s o b r e s

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Edward nos abandonó hace cinco años, y lo único que dejó fueron cartas. Montones y montones de cartas.

Cada sobre era de un color o tono distinto. Cada carta contenía un pequeño cuento sobre un niño.

Un niño que no podía ser como el resto, un niño que no podía correr o saltar sin el miedo de que su corazón dejara de palpitar.

Los sobres tenían estampillas, tenían remitente y la dirección desde donde las enviarían; pero no existía destinatario, o destino.

Una vez fui a la casa de Edward, y lo encontré sellando un sobre.

- ¿A quién le escribes?- pregunté, Edward se puso a pensar antes de responder.

- A una persona especial.- dijo finalmente.

- ¿Qué escribes?- me senté a su lado en esa pequeña mesa de comedor. La casa de Edward era pequeña y humilde, pero acogedora.

- Escribo sobre mí y mi vida.- siguió contando.- Quiero contarle cosas a esa persona especial, quiero contarle sobre mi vida y sentimientos antes de que sea muy tarde.

- ¿Muy tarde para qué?

No respondió, sólo siguió escribiendo con una triste sonrisa.

- Me queda poco tiempo, Aaron.

Goodbye, Edward. (Yaoi/Gay) [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora