Capitulo 16

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El beso tomó por sorpresa a Elliot, con todo lo que había sucedido, las palabras dichas y las que no fueron dirigidas lo menos que pensó fue que estaría besando sus labios. Sus manos se dirigieron a la cintura de Olivia jalándola hacia su cuerpo. El choque del muslo de ella con su entrepierna hizo que ambos gimieran. Elliot se alejó por un segundo de su boca un poco confundido.
"Liv..."
Ella simplemente le dio una sonrisa y se dirigió al baño. Pocos minutos pasaron cuando Olivia regreso del baño aún algo turbulenta.
"Nos vamos?"
"Liv, no creo que-"
Y una vez más los labios de Olivia estaban sobre los de el. Esta vez el beso fue más pasional, con más sentimiento, más profundo, ambos batallando por dominio. Por un segundo creyó haberla escuchado decir que lo quería en su cama pero no estuvo seguro hasta que se despegó de su boca y ella lo volvió a repetir.
"Liv, no quiero que te arrepientas en la mañana"
"Como quieras" contestó mientras caminaba hacia la salida.
"Donde te vas a quedar?" preguntó sabiendo que Elliot estaba caminando justo detrás de ella.
No tenía dónde quedarse. Tal vez se quedaría en algún hotel o en casa de alguna vieja amistad.
"Quédate conmigo" le dijo sonriendo.
Elliot se detuvo y cerró los ojos por un segundo sintiendo como el aire y el oxígeno poco a poco dejaban su cuerpo. Esta noche no hay ningún Dios, no hay simplicidad divina, esta noche solo está Olivia.
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Una vez en el apartamento de Olivia Elliot se acomodó en el mueble mientras ella se bañaba. Elliot miro el reloj y ya casi eran la una de la madrugada así que decidió acomodarse mejor en el sofá hasta que Olivia saliera del baño.

--20 minutos después--
"El..." susurro Olivia sacudiendo un poco su hombro "Elliot" dijo un poco más alto
"Mmm...que pasó?" se despertó un poco azorado.
"Te quedaste dormido...en el sofá" sonrío ella "te piensas quedar ahí?"
"Liv..."
"No estoy borracha Elliot!" dijo un poco más alto de lo que debió
"Puedo usar tu baño?"
"No tienes que preguntar"
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Pensó en irse porque no sabía cómo arreglar las cosas, si habían tenido su momento pero a la vez sabía que Olivia estaba borracha y si pasaba algo más allá se estaría arrepintiendo y maldiciéndolo toda la mañana. Una vez fue suficiente, dos dolió y tres no sabría si lo aguantaría.
En fin, se decidió a abrir la puerta de su habitación así encontrándose con Olivia dormida. Nuevamente debatió si irse o no pero por algo viajó hasta ahí.
Poco a poco se fue acercando a la cama tomando unos minutos para apreciar lo que veían sus ojos, una sonrisa se formó en su cara inmediatamente y decidió acostarse al otro lado junto a ella. Lo único que quitó fueron sus zapatos, no quería dejar una mala impresión cuando despertara.
Horas, minutos, segundos, no podía dormir. Llevaba más de dos horas mirando el techo y el paso del tiempo en el reloj, de vez en cuando mirando el subir y bajar del pecho de Olivia al respirar. Por un momento pensó en despertarla porque no iba a poder dormir hasta que aclararan todo.

Sin pensarlo estiró su mano, rozando por un breve segundo el brazo de Olivia. Pudo sentir como su piel se erizaba con el simple contacto de su piel junto a la de el. Quería más, necesitaba más.
Cerró los ojos por un momento y sintió a Olivia moverse un poco. Pensó que estaría despierta, sin aviso alguno movió su mano hasta que quedó en su cintura. Al Olivia haberse movido su camisa se había enrollado un poco y otra vez Elliot no estaba tocando tela sino su piel. El contacto de su piel con la de ella era más de lo que había esperando.
Poco a poco fue moviendo su mano haciendo su recorrido hacia la barriga de Olivia. Pudo sentir como su estómago se contrajo, su respiración ya no era la misma.
"Elliot..."
Sus ojos abrieron de inmediato mientras removía su mano de dónde estaba. Olivia dejó salir el pequeño suspiro que estaba aguantando.
Elliot no sabia si disculparse o levantarse e irse a dormir al sofá.

*Silencio*

La habitación estaba obscuro, la única iluminación que había era el reloj marcando la hora. Elliot estuvo varios segundos intentando de descifrar la silueta de Olivia.
Se movió un poco acercándose a ella. Su cabello ya no tenía el aroma a miel. Ahora era una mezcla de olores. Aromas que le recordaban a la primavera y las hojas callando de los árboles.
"Estás despierta?"
*silencio*
Elliot volvió a cerrar los ojos al no escuchar nada. Los abrió nuevamente cuando sintió a Olivia levantarse de la cama. Sus ojos recorrieron su cuerpo pero no dijo nada. Tal vez ambos solo necesitan el silencio por un momento, por un segundo, hasta que amaneciera.
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La tercera vez que Elliot abrió los ojos ya eran las cinco de la mañana.
Durmió, tal vez solo una hora pero lo hizo.
Miró a su alrededor pero aún estaba obscuro. Cuando sus ojos se adaptaron a la obscuridad se dio cuenta que Olivia ya no estaba en la cama. Respiró profundo y se levantó. Sabía  que ella correría pero no pensó que lo hiciera yéndose de su propia casa.
Elliot se levantó y se dirigió a la cocina, tal vez hubiese alguna nota o algo. Al salir de la habitación se tomó con el olor a café y una sonrisa se dibujó instantáneamente en su rostro.
"Buenos días" dijo haciendo que Olivia diera un brinco. No se esperaba que estuviese despierto, no a esta hora.
"Podemos hablar?" preguntó Elliot sentándose a la mesa.
"Quieres café?"
"No me contestes con otra pregunta Olivia" dijo sin percatarse que había sonado un poco más fuerte de lo que esperaba.
Olivia le dio una mirada no muy agradable pero no le contestó.
"Perdón"
Olivia trajo dos tazas de café y se sentó junto a él.
"Sé que te debo muchas explicaciones" comenzó *respira* "No te debí haber mentido" prosiguió mirando sus ojos buscando algún tipo de expresión y al no encontrar nada siguió.
"Han sido nueve largos meses, Olivia. Necesitaba dejarte ir y darte tu espacio-"
"No necesitaba espacio Elliot, te necesitaba a ti" interrumpió finalmente.
"Tú fuiste la que decidió irse"
Olivia se mordió el labio porque no necesitaba iniciar una discusión ahora. Pero discusiones era lo más que había entre ellos últimamente.
"No me podía quedar. Mi vida estaba hecha acá, tenia todo acá *menos tú*. No podía abandonar todo sin antes pensar en las consecuencias"
Era tan dura, siempre ha dicho las cosas sin guardarse nada.
"A que viniste Elliot?" Suspiró finalmente.
Elliot sonrió, sabía que no se acordaba el cien por ciento de lo que había ocurrido la noche anterior.
El silencio dominó otra vez entre los dos y algo que él no sabía era que ella si se acordaba de todo lo sucedido anoche. Porque una vez sus labios se juntaron era imposible quitar la sensación que el provocaba en ella.

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