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Me encontraba sentada en una de los asientos del aeropuerto recostada (casi dormida) de Derek, luego de la conversación Johnson quedé tan rayada pensando en todo lo que me había dicho que no pude dormir bien en toda la noche y alli estaban todos concentrados en sus cosas o hablando unos con otros a punto de tomar rumbo a nuestra ciudad de nuevo; todos menos uno.

Solté un suspiro cansado pensando demás sobre eso último mientras acomodaba mis lentes y retomaba mi postura. Mis ojeras no eran para nada normales y mis cansados ojos no merecían ser expuestos para que la gente supiera de mi moribundo estado y se asustaran con mi mirada de por favor metenme ya, no quiero seguir viviendo.

Ingresé a Instagram y como si fuera obra de algún demonio -porque algo tan malo y repulsivo no podía ser creación de Dios- Skate había subido una imagen hacían unos segundos. En la playa.

Con Leylak.

No sabía cómo sentirme al respecto, mi estómago estaba lo bastante revuelto como para sentir la bilis al fondo de mi garganta, quemando. Escuchaba mi pulso acelerado aturdiendo mis oídos y mis manos tenían ese sudor frío y pegostoso en ellas, clara representación de lo malditamente molesta que me estaba sintiendo en ese preciso momento.

Ceon humo saliendo de mis oídos di like y seguí bajando para luego echar un vistazo a mis notificaciones, sonreí para mis adentros al mirar el spam de comentarios proveniente de los chicos en todas mis fotos, algunos más obscenos que otros, tenía que ser un complot porque de seguro también habían visto la gracia que había hecho Nate de nuevo y querían subir mis ánimos de una manera no tan sospechosa, pero vaya que eran jodidamente malos disimulando.

Llevábamos alrededor de 3 horas en el aeropuerto y ya me estaba comenzando a estresar, casi al borde del colapso porque entre el sueño y el hambre iba a acabar muerta en el piso. Iba a reclamar a los chicos por la tardanza del avión así ellos no tuvieran nada que ver con eso, cuando el gran parlante me interrumpió.

-Pasajeros con rumbo a los Ángeles, California, por favor ingresar por la puerta 5- celebré un poco junto a los chicos. Revisé mi bolso encontrando mi cargador, audífonos, mi infaltable botella de agua junto a algunos snacks que había comprado antes de salir. Caminamos al pasillo abordando el avión, tome mi asiento quedando justo entre la ventana y Derek. Estuve un rato largo observandolo mientras el hacía un directo en Instagram, en ningún momento me enfocó y le agradecí enormemente la consideración que tuvo con mi cara de muerto andante.

Cuando el avión ya iba a despegar terminó el live mirándome de vuelta, subió el posa brazos que se encontraba separando nuestros asientos y me acerco a él en un abrazo, sonreí mucho al inundar mis fosas nasales con su delicioso y característico perfume. Alcé mi mirada conectandola con la suya, tenía el semblante serio mirándome desde arriba y mordiendo un poco su labio.

-Desde este ángulo te ves malditamente más deseable de lo que ya eres- tragué seco entendiendo por qué lo decía, relamí mis labios admirando sus marcadas facciones y lo serio que se veía -no hagas eso de nuevo si no quieres que te lleve al baño de una vez por todas- dijo y me sonrió con un deje de picardía en cada palabra que salía de su boca.

Me reacomodé en mi asiento colocando mis piernas sobre las suyas, estando lo más cómoda posible. Reí al mirar su ceja alzada por mi relajo sobre el.

-¿Desde cuándo me convertí en cama? Imagino que soy muy cómodo.

-Desde que yo lo decidí, y ciertamente si, lo eres, creo que saltaría sobre ti si así lo quisiera- le contesté observando como reía por el notable doble sentido de la situación.

-Si es por eso puedes saltar sobre mi cada vez que quieras, yo me presto para eso, babe- me guiñó el ojo y repentinamente sentí mis mejillas arder, espera, ¿qué? -¿son ideas mías o te sonrojaste?- Tragame tierra.

-¿Yo sonrojada? Deja de decir locuras Derek- tape mi cara con parte del hoodie que llevaba sobre mi.

La distancia entre nosotros se acabó cuando se acercó a mi oído para susurrar -No creo que debas esconder lo hermosa y adorable que te ves V, just saying- dejó un lindo beso en mi pómulo para luego abrazarme y descansar lo que quedaba de viaje.

***

Hogar dulce hogar.

El sonido de mi maleta chocando con el piso hizo eco en la sala, me lancé en el mueble sintiéndome muy bien de estar de vuelta.

Eran al rededor de las 9pm y estaba exhausta, entré al cuarto de Gilinsky sin avisar, para encontrarlo recostado en la cama con su MacBook en su regazo escuchando The Weekend de SZA, abrí su maleta buscando alguna camisa limpia para dormir. Sentí su mirada sobre mi y volteé cantando la canción.

-¿Qué buscas?- se levantó para sentarse a mi lado, se encontraba sin camisa y con un pantalón de chándal, admire sus marcados brazos y sus anchos hombros por un momento para devolver mi mirada a sus ojos.

-Una camisa que robarte- dije comenzando a buscar nuevamente.

-Todo allí está sucio- habló levantándose y caminando al armario y hice lo mismo, siguiéndolo. Sacó un hoodie color gris y me miró. Estire la mano para cogerlo pero lo alzó casi imposibilitando mi alcance -Te lo doy con una condición- sonrió.

Mi ceja estaba curva mientras lo miraba detenidamente, sin poder resistirme bajé mi mirada un poco más de lo que debía, volví mi mirada y sonreí a medias con ganas de reír por mi descaro.

-Dime, soy toda oídos- hablé con un toque de burla en mi.

-Te cambias aquí, dentro- repase la habitación con mi mirada y sonreí abiertamente.

-Déjame buscar algo- corrí a mi alcoba, recogiendo un mini short rosa pálido y devolviendome por donde ya había entrado. Extendí mi mano para que me entregara el sweater y en cuanto me lo dio corrí al baño de su cuarto pasándole seguro, el estaba golpeando la puerta y yo riendo realmente fuerte en comparación con otras veces.

Me deshice de mis zapatos, al igual que el jean negro que traía y la camisa holgada. Coloque mi cachetero y el hoodie. Me vi en el espejo tamaño gigante del baño, dando una vuelta y mirando mi gran atributo, reí un poco y salí por fin con mis cosas en la mano.Pero

Tenía el ceño fruncido mirando la pantalla de su Mac, volteó en cuanto escucho la puerta y sus facciones se relajaron. Me acerqué a su cama quedando enfrente de él, tomando su mentón y dejando un beso en su mejilla y otro en la frente.

-Astuta.

-Gracias honey- sonreí girando mi cuerpecito para regresarme a mi cuarto.

Eché todo a la ropa sucia, saque mi edredón y me acurruqué debajo de mis sábanas. Ya tendría tiempo de acomodar todo.


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Tienen el derecho de matarme definitivamente, pero no las haré esperar más por los capítulos.

Disfruten❤

WhatsApp » Freshlee 🧷 EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora