Prueba De Amor

Capitulo 2

-¿Bebé?

-¿uh?- lo mire confundido

-¿Qué pasá bebé? ¿En que pensabas?- seguía sin entender, se supone que debería estar enojado.

-¿Cómo llegué a la cama?- pregunté, él me dio una tierna sonrisa para después responder.

-¿No recuerdas?- sólo negué con la cabeza- te quedaste dormido en el camino a casa así que te cargue hasta aquí- con que eso fue lo qué pasó...- por cierto te vez muy lindo dormido soo~ - no pude evitarlo y me sonroje ante sus palabras.

-Uh...no lo recuerdo, pero ¿no estás enojado?- decidí preguntarle ya que lo más lógico sería que siguiera molesto después de las palabras que dije.

-Kyung~- me llamo mientras tomaba mis manos entre las suyas- no te preocupes por eso, entiendo que no quisiste decir aquello- me regaló otra de esas sonrisas que lograban derretirme.

El era el mejor, es decir, ¿Qué novio en el mundo te perdonaba así de fácil?

-Lo siento- dije y senti como mi vista se nublaba debido a las lágrimas- no quise lastimarte, de verdad lo siento.

-Tranquilo soo~ - me tomo en brazos y me acerco a su pecho- estoy acostumbrado a que seas un pingüino celoso- dijo en un tono divertido y yo solo golpee levemente su pecho.

-¡Ey! Yo no soy celoso- simule estar molesto.

-Noooo, claro que no amor- dijo sarcástico y solo atine a soltar una pequeña risa, me encantaba cuando decía cualquier estupidez para hacerme sonreír- aún así yo también debería discúlparme por haberte golpeado- enseguida dirigió su mirada a mi mejilla que seguramente debía tener una marca por mi delicada piel.

-Me la merecía- trate para evitar que se preocupara de más- ¿estamos bien?- me regaló una sonrisa que de inmediato correspondi.

-Por supuesto- lo tome de la nuca y lo bese hasta que mis pulmones necesitaron oxígeno y me obligaron a separarme- ¿Con que alguien tiene hambre eh?- dijo con una sonrisa ladina.

-Tonto- le di otro golpee en el pecho.

-Vale, vale- río divertido- ¿Qué quieres desayunar?

-Mmmmm- me tomé la barbilla pensativo-¡panqueques!

-Claro, lo que mi kyungie quiera- dijo usando otro de los muchos apodos que me había puesto- ahora toma una ducha mientras voy a preparar el desayuno- me besó la mejilla y se levanto de la cama.

-¿Tengo que hacerlo?- dije desganado.

-¿Prefieres que te acompañe?- otra vez esa sonrisa de lado.

-¡Pervertido!- lance una almohada en su dirección.

-Apúrate, no querrás que se te enfríe- salio de la habitación riendo.

Aún no comprendía porque no podía recordar lo que había pasado anoche después de pelear pero eso ya no era de importancia, al fin y al cabo lo tenía a mi lado y era todo lo que deseaba.

Entre al baño y mientras estaba sentado cagando me puse a recordar cómo nos conocimos, la típica historia cliché del mujeriego que se enamora y decide cambiar.

*FLASHBACK*

Apenas iba a ingresar a mi segundo año de universidad cuando decidí cambiarme de escuela pues me habían dado una beca y al fin podría estudiar en la universidad que quería pero que no podía costear y tampoco quería que mis padres gastarán su dinero en ello, así que aplique para la beca por promedio y la obtuve.
Al cambiarme a la que ahora sería mi nueva escuela lo conocí, el era el Playboy más popular a pesar de que era de nuevo ingreso y no podía negar que tenía un buen cuerpo aunque no era como si me interesará tener algo con él.