eres lo que quiero en la vida"
Sus palabras resonaron en su cabeza varios minutos y podía sentir la sonrisa de Olivia formándose en sus labios.
Se le ocurre ahora, en ese momento, que después de tantos meses de pensar y creer que el no la amaba que olvido buscar las razones de las que él si lo hacía.
*respira. respira. respira*
"No puedo hacer esto Elliot, necesito que me asegures, que me jures que no te irás..."dejó de hablar cuando sintió la mano de Elliot recorrer su espalda.
Si Dios lo estaba probando ahora, solo rezaba que no dañara lo único que logró hacer bien en estos últimos años.
"Te amo Olivia. Te amo como nunca pensé amar a nadie. Te amo porque me hacer ser una mejor persona. Te amo porque eres la única que conoce mis secretos, mis miedos, mis sueños...y aún así no los juzgas. No te puedo prometer el cielo porque no tengo acceso a el. Pero si algo te puedo prometer es convertir tus miedos en seguridades y poder demostrarte cada día que no cometiste un error al darme la oportunidad de ser yo con el que puedas construir una vida sin la necesidad de salir corriendo ni esconderte de ti misma o pensar que no mereces el amor tan grande que siento por ti"
Ella lo escucha, y el hace lo que siempre hace. La sorprende. Sus palabras son tan claras, tan equilibradas, tan transparentes, tan puras, que ella las escucha otra vez sin necesidad de que el las vuelva a repetir. Siempre ha tenido la manera de cortar todo y llegar hasta lo más profundo de ella. Los años han pasado y la voz de él sigue siendo la única que ella escucha.
Eso era lo único que ella quería escuchar. Quería que por un momento en su vida, finalmente, ser algo para alguien. Ser lo mejor de ella para el. Solo para el.
El la mira y sonríe. Después de tanto tiempo, después de tantos años. Al fin, alguien a quien llamar "hogar". El ha pasado muchos años en este trabajo orando por milagros pero nunca había esperado recibir ninguno hasta que llegó la razón por la cual volvió a creer en Dios y en la divina redención, Olivia.
Sus labios se unen nuevamente y nada más importa en ese momento, nada se podía comparar con el sentir todo su mundo en el suave roce de sus bocas.
"Te amo" en el momento que fue dicho ninguno de los dos saben quien lo dijo primero, si lo dijeron los dos a la vez, o si apenas las palabras fueron dichas.

—————————————
Todo tiene un final y este ha sido el de esta historia. Gracias por darme una oportunidad de poner mi imaginación en palabras y por todo el apoyo que tuvo la historia! xx

The ReasonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora