— ¡Wooooooow!
Kirishima casi gritó al observar la pantalla del celular del rubio. No estaba seguro, pero pudo imaginar que su expresión fue lo suficientemente divertida para hacer reír a Kaminari y a Sero, quienes chocaron sus puños en complicidad mientras él era incapaz de alejar su mirada de la diminuta pantalla por más de un par de segundos.
—Chicos, no puedo creerlo, estos son mucho mejores que los que tenía.
—Por supuesto, es la mejora que lanzó la compañía, son más delgados, casi parecen gafas y cuentan con dos detalles diferentes, puedes graduar desde intensidad hasta distancia, además de que su batería es más extensa y el material resiste muchísimos golpes.
Mientras oía a Kaminari describir el objeto, él sólo observaba maravillado esos lentes de visión nocturna fotografiados en esa página de ventas online. Tan hermosos y ligeros, delgados, oscuros, varoniles y útiles. Siempre había disfrutado de la variedad de implementos que le pudieran ayudar durante una batalla; le gustaba pensar en todas las posibilidades y, después del incidente ocurrido con la Liga de los Villanos, esa manía sólo incrementó.
Pero el dinero que recibió de Bakugou prefirió gastarlo con sus amigos, aunque no consideraba que fuera una mala decisión. Después de que el rubio intentó a su manera animar a sus compañeros, lo menos que podía hacer era invitarlos a comer algo, sin embargo, en ese momento y observando ese precioso complemento de batalla, deseaba contar al menos con ese dinero inicial, así podría quizás comprárselos, porque definitivamente no debían de estar tan caros en comparación a los anteriores.
Con ese pensamiento, usó su pulgar para bajar más en la pantalla táctil y observar el precio del producto. Vagamente oyó a Kaminari queriendo detenerlo, pero fue tarde, demasiado tarde pues sus ojos ya se habían encontrado con la enorme cantidad que superaba por mucho la de los lentes que compró, por no decir que era el doble y un poco más.
—Te lo advertí... —Oyó decir a su rubio amigo.
Como si fuera escuchado por todos, su corazón se partió y su gesto cambió a uno de completa resignación. Los chicos suspiraron en conjunto y él casi pudo sentir su propia tristeza siendo representada por un aura de penumbra y desolación. Ese precio era demasiado, lo más seguro era que ni en un año consiguiera el dinero suficiente.
—Oh... ¿Qué pasa con Kirishima? —Ashido se unió a la conversación, mientras él le devolvía el celular a Kaminari y suspiraba derrotado. El pelirrojo apoyó su codo en la carpeta y su barbilla en su mano, observando a su amiga.
—Se enamoró de unos lentes de visión nocturna que quizás valen más que su vida. —interrumpió Mineta, Kirishima no tenía ni idea desde cuándo el más pequeño se había sumado a la conversación, pero estaba acostumbrado.
—Oh. —Ella lo observó con atención. —¡Ah! ¡Pero...! En un mes es tu cumpleaños ¿No? Quizás podamos juntar todos y regalarte unos.
Él le sonrió en agradecimiento y negó con la cabeza, jamás podría pedirle a sus amigos que gasten sus ahorros en algo que le gustaba y sí, le llamaba mucho la atención, pero que no era tan primordial en su vida como otras cosas. E incluso más allá de eso, estaba casi seguro de que ni todos juntos podrían comprar esos lentes antes de su cumpleaños.
—¿Cuándo cumple años Kirishima? —preguntó Mineta.
—Es el 16 de Octubre ¿No? —Ashido acercó su índice a sus labios y lo observó atentamente, al parecer tenía miedo de estarse equivocando. A él no le molestó que ella recordara el día en que cumplía años, nunca se lo había dicho directamente ni nada parecido, pero una persona tan alegre y genial como su amiga definitivamente estaba al tanto de la mayoría de sus compañeros.
—Sí... En poco más de un mes.
Sus amigos no tardaron en hablar de todo lo que podrían hacer para esa oportunidad, juntarse en la sala común y pasar el rato, quizás pedir permiso para realizar una pequeña fiesta. Él los observó con la misma tranquila sonrisa, pero pronto dejó de escuchar. Le gustaban las fiestas y le gustaba mucho tener amigos que tengan tan presente una fecha importante en su vida, pero desde hace unas cuantas noches sus pensamientos se centraban en algo que conseguía quitarle el sueño hasta altas horas de la madrugada.
Unos asientos más adelante y en la fila de su izquierda, observó a Bakugou en su propio mundo, escuchando música con sus auriculares mientras todos los demás conversaban esperando que Aizawa-sensei entre al salón, o que Iida les grite pidiéndoles ruidosamente que se sienten, lo que sucediera primero.
Sinceramente, si alguien le pidiera explicarlo, él no podría decir, al menos por el momento, qué diablos le sucedía con Bakugou. Si bien su relación había mejorado mucho después de su secuestro, fue durante el incidente días después de eso que algo cambió, en él, no en su relación, algo cambió dentro de Kirishima, algo que no era capaz de explicar con palabras, pero que lo mantenía constantemente confundido y alerta, muy a la defensiva.
Y todo se intensificaba mientras más días pasaban, hasta que llegaron a los sucesos de las últimas noches, donde fue, gracias a oír a las chicas hablando de un manga BL, que muchas veces, dormido o despierto, la imagen de Bakugou y él juntos aparecía en su cabeza. Una mirada, acariciar con suavidad la mejilla del más alto y robarle un pequeño beso en los labios.
La primera noche fue gracioso, se imaginó en esa situación y una risa escapó de su boca, seguro Bakugou lo mataría si se atrevía a gastarle ese tipo de broma, quizás ni siquiera vivía para contarlo. La segunda noche fue igual, se preguntó cuántas explosiones soportaría su quirk antes de ser lastimado realmente por el histérico Bakugou después de semejante broma. La tercera noche eso no varió, y en la cuarta recordaba que tampoco, hasta que fue en la quinta cuanto, en medio de todas las explosiones, se encontró con un suave y delicado sonrojo adornando las mejillas del Bakugou de sus sueños. Y el pensar lo adorable que se veía se convirtió en el detonante para confirmar que algo no marchaba bien.
Las siguientes noches prefirió no recordarlas, ni siquiera se reconocía a sí mismo en las acciones que cometía durante sus sueños.
Y era eso lo que parecía ser mucho más importante que cualquier lente de visión nocturna o que el mismo anhelo por celebrar su cumpleaños. No disfrutaba de esos pensamientos, le aterraban y molestaban al punto de disminuir su constante buen humor, porque él menos que nadie quería que eso se vuelva algo tan inmenso que arruine su buena relación con el chico de cabello rubio ceniza.
Pero al ritmo que iba, temía que llegue el día en que pudiera arruinar todo.
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Todo sea por ti. | Kirishima Eijiro x Bakugou Katsuki
Fiksi PenggemarShort Fic KiriBaku | Se acerca el cumpleaños de Kirishima y todos sus compañeros están emocionados intentando planearle la mejor fiesta posible, sin embargo, el pelirrojo tiene otras cosas más preocupantes en las cuales pensar, como en el alejamient...