dulce, dulce caminar

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Capitulo anterior :

Si...lo deseo tanto...- respondio uebrandose frente a una niña, alguien que nunca penso

Pues entonces...- contesto moviendo ligeramente el gran acolchado, para dejar ver que su piel descubierta dandole a entender al azabache que ella lo estaba esperando desnuda.

La llama se habia encendido, y nadie la iba a apagar

Mientras tanto unas horas antes cuando se fueron cada uno por su lado...

Siguiente capitulo :

Al pasar y recogerla la llevo a un sector alejado de la playa donde podian estar tranquilos, pero lo mas importante tenia un secreto que sabia le encantaria a Rin

Al llegar la joven observo un pequeño sector en la arena. Al acercarse mas vio una pequeña manta con comida para dos y una lampara de cristal con metal pintado de blanco y la luz blanca para ambos. Era algo sensillo y dulce, lo que mas llamo la atencion de rin fue que por detras de donde ellos se sentarian habia una pequeña cueva   que le daba un poco de miedo al no ver que tan profunda era por la obscuridad que tenia

Sintio la brisa marina soplar y mientras sesshomaru caminaba frente a ella para invitarla a sentarse pudo ver como la luz de la luna y artificial hacian un efecto de iluminación extraña pero que a él, junto al movimiento de su largo y platinado cabello era una convinacion perfecta, casi sensual, ni se queria imaginar que seria de esa misma vista si él estuviera sin esa camisa, mojado y con el brillo en la piel, tal y como cuando lo ve en el puesto de guardacosta

Ven- le pidio tendiendo la mano. La joven, cual dama, se acerco aceptando el gesto y sentarse junto a él, a una altura que sus fuertes podia usarlos de almohada. Comenzaron a degustar la comida y entre ello a veces Rin le daba de su plato a modo de juego o le robaba del plato a Sesshomaru, aunque el albino sabia como defenderse con los cubiertos

No puedo creer que sea tan dificil cenar con usted Sesshomaru-sama- se quejo rin entre risas intentando ya por novena vez quitarle otro trozo de comida

Puedes llamarme solo Sesshomaru, y no me trates de usted...no quiero que uses esos terminos- contesto defendiendo su porcion y comerla antes de que la joven se lo robara

No le gusta que lo traten de usted?- pregunto curiosa, pero con la primera mirada de seriedad de la noche, temia haber causado algun conflicto

No me gusta que tu lo uses, pequeña- contesto mirandola mientras soltaba su tenedor y acariciaba su mejilla- me hace sentir que estoy a una larga distancia tuya-

Eso no es cierto, sesshomaru- comento la chica. El albino vio como se acercaba mas a él y se colocaba frente a su rostro, tan cerca que era tentador besarla- mejor?- pregunto feliz

Si. Gracias- respondio mirandola fijamente a los ojos para luego robarle un poco de su plato en venganza.

Al terminar la cena se quedaron conversando otro poco y sesshomaru tomo la linterna para comenzar a caminar con Rin por la orilla de la playa, escuchando al mar.

En un momento Rin se quito sus zapatos y camino por la arena mojada, disfrutando de sentir la humedad en sus dedos a la vez que sentia el agua marina limpiarla con cada ola que se acercaba a la orilla. Sesshomaru al ver esa escena infantil no supo que hacer, hasta que el viento movio suavemente los cabellos azabaches; se descalso el tambien y corrio con ella por la playa, camino, correteo y jugo con la niña; en una parte de su frio corazón se volvio a sentir como un niño jugando con su madre

En el recorrido se toparon con la entrada de una cueva a la cual Sesshomaru al acercarse la luz de la linterna hizo brillar las piedras brillantes que se encontraban, dando extrañas luces las cuales hicieron que rin bailara dentro del lugar

El albino dejo la linterna y se acerco a ella para acompañarla en su baile. La sujeto de las caderas y la acerco a su cuerpo y mediante una musica que nunca sonó bailo con ella sin apartar nunca la mirada de sus avellanos ojos.

Era simplemente hermosa, como haria para no hacerle daño ante tales actos que habia pactado

Eres muy hermosa Rin- susurro en su oido, pegandola aun mas a su cuerpo

Y tu muy atractivo, Sesshomaru...es imposible no sentirme protegida en tus brazos- susurro casi a la inconciencia. Su cerebro se habia desenchufado y ahora solo se perdía en la mirada dorada

Rin...-susurro tomandola de la nuca y ella solo dejarse llevar cuando algo los detuvo. El mar enloquecido y un rayo que cayo de los cielos, anunciavan una tormenta por lo que entre risas volvieron a las cosas del picnic junto a la linterna y empacaron todo, pero cuando guardaban los ultimos objetos la lluvia comenzo, empapando sus cuerpos, a Rin arruinando su cabello planchado y el vuelo de su vestido ahora mojado mientras a Sesshomaru se le pego toda la ropa a su fornido cuerpo. Corrieron hasta el hotel sin percatarse de lo tontos que se veian, solo estaban ellos en el mundo.

Por fin llegaron al cuarto de rin, donde tubo que ir a buscar las llaves en la recepción. Al entrar vieron una pared que separaba la cama de Rin con la de Kagome. No escucho nada pero el calcetín en uno de los extremos de la puerta era un indicativo claro

Es una pared que tiene el cuarto. Si el huésped desea puede agregarla, y es a prueba de sonidos- comento el hombre dispuesto a marcharse- bien...creo que yo...-

No espera!- le pidio jalandolo de la camisa y hacer que entrara al cuarto

Que haces rin?- pregunto dudoso. No entendia que tenia la chica

Yo...yo...no se como explicarlo....-

Solo dilo- comento sentado en la cama esperando cualquier dulce frase de la muchacha, pero en cambio esta solo se acerco al hombre y lo sujeto de las mejillas

Con...continuabamos con lo que haciamos en la cueva antes de que lloviera?- pidio de una manera como si pidiera un dulce que hacia mucho no probaba.

Sesshomaru sujeto las mejillas femeninas y acariciando hacia su nuca la atrajo mas a su rostro donde ocurrio el primer roce que iniciaría con esa noche

Continuará...

olas de amor y seduccionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora