Alyssa llevaba días planeado su gran aniversario de bodas, tenía todo listo incluso desde mucho antes. Echó un poco de perfume en su cuello y salió de su cuarto luciendo condenadamente sexy. Un vestido corto rojo cubría su cuerpo, dejando a la vista sus largas y estilizadas piernas. Su cabello atado en una coleta y el flequillo sobre su frente. Era preciosa.
Yoongi estaba más que decepcionado de si mismo, hoy sería el último día que pasaría con ella, tenía que hacerla sentir como una reina. La tomó del brazo con suma delicadeza y besó su sien.
—Te ves guapísima, mi vida. –Jugueteó con sus manos entrelazadas y la miró con un brillo tenue en sus ojos. Inevitablemente estaba enamorado de ella, se había jodido un día antes de dejarla. ¿Por qué ahora y no antes?
—Gracias, cariño. Tú también te ves guapísimo.
El corazón del mayor se enterneció y deposito un corto beso sobre sus labios, la ayudó a caminar hasta la terraza, donde ella había arreglado todo para que su noche fuese inolvidable.
—Wow... –Yoongi no tenía las palabras exactas para describir lo grandioso que se veía todo. Luces, comida, vino, todo muy bien decorado y una foto de ellos juntos que habían tomado en Daegu cuando las fiestas de diciembre llegaron. Era todo tan precioso, casi tan precioso como su esposa.
Después de la comida, ella colocó su canción favorita de ambos desde que eran unos niños y lo tomó de los brazos para comenzar a bailar. Jamás se habían sentido tan completos con otras personas. Siempre fueron ellos, estaban hechos el uno para el otro. No había duda.
Esa noche la terminaron haciendo el amor, no era sólo sexo, era amor.
