Someone to stay (Alguien para quedarse)

Primer beso

Tres meses

Tres meses me alejaban del principio. Aun recordaba como mi vida había dado un giro inesperado, como mi solitario y amargo estilo de vida fue reemplazado por un calor sin igual.

Ya no era solo yo. Ya no debía cuidar solo de mí. Ahora tenía a alguien al lado, alguien que me necesitaba... alguien que en verdad me amaba.

Y si, era feliz. ¿Por qué negarlo? Maldita sea, nunca había sido tan feliz en mi vida. Después de la muerte de mis padres todo era oscuridad, venganza, dolor...

Pero ahora, la vida me dio una tregua y me trajo a esta mujer. La que ahora mismo se halla durmiendo a un lado mio. Mi brazo estaba alrededor de su cintura, mientras sus manos se aferraban a mi pecho en busca de calor.

La luz del sol comenzó a invadir el espacio de su habitación y sus ojos instintivamente comenzaron a abrirse.

— Buenos días, Sasuke-kun —dijo con una pequeña sonrisa.

— Buenos días — contesté en mi tono habitual — ¿Quien preparará el desayuno?

Ambos tomábamos turnos para aquello. No quería que ella cargara con todo, por lo que me ofrecí a hacer todo lo que necesitara, pero Sakura era terca y también quería ocuparse de todo. Por eso, nos turnábamos en la mayoría de los quehaceres.

— Esta vez me toca a mí — dijo mientras bostezaba— iré a prepararme para hacer el desayuno.

—Entonces haré lo mismo —me levanté lentamente de la cama y caminé hasta la puerta —iré a ducharme.

Ella asintió con la cabeza y yo salí de la habitación. Por más que dormíamos juntos, no compartíamos la misma habitación. Siempre iba a mi propia habitación para cambiarme de ropa u ordenar. Las pocas ocasiones que ambos permanecíamos en su habitación eran al anochecer.

Ella siempre esperaba a que yo llegara por las noches para dormir juntos. Su cuerpo extrañaba el mio y el sentimiento era mutuo.

Yo también la extrañaba.

Después de ducharme y cambiar mis ropas, me ocupé del aseo de mi habitación. A pesar de no usarlo mucho, me gustaba el orden.

Luego de desayunar juntos y hacer las actividades matutinas, ambos nos dirigíamos hasta la plaza de la aldea. Hoy se llevaría a cabo una celebración en honor al hokage.

Kakashi había estado atareado toda esta semana, organizando todo lo que habría en la fiesta. Los lugares e invitados que tendría. Sin duda, fue un total fastidio para el peliblanco, pero gracias al apoyo de Sakura pudieron hacerlo.

— Aun no se porque quieres asistir —bufé— pudimos habernos quedado en casa como las otras veces.

— Quería divertirme un rato, Sasuke-kun —dijo en un suspiro— también quería ver a mis amigos. Hace mucho que no los veo.

Suspiré y seguí caminando a su lado sin decir nada. Las calles estaban decoradas y se podían ver puestos de comida por todos lados. Algunos aldeanos llevaban yukatas, mientras que otros vestían ropa normal. La celebración era gigante, se podía ver como todos los aldeanos participaban de ella, ya que por cada paso que daba, mas personas eran visibles.

Caminé de mala gana y gruñendo de vez en cuando. No me gustaba estar rodeado de tanta gente, ni mucho menos ser la atención de todos, pero no podía quejarme ni hacer nada por volver.

Sakura anhelaba estar allí y yo no podía negarselo. No quería negarle nada.

A la lejanía, vimos el cabello rubio de una chica. Llevaba un pequeño vestido color lila y algunos arreglos en el cabello. Sin duda, estaba lista para impresionar a todos los presentes, menos a mi.