El timbre suena y corro veloz hacia la puerta abriendo está al instante y encontrándome con Aaron tras ella.
Al verle me lanzo a él y mientras intentó evitar las lágrimas que quieren escapar debido a los nervios escucho como me susurra que me tranquilice.
Cuando estoy más calmada le cuento todo con pelos y señales, desde ayer en la noche hasta lo ocurrido con el imán.
-Quizá tus padres vinieron-dice una vez he finalizado mi relato.
-Pero si fue así ¿por que volvieron a dejar la nota colgada de la nevera? Mi madre siempre que las lee obviamente las tira-aclaro mientras que mis nervios aumentan.
-Entonces, ¿que crees tú que ha pasado?-dice después de intentos fallidos por intentar convencerme de teorías lógicas.
-Creo que alguien entró a mi casa y vio la nota, para luego volver a colocarla de nuevo en la nevera y que así yo no supiera que ha estado aquí, pero no se dio cuenta de que se confundió de imán-digo convencida o bueno más o menos de mis palabras.
-Ya, y para que a entrado a tu casa, según tú todo estaba en su lugar cuando llegaste excepto eso, si alguien hubiera entrado a robar o algo por el estilo todo estaría revuelto-dice Aaron machacando toda mi teoría.
Pienso en alguna otra posibilidad.
-¿Y si sabía que buscaba y donde estaba?-digo después de unos minutos.
-Los únicos que conocéis bien tu casa y todos sus escondites sois tú y tus padres o...-le interrumpo antes de que pueda continuar.
-O algún otro miembro de mi familia, está casa era de mis abuelos antes de que se mudarán, por lo que los otros que conocían bien la casa eran mis tíos-digo encajando todas las piezas del rompecabezas.
-Vale, Supongamos que tú teoría es correcta, ¿donde están tus padres?
-No sé, pero espero que no sea nada malo.
Juntos decidimos esperar al menos hasta mañana para denunciar su desaparición en caso de que no vuelvan, bueno yo no quería pero Aaron termino convenciendome.
La noche no tardo en caer y yo sin aún tener noticias de mis padres le pedí a Aaron que se quedará a dormir para no estar sola, acepto.
Ahora estamos en el sofá estoy sentada viendo la película que se reproduce en el televisor, pero mi mente está en otra parte, todo me sobrepasa, la desaparición de mis padres de un día para otro, la entrada de alguien en mi casa en mi ausencia.
Miro a Aaron que está con la cabeza sobre mis piernas y al igual que yo hace unos minutos tiene la vista en la película.
Me preguntó si al igual que a mi, a él, tampoco le cuadra nada de lo que está pasando, sé que ha intentado dar alguna explicación lógica a todo para que yo no me preocupe, pero, también se que ni siquiera él se creía sus propias palabras.
Mis padres no han podido irse por voluntad propia, al menos no sin antes avisarme, saben que me preocuparía y evitarían que me ocurra.
Tocó el pelo de Aaron y él al sentir mi tacto levanta la cabeza y me mira.
-¿Estás bien?-pregunta, y es que ni yo misma tengo la respuesta a esa cuestión.
-Sinceramente no lo sé, todo me pasa de sobremanera nunca pensé verme en esta situación, y, ahora que lo estoy no sé qué hacer.-respondo sinceramente.
-Es normal, nadie se pondría en la idea de que sus padres desaparezcan así, sin más.
-Quiero que seas sincero, ¿Que opinas realmente? No me digas lo de siempre porque no es lo que realmente piensas.-la pregunta no es sencilla, no quiere hacerme daño con la respuesta, pero, ahora lo que necesito es una realidad.
-Creo que es muy raro que tus padres hayan desaparecido sin avisar, que lo es coincidencia que justo cuando ellos desaparecen alguien ha entrado a tu casa, y que aún no han aparecido.-responde sin tapujos, siento como si un balde de agua fría cayese sobre mí, ya me había hecho una idea pero al escucharlo se que no es mi imaginación.
-No te mentiré, has dicho justamente lo que llevo pensando toda la noche pero guau escucharlo de tus labios ha sido flipante-sorprendiéndome pero alegrandome me rodea con sus brazos y cuando he salido de mi shock se lo devuelvo con una sonrisa.
Cuando mis ojos empezaban a pesar Aaron que pareció darse cuenta se levantó y apago la televisión, para después cada uno subir a una habitación, yo dormiría en la de mi hermana y Aaron en la mía.
Al sentir el colchón debajo de mi me relajo, y poco a poco caigo en los brazos de Morfeo.
***
Abro los ojos de golpe al sentir un ruido en el piso de abajo, con temor me levanto de la cama y me dispongo a bajar las escaleras, pero, antes de hacerlo alguien me coge del brazo y me giro sobresaltada, propinándole un golpe al sujeto.
-¡Ay!-ese grito me es familiar, ostras es Aaron.
-¿Aaron? Dios lo siento no sabía que eras tú, me has asustado.
-No, tranquila, creo que me lo merecía, ¿tú también has escuchado un ruido?-asiento y después de una escueta "pelea" logro convencerle de que voy a bajar con él.
Y bueno ahora estamos bajando las escaleras sin ningún tipo de arma, porque si, porque somos así de divos, vale estoy diciendo tonterías, perdón son los nervios.
Llegamos abajo y cojo un paraguas, si un paraguas.
-¿Que vas a hacer con eso? ¿Darle un remojón?-dice Aaron señalando mi arma.
-Esto es un arma mortal en mis manos así que yo mantendría la boca cerrada si no quieres que te lo muestre.-digo alzando el paraguas y amenazándole con él.
Después nos ponemos a buscar en lugar del que procedía el ruido, pero nada, no hay suerte.
Viendo que no hay nadie más en la casa y que el ruido no se ha vuelto a repetir cada uno volvemos a nuestra habitación.
Me cuesta dormir después de este acontecimiento pero al final lo consigo.
Mañana será otro día y solo espero que mis padres aparezcan.
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Holaa!!!
¿Que tal?
¿Os ha gustado el capitulo?
¿Creis ciertas las sospechas de Nat?
¿Queréis que aparezca más algún personaje?
Nos leemos muuuchos besooos 😘😘😘
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Mi salvación
Teen FictionHola mi nombre es Natalie tengo 17 años probablemente pienses que es el típico cliché y a lo mejor no te equivocas, quien sabe, pero, puedo asegurarte que no soy una "friki" ni una "popular"ni "timida y callada" pero tampoco la malota del instituto...