¿Alguna vez pensaste en volver a perder a esa persona que tanto tiempo le tomó al destino poner en tu camino? ¿Alguna vez pensaste que esta pudiera no recordarte?
Jeon Jungkook nunca pensó en perderla otra vez, para él perderla jamás se la había pa...
“Todo el mundo quiere ser libre, pero una cosa es hablar de ello y otra muy diferente es serlo”. —Easy Rider (1969).
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Panqueques.
A la mañana siguiente, Jungkook fue a mi habitación con el desayuno, panqueques, y se quedó sentado a los pies de mi cama mirando la televisión, esperando que terminaste de comer para que pudiéramos emprender nuestro viaje a lo que él ya estaba planeado; acampar a la mitad del bosque a las afueras de la ciudad por tres días y dos noches, curiosamente, él me dijo que no empacará nada porque de eso se encargaría él, por lo que, solo debía llevar mi presencia.
—¿Desayunaste? —Pregunté llevando una cucharada de mi desayuno a mi boca.
Él se giró para verme con una sonrisa. —Tome una taza de café está mañana.
—¿Solo eso? ¿No comiste nada?
Asintió. —No me gusta desayunar.
—Deberías hacerlo.
—Pero no me gusta.
—Pero deberías.
—Que no.
—Que sí.
—Solo come —dijo y volvió a darme la espalda, pero escuché una risilla abandonar sus labios después de hacerlo.
Yo, por el contrario, no cambie el tema y tomé un pedazo de mi desayuno, me escabullí hasta llegar a su espalda y me tiré sobre él guiando la cuchara a sus labios. Sorprendido, se sacudió, pero no me solté y trate de llegar con el pedazo de panqueque a sus labios, pero fue inútil, con una cuchara y su sacudida, el pedazo salió volando y terminé aferrándome a él para no caerme. Él se levantó, yo tiré el utensilio entre las risas y se empujó de espaldas a la cama, dándome todo el golpe a mí, pero no dolió, de alguna forma, lo hizo tan suavemente que pude continuar riéndome y no sentí el peso de su cuerpo sobre él mío sino hasta que se escapó de mis brazos y se dió la vuelta para quedar cara a cara.
Presionó mis piernas con sus muslos y negándome la libertad comenzó a hacerme cosquillas.
—¡No, basta, basta! —gritaba mientras las carcajadas se escapaban de mi garganta.
—¿Por qué lo haría? Dame una razón.
¿Razón? ¿Solo una?
—Soy tu hermana.
Él fingió pensarlo. —No es suficiente.
—¡Jeon Jungkook!
—¡Choi HaRi!
Las risas continuaron hasta que llegaron a los oídos de mi madre quien subió rápidamente con una cámara en sus manos y capturó el momento dejándonos plasmados; tomó la foto y salió corriendo mientras gritaba que ese era el inicio del álbum familiar y Jungkook comenzó a correr tras ella preguntándole si había salido bien. Fue una mañana interesante, única y sobre todo, divertida. La mejor de todas.
