Un tentador premio

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   La mañana era de un tenue color gris por las nubes de una aparente tormenta que cubrían Konoha y el helado viento corría en todas direcciones llevando en él las hojas secas caídas de los arboles, un malhumorado pero dulce Uchiha camina exageradamente abrigado por la villa que lleva el nombre de su clan.

-Hace mucho frío, no debí levantarme a está hora- se reclama mentalmente arrepentido de su decisión -

El azabache continua caminando con pesar hasta llegar a su habitual zona de entrenamiento, lugar que creí el solo conocer. Atento mira la oscura silueta resaltada por una larga cabellera de un blanco tan puro como la nieve recién caída del cielo, el viento agita aquellos finos hilos de cabello que parecen danzar con la melodía tranquila de la naturaleza que recién despierta. El momento es tan satisfactorio que el Uchiha se mantiene al margen para no irrumpir tan pacífico y bello momento, los minutos transcurren y el chico parece no darse cuenta de que esta siendo observado de la manera tan deseosa que transmite el de orbes oscuros.
   Por fin en lo que parecía ser eterno el joven Hatake se decide por caminar perdiéndose entre los arboles y arbustos que rodean el claro del azabache.

-¿Que fue eso?- pregunta para si Obito -

-¿Sueles espiar a las personas? -pregunta el de piel de porcelana a la espalda de Obito quien pega un brinco sorprendido -

-N-no es que.... -intenta responder nervioso -Yo entreno aquí y me estabas estorbando pero no quise interrumpir -Excusa molesto el Uchiha sin recibir respuesta del albino-

-¿Que no piensas responder? -exclama con disguto-

-Lo siento, no sabia que era tu lugar -responde con dulzura el de larga cabellera -

-Bueno, ahora que lo sabes vete -pide haciendo un ademán con sus manos para ahuyentarlo-

El Hatake acepta y camina alejándose lentamente mientras que el Uchiha observa fijamente la silueta bien trabajada del albino, su espalda ancha y musculosa que se esconde tras el cabello largo, las piernas firmes y trabajadas, los brazos perfectamente entrenados pero sobre todo observa el sensual trasero de Kakashi, el vaivén discreto que hace al caminar provocan en el azabache un sin fin de pensamientos pervertidos de forma involuntaria.

¡Basta Obito! -grita en bajo dándose un par de golpes mentales para calmar sus pensamientos obscenos con el Hatake- 

-Así que además de asesino, acosador -basila burlona una voz entre los árboles

-¿Que haces escondido Asuma?- pregunta disgustado el de orbes oscuros-

-No me escondía idiota, solo esta esperando -responde el de piel morena caminando junto al Uchiha-

-Te tengo una propuesta Obito -menciona llevándose un cigarrillo a la boca- se que él te atrae pero pasa lo mismo conmigo-

-¿Por que crees eso? -bufa molesto el ojinegro-

-Crees que no vi como lo devoradas con la mirada, no soy idiota-

-Y si así fuera ¿a ti que? -reclama el Uchiha-

-Esa es la propuesta, por que no en lugar de pelear por él que el primero en llevarlo a la cama se lo quede -ínsita provocativo el hijo del tercero, a lo que el Uchiha se queda en completo silencio-

-Tienes miedo a que te gane- exclama burlón el de piel morena ante el evidente silencio del azabache-

-Como si fueras a hacerlo, el sera mio primero -contesta decidido Obito con la mirada fija en la dirección en la que desapareció en albino-

-Bueno, tienes un mes para hacerlo- responde para alejarse entre los arboles-

Al quedarse solo, Obito inicia con su planeado y rutinario entrenamiento matutino. Pasan un par de horas hasta que el ojinegro decide parar e ir a su casa para tomarse una tan merecida ducha.
Mientras se esta bañando piensa en la mejor forma para acercarse al Hatake y ganar la apuesta hecha por Asuma. Termina su baño y opta por ponerse ropa cómoda ya que tiene el día libre, después de vestirse sale al centro de la aldea buscando un buen lugar para comer, donde se topa con una dulce escena que enternece su duro corazón.
    El albino en su obvia inocencia y dulzura se esta dejando peinar su suave y perfecto cabello por un par niñas que juegan con el tan alegremente, al terminar ambas pequeñas le agradecen con un cálido abrazo al albino y se van jugueteando felices, mientras que el Hatake camina orgulloso del trabajo de las pequeñas, hasta toparse al azabache que lo hace sonrojarse.

-Te queda bien la trenza Kakashi- recita en forma de cumplido el ojinegro-

-¿tu crees?- pregunta entusiasmado el albino con una pequeña sonrisa bajo su máscara

-si, ¿por que mentiría?-

-Gracias Obito- responde sonrojado el Hatake-

-No tienes que agradecer- pide apenado el azabache continuando su camino- Deberías de comer conmigo- ordena con seguridad-

-Eeeh?-

-¿No quieres?-

-No, al contrario ¡me encantaría- exclama con evidente felicidad el de piel clara-

-Entonces, acompañame-

       
Ambos caminan en silencio, ninguno se atreve a interrumpir el extrañamente tranquilo y dulce silencio, caminan disfrutando de su compañía sin que las palabras sean necesaria, un obvio amor fluye en el aire pero ninguno parece darse cuenta de ello.

-¿Hatake Kakashi?- pregunta una vieja voz sorprendida delante de ellos-

-Tercero ¿que pasa?-


Bueno aquí les dejo este pequeño capitulo.

No vayan a matarme ¿que tal quedo?

Espero les guste, lo hice con mucho amor

Bueno, hasta la próxima actualización. Los quiero.

Solo Si Tú Lo Quieres [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora