Canallada

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-Capítulo 32-

"Idiota, mil veces idiota...-sali de la habitación reprendiéndome a mi mismo- porque lo hice? por que la lastime de esa forma? Soy despreciable."

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Narrador

Samuel la tomo sin más, lo quería todo de ella. Andrea le respondia el beso con todo su ser. Al hacer contacto los dos suspiraron con profundidad. Los dos se habían extrañado tanto, que lo único que les importaba en ese momento era estar juntos de nuevo. Unirse y entregarse el uno al otro, como tanto lo habían ansiado.

El beso se volvió por más pasional, profundo. Mientras Samuel hizo un pequeño movimiento para que Andrea le rodeara las piernas alrededor de la cintura. Él la tomo con necesidad, pegándola lo mas posible a su cuerpo. Estaban en la gloria, entregando todo eso que se necesitaron todo ese tiempo. No había tregua, solo existían ellos dos en ese momento.

Samuel camino con ella en sus brazos, mientras ella lo tomaba de la nuca y no separaba sus labios de los de él. Se exploraban locamente con sus lenguas, con sus manos; hasta que sintieron el marco de la puerta. Samuel con esfuerzo hizo que se abriera y sin pensarlo la llevo a su habitación.-Gracias al cielo estamos solos- pensó para sus adentros mientras arremetía contra el cuello de Andrea con su boca, y ella solo respondía a esas caricias con gemidos. 

Andrea acariciaba con fervor su cabello, su nuca para pegarlo más a su cuello, en el proceso despeinándolo. No se decían nada, solo besaban con desesperación, y con toda esa pasión contenida.

De un movimiento Andrea sintió la fría pared por delante, mientras Samuel la pegaba ahi contra su cuerpo y le sacaba la ropa fuera de si, con rapidez...ansioso por hacerla suya. Saco el pijama de ceda en segundos y la dejo en bragas, justo como la quería. Le dio la vuelta para tenerla frente a a frente y beso su cuello, acariciando su cuerpo sin limitarse, mientras Andrea intentaba desvestirlo pero gemía quedada por sus ardientes caricias. Él la tomo por las piernas haciendo que chocaran contra la pared firmemente, haciendo que sus intimidades hicieran contacto por encima de la ropa.

-Samuel- le susurro perdida mientras él atacaba su cuello, sus senos con su boca...ella esta ya casi al limite.

-shhhh- la callo antes de besarla y cargándola para luego prácticamente tirarla sobre la cama, mientras él se terminaba de sacar la ropa que le quedaba con desesperación. Sus boxers estaban al limite, y verla ahi dispuesta a él, lo ponían peor. No lo pensó dos veces y prácticamente se le abalanzo, ella lo recibió gustosa. Entre caricias, le quito la ultima prenda que lo privaba de su anhelo.

Ella había soñado incontables veces en volver a estar entre sus brazos, y la situación la desfallecía hasta tener ganas de llorar. Lo había extrañado tanto. Samuel era más apasionado de lo que lo recordaba, la llevaba a su limite. Acaricio todo su cuerpo prácticamente con su lengua, con sus besos, llevándola a ese lugar que tanto extrañaba más de una vez.

Él estaba apunto de explotar, tantas noches había soñado con volverla hacer suya. Amarla como sabia nadie la amaría, ni en mil vidas, alguien la amaría de esa manera... Aunque ahora en su cabeza estaba cegado por la pasión, por los celos, por la demencia de pensarla ajena, y tenia la necesidad de demostrarle que ella le pertenecía él.

No fue cariñoso, ni mucho menos delicado...sin más se adentro en ella mientras acallaba su grito con otro beso pasional y tomo uno de sus muslos, para entrar de nuevo en ella. Cada vez más profundo, más fuerte.

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