Despierto con dolor de cabeza por lo que nada más vestirme bajo a la cocina para tomarme una aspirina.
-¡Mama, papá!-grito al ver a ambos en la cocina.
Me lanzo en sus brazos con un solo pensamiento en mente, "están bien".
-Vaya, si que nos has echado de menos-dice mi madre dándome un fuerte apretón.
-¿Donde estabais?-pregunto alejándome de sus brazos.
-Habíamos salido por motivos de trabajo, sentimos no haberte avisado pero ya estamos aquí de nuevo-dice mi madre sonriendo.
Corriendo subo las escaleras para avisar a Aaron.
-¡Aaron!-grito saltando encima de él para despertarle.
-¿Que quieres?-dice con tono soñoliento.
-Mis padres están aquí, están bien-parece que eso le termina de despertar porque se levanta como un muelle de la cama.
-¿Les has contado que estoy aquí?-pregunta cuando le miró con el ceño fruncido.
-No....pero no importa, saben que has venido porque estaba sola, relájate no importa, no hemos hecho nada malo-digo acercándome a él-gracias por todo, por haberme hecho compañía y darme esperanzas-digo para después ponerme de puntillas y darle un beso casto en los labios.
Él sonríe y juntos bajamos a la cocina, pero no entramos.
-Tendríamos que contárselo y si le pasa algo, además quizá ya sabe que ha pasado, es lista-escuchamos decir a mi madre, miro a Aaron confusa y me devuelve la misma mirada.
-Se habrá dado cuenta no te lo discuto, pero, estoy seguro que al ver que estamos bien ha dejado de pensar en ello, estoy seguro que vino a por lo que buscaba mientras nostros no estábamos-responde mi padre.
Y con eso nos hace saber que nuestras sospechas de que alguien había entrado en casa eran ciertas, pero se equivocaba porque ni lo había olvidado ni iba a estarme quieta.
Averiguaría quien entró en casa, que se llevó y por qué lo hizo.
Cuando parece que mis padres han acabado con su conversación Aaron y yo entramos a la cocina.
-Hola-saluda Aaron.
-Este es Aaron, ha venido a hacerme compañía mientras no estabais-mis padres parecen relajarse y lo saludan.
Todos nos sentamos a desayunar tostadas que mi madre acaba de hacer entre conversaciones entretenidas.
Al acabar Aaron dice que se tiene que ir ya y le acompaño hasta la puerta.
-Ves como al final iban ha aparecer no tenias de que preocuparte-dice mientras yo le abro la puerta.
-Si, pero has oído lo que hablaban, estoy segura de que ellos saben todo lo que ha pasado en su ausencia, y lo más importante quién está implicado-digo dejando todo mi peso en la pierna izquierda.
-Ya, y yo estoy seguro de que tú intentarás averiguarlo-sonrió de forma inocente-nos vemos mañana ojiazul-dice para inclinarse y dejar un beso en mi mejilla.
-Hasta mañana pelinegro.
Luego cierro la puerta y subo a mi habitación dispuesta a acostarme, vaya día.
***
Me despierto pasadamente al oír el insistente y molesto pitido del despertador.
Parece que solo he dormido dos minutos, mi cuerpo pesa como una bola de acero de siete u ocho kilos.
Arrastró los pies hasta al baño y sin mirarme al espejo me meto en la ducha y dejó caer el agua caliente sobre mí.
No me tardo mucho dentro porque o bien me quedare dormida por el calorcito o no voy querer salirme.
Me visto rápidamente para evitar el frió y luego deshago la trenza de la noche anterior, en mi pelo han quedado unas pequeñas hondas que para no eliminarlas solo paso mis dedos.
Gracias a esto parece que me he peinado y no lo he hecho.
Bajo a la cocina y cojo una manzana para desayunar acompaña de unas galletitas saladas y un zumo de naranja.
Para cuándo he acabado de desayunar es la hora de coger el autobús así que poniéndome la chaqueta subo a mi habitación, cojo la mochila y corro escaleras abajo.
El aire frío me golpea en la cara nada más abrir la puerta por lo que escondo está dentro de mi chaqueta.
El autobús aún no ha llegado por lo que tengo que esperar en la parada, perfecto como tarde mucho me quedaré como un pajarillo.
Y como no, lo hace y para cuándo ya ha llegado estamos todos al borde de una hipotermia.
Cada día se lucen más enserio.
Me siento en mi lugar intentado acurrucarme lo máximo posible para deshacerme del frío, luego recuerdo que tengo que estudiar y no se como el frió se me quita de golpe.
Cojo el libro de literatura de mi mochila y comienzo ha estudiar como si la vida me fuese en ello.
El autobús frena frente al instituto y con mi mochila de un hombro bajo de él.
Las tres estupigartas (mitad estúpidas, mitad lagartas) se ponen a hablar como cotorras.
Os ha gustado el apodo eh, me lo he inventado en las horas en las que debería haber estudiado literatura, si, han sido unas horas muy productivas.
Los chicos me esperan en la puerta.
-Buenos días, ¿que tal?-pregunta Mel nada más verme, de lo cual seguramente se arrepiente al ver mi cara.
-Genial, solo que casi me da una hipotermia esperando al maldito autobús y hoy tengo un examen de literatura y no sé ni de qué tema es, ha si que bien.
-Y, ¿que has estado haciendo para no estudiar?-pregunta Blake, enserio hoy la parejita la está cagando bastante.
-Además de que han pasado muchas cosas en mi vida estos últimos días, también he pensado un apodo para aquellas tres-digo señalando con mi cabeza a la pelo escobilla y compañía.
-¿Cuál?-pregunta Ari.
-Estupigartas-respondo haciendo reír a todos, menos mal que lo han pillado.
Luego entramos a clase preparándonos mentalmente para la tortura que se aproxima.
-----------------------------------------------------------Hooola!!!!!
¿Que os ah parecido el capitulo?
Sé que he estado muy inactiva últimamente pero estoy con muchos exámenes.
Lo siento mucho de verdad, intentare estar activa.
Nada más.
Nos leemos muuuchos besooos 😘😘😘
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Mi salvación
Teen FictionHola mi nombre es Natalie tengo 17 años probablemente pienses que es el típico cliché y a lo mejor no te equivocas, quien sabe, pero, puedo asegurarte que no soy una "friki" ni una "popular"ni "timida y callada" pero tampoco la malota del instituto...