Cap. II: Embarazo y malas decisiones.

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El intenso sol de la tarde abrazaba el pueblo donde vivía una hermosa pareja de dos muchachos que tenían ya 5 años de haberse conocido. La joven tenía solo 16 años, y él tenía 19, eran felices, salían todas las tardes a pasear cerca al rio, solo cambiaban de lugar cuando la joven quería variar su entorno, ya que su padre trabajaba muy lejos de casa Y cuando se iba, su madre la obligaba a hacer todo lo referente a la casa, el ganado y sus hermanitos que tenían entre 4 y 5 años, a la joven no le molestaba hacer nada de esto, solo que se le hacía muy complicado realizar todas las tareas si su madre se la pasaba más de la mitad del tiempo golpeándola.

-Joseph, ya no aguanto a mi madre.

- ¿Te volvió a golpear?

- Todo el tiempo, la verdad dure más discutiendo con ella que haciendo las tareas de la casa.

-Todo cambiará cuando nos vayamos a vivir juntos, espera un poco más, estoy reuniendo un poco de dinero, creo que el señor Mendoza me dará un poco de tierra para poderla administrar y tener un poco de ganancias.

-No te preocupes, yo esperare el tiempo que sea necesario.

Joseph la tomó del rostro y la besó con gran ternura, caminaron hasta que la suave brisa de la tarde acariciaba sus rostros y el ocaso se hacía más evidente, en los ojos de la bella joven se veían reflejados los matices del cielo, con un toque de profundidad.

Al siguiente Día, su padre llego después de una exhaustiva jornada de trabajo, pero a pesar del cansancio que poseía, le dedico muchísimo tiempo a sus hijos. Su esposa, por el contrario, tomaba esta acción como algo repugnante, roñoso, repulsivo, la escena le evocaba todo tipo de cosas y no necesariamente eran buenas.

La joven se sentó con su padre a hablar un poco de la vida, reían hasta que les doliera el estómago cuando su padre mencionaba aquellas anécdotas que tenía de cuando ella era joven, pasaron una gran tarde juntos, luego hablaron un poco más serio.

-María, eres mi primera hija, solo quiero que seas feliz, aun no puedes tener bebés, sería complicado alimentar otra boca en la casa, es bueno hablar sobre el tema porque, tienes que enterarte d como es la situación en casa, aun estas joven y no me gusta que nuestros vecinos hayan hecho casar a sus niñas desde pequeñas y estén atadas a alguien que ni siquiera conocen, tú tienes la oportunidad, no la desaproveches, puede que seas vilmente castigada si llegas a tener un bebé sin estar casada.

-No te decepcionaré.

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Muchos meses después María se fue a trabajar con unas chicas, recogían flores y las arreglaban. Una de las niñas estaba muy inquieta una tarde, aquella tarde en la que reinaba sobre sus cabezas un fuerte sol que hacía más complicado el trabajo, todas las muchachas pensaban que ella estaba tan intranquila por el fuerte trabajo que realizaban todos los dias. María no concertaba con las demás, se dirigió hacia la preocupada muchacha.

- ¿Que te sucede?

-No les vallas a decir a las demás, por favor-. Musitó la muchacha con lágrimas en los ojos.

-No diré nada, pero, dime.

-Necesito un concejo desesperadamente.

-Déjate de rodeos, dime en que te puedo colaborar.

-Quedé embarazada, no es como decirle a mi familia, no estamos casados. Además, él fue obligado a casarse hace poco, por conveniencia económica.

-Que complicado es este tema, no sé cómo ayudarte, te puedo dar la única solución que conozco. Una amiga hace mucho tiempo quedo embarazada, era casi la misma situación tuya, no encontró más soluciones que irse, crear una vida lejos de aquí, diciendo que su esposo había muerto, fue complicado seguir adelante, su familia la odió para siempre, pero pudo vivir, al igual que su hijo-. Las palabras fueron tan fuertes para la muchacha que se desmayó.

La llevamos hasta la choza que se nos fue otorgada para dejar nuestras cosas. No pude evitar pensar en la muchacha diariamente, la verdad no sé qué haría con su vida, pero sería impresionante, no volvería al trabajo en 3 días, tendría la intriga todo el tiempo. También, cuando estaba con Joseph, todo cambiaba, me daba miedo caer en la tentación, me tornaba cada vez más distante.

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Ella regresó al trabajo, no se tornaba preocupada, por el contrario, estaba feliz, se me había hecho raro, aunque puede existir la posibilidad de que hayan aceptado el hecho del embarazo en su casa.

-Hola, ¿Que sucedió?, ¿A qué se debe la felicidad?

-La verdad le conté a una vecina sobre mi situación, ella me dijo que podía tomar un poco de mercurio caliente y eso sería efectivo para que no naciera el bebé.

-Lo hiciste?

-Cuando estas en un momento de desesperación, a veces tienes que hacer las cosas sin pensarlo.

-No sé si fue la mejor decisión, pero has solucionado tu problema exitosamente, te felicito y espero que esto no se valla a mayores-. Me alejé, no quería escuchar más un testimonio de este tipo, cuando estaba con mi padre un amigo de él le comentó que su esposa había hecho lo mismo y había muerto, aquel hombre se veía muy destrozado, la verdad en estos momentos estoy pensando en la familia de la muchacha, como se pondrían si algo le pasaba.

Mientras pasaba el tiempo ella se veía estable, todo era normal, hasta el momento en el que se tuvo que casar por petición de sus padres, cuando su querido esposo quiso tener un bebé todos los intentos eran fallidos, el hombre, cansado de la situación, decidió dejarla, la declaró en frente de todos como la mujer maldecida por Dios, que gracias a que ella estaba en el pueblo no había cosechas buenas. Fue quemada en la plaza principal después de un ritual de fertilidad, alcanzaba a escuchar como su madre sollozaba y se lamentaba, era una situación muy dolorosa, podría pensar que fue a causa de la cantidad de mercurio que tomó, pero ya era muy tarde, ella ya había sido fuertemente asesinada. semanas después de la muerte de la muchacha las cosechas dieron frutos, todo el pueblo estuvo de acuerdo con la decisión tomada anteriormente.

Crecí lo suficiente como para casarme con Joseph, vivimos cerca al río y tuvimos una pequeña y hermosa niña.  Lastimosamente se nos fue arrebatada de una forma despiadada, todo fue un accidente, estaba jugando cerca al río, se resbaló. La encontraron después de tres días, no me permití intentar tener un nuevo bebé.


María tomó mercurio caliente después de tener relaciones con Joseph, con la esperanza de quedar estéril, lastimosamente no corrió con esa suerte y murió.






Lo que quiero evidenciar es una verdadera historia que ocurrió hace ya un gran tiempo atrás. En china las mujeres tomaban mercurio caliente después de tener relaciones con su pareja, este método funcionó realmente para evitar embarazos, pero también dejó a muchas mujeres estériles y otras perdieron la vida por recurrir a esta acción.

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