|Brendon|
Mire nuevamente a esa chica. Tenía un toque, ese toque que me había hecho sentir una conexión con ella, era tan linda pero al mismo tiempo tan misteriosa.
Toda la noche estuve pesando en ella, es como si hubiera enviado un hechizo hacia a mí, no he podido sacarla de mi cabeza.
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—Adeline! Deja de hacer eso! Vete ahora mismo a la dirección! —gritó la maestra—.
Adeline sonrío y salió victoriosamente del salón.
Me quede un poco desconcertado por lo que había echo, no dejaba de picar la espalda del chico de adelante, la maestra había llamado su atención 3 veces y a la cuarta la mando a dirección.
Mire hacia su amiga que estaba a unos bancos del mío, ella lucía preocupada, lo cual hizo llamar más mi atención.
|Adeline|
—Señorita Adeline, es la sexta vez que viene a dirección en solo dos semanas, ¿que debería hacer al respecto? —dijo el director algo irritado—.
—Yo... —dije nerviosa—, no lo sé, no se porque hice eso señor director, prometo que no volveré a molestar a mis compañeros —sonreí—.
—¿Promete que lo intentara? Es por el bien de usted, no por el mío.
—Si Señor, lo prometo —sonreí con confianza—.
—Bien, puedes retirarte.
Sonreí y salí de la dirección.
No entendía porque mi comportamiento era tan irritante para los maestros, solo estaba tocando la espalda de ese chico, ya que la tela de su camisa era muy suave, me gustaba la sensación que sentía al tocar la tela.
—¿Maestra puedo entrar al salón? —dije sonriendo—.
—¿Vas a interrumpir mi clase? —dijo la maestra—.
—No maestra, lo prometo —sonreí—.
—Pasa Adeline, y te quiero en silencio.
Sonreí y asentí.
Camine hacia mi asiento, y pude notar como el chico nuevo me miraba, no había quitado sus ojos encima de mi, me ha estado mirando mucho, que ternura.
Lo mire y sonreí y pude notar sus mejillas tornarse rosa.
—Tus mejillas... —susurre—.
—¿Mis que? —dijo el apenas susurrando—.
—Tus mejillas —susurre una vez más—.
El hizo una seña, indicando que no podía escucharme.
—TUS MEJILLAS —grite haciendo llamar la atención de todos—.
—Tus mejillas se tornaron rosita —dije una vez más, y todo el salón empezó a burlarse.
Brendon bajo su mirada un poco avergonzado, creo que lo había echo sentir avergonzado.
Me giré y mire nuevamente a la maestra quien me veía con cara de pocos amigos.
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El timbre había sonado finalmente, ya quería salir de ese salón.
—Adeline! ¿Por que hiciste eso? —dijo Marian—.
—¿Hacer que? —dije sonriendo—.
—Humillaste al chico nuevo, Adeline necesitas relajarte.
—Ay no, es que debiste de a ver gusto sus mejillas, se miraba tan tierno! —dije sonriendo—.
Marian me miró y después sonrío falsamente.
—Que sonrisa tan falsa Marian —dije sonriendo—.
—No, no es falsa —sonrío nuevamente.
Lo sabía que era falsa, nadie sonríe con la boca tan abierta.
Me senté junto a Marian y empecé a comer mi desayuno.
—Adeline —escuche una voz detrás de mi—.
Me giré y vi al chico nuevo, Brendon.
—Hola Brendon —sonreí y volví a girarme para quedar enfrente de Marian.
—¿Me puedo sentar? —dijo Brendon—.
—Si, claro Brendon —dijo Marian—.
La mire extraño pero después asentí.
—Me has mirado mucho Brendon —dije sonriendo—.
Y una vez más sus mejillas se tornaron rosa.
—Oh, y-yo lo siento... —dijo apenado.
—No te preocupes, muchos chicos lo hacen —sonreí—.
—¿Hacer que? —dijo el—.
—Mirarme —dije burlona—.
—Oh, eres simpática Adeline —dijo sonriendo—.
Me giré y lo mire.
—¿Lo soy? —pregunté—, porque los maestros piensan que soy irritante —sonreí—, aún que yo no les creo, soy el tipo de compañía que todos quieren.
Marian me miró y rodó los ojos.
Brendon sonrío y asintió.
—¿Puedo? —dije yo—.
—¿Que cosa Adeline? —preguntó Brendon—.
—Tocar tu cabello, luce tan brillante y sedoso.
Brendon sonrío y asintió.
—Es un cumplido muy extraño, peor mi cabello te lo agradece —dijo Brendon sonriendo—.
Sonreí y deje de acariciar su cabello.
|Brendon|
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—Entonces, ella me pidió acariciar mi cabello —dije riendo—.
—¿Que? ¿Quien carajos te pide acariciar tu cabello en su santo juicio?! —dijo Abraham—.
—Creo que ella tiene un buen sentido del humor, es simpática!
—No amigo, ella no está bromeando.
—¿Cómo?
—Ella es así, todo el tiempo es así de rara, créeme.
—No, quizás no te has dado el tiempo de conocerla, pero es linda.
—Claro, un día está feliz y al día siguiente odia a todo el mundo, es muy extraña.
¿Que opinan de Adeline?🤔
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Dear Adeline
RomanceBrendon se enamoró perdidamente de Adeline, sin saber lo difícil que eso podría ser. Novela original.