Bobo

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-Capítulo 33-

"Samuel la había visto salir de la casa grande a hurtadillas, llevaba puesto unos jeans ajustados, como una blusa amarrada a su cintura...dejando ver parte de su vientre. Trago en seco, esa mujer lo volvía loco solo con mirarla"

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Samuel

Todo fue muy rapido, corri hacia ella pero el caballo ya la había tirado. Mi corazón dio un vuelco, me acerque rápidamente. 

-Andrea!!- llegue a ella y me arrodille. -Andreaaa- la tome entre mis brazos con cuidado y la lleve dentro de la casa grande pero no se despertaba- Mi amor, por favor reacciona. - Los empleados , Lolita y el tal Joaquin se iban acercando pero yo solo le prestaba atención a Andrea, me preocupaba mucho que se haya dado un mal golpe. Poco a poco fue reaccionando...-Gracias a Dios- sonrío- me asustaste mi amor...- dije  acariciando su rostro con ternura. Nuestras miradas se conectaron y yo no pude evitar perderme en ella. 

-Suéltame- dijo de pronto alejandome bruscamente. Lolita y su amigo se acercaron...Y ella les pidió ayuda a ellos. Yo me quede como un bobo mirando como se alejaba. Me dolió mucho su desprecio, pero mi preocupación era mayor, no quería que le pasase nada. Yo me muero si a Andrea le pasa algo. 

Narrador

Andrea estaba algo adolorida pero gracias a Dios no había sido nada serio, su padre, Joa, Micaela y secretamente Samuel; la obligaron prácticamente a que un doctor la revisara. El doctor solo indico reposo y algo para el dolor, no había sido nada grave. Después del veredicto del doctor, todos pudieron respirar tranquilos. 

Andrea se senti vulnerable, adolorida, celosa aun, pero no podia dejar de pensar en ese momento que compartió con Samuel esa mañana. Sabia que se había preocupado, y eso sin poder evitarlo la enterneció y la hacia sonreír. Su amigo no la dejo sola. 

Un par de dias después le quedo solo los celos, y aun no quería que Samuel se acercara. Se sentía muy vulnerable cuando él se acercaba.  A veces le daba sus ataques de orgullo, pero aprendió a no desquitarse con la gente, así que después de la cena decidió salir a cabalgar nuevamente. 

Necesitaba estar sola para poder calmarse, encontrar esa paz que aveces solo encontraba con su caballo. No sabia que había pasado, pero sabia que no era culpa de su caballo lo que paso hace unos días. 

Fue hacia las caballerizas, y empezó a acariciar a su caballo. Era tan hermoso, blanco con algunas manchas de cafe claro. Precioso. Su nombre era Canelo. 

- eres muy hermoso - dijo acariciando su lomo

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- eres muy hermoso - dijo acariciando su lomo.- daremos otro paseo que te parece? Estas bien verdad?- dijo con una sonrisa mientras lo sacaba de las caballerizas. 

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